La flor de canela[Borrador]

Capitulo.1

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La justicia en esta vida no se consigue esperando en una silla a que nos sea concedida, hay que ponerse de pie y buscar tu propia verdad pero con tus manos.

Desde pequeña eso no me lo ensañaron, eso nunca estuvo en mi decisión. Ya que esos valores se tomaban por parte de los hombres, yo no pude decir mi opinión al  respecto.

Pero en esta vida, en esta ciudad de New York, en este momento voy a demostrar, la capacidad de una mujer para vivir la vida soltera, sea o no sea a aceptada.

Mis pensamientos son interrumpidos por el timbre del celular, su incesantes vibraciones me dan cefalea,por lo cual atiendo con rapidez.

— ¡Isabel! — gritan en la línea — ¿porque no contestas?.

— Que manera son esas de dirigirte a tu jefa — la regaño.

— No se venga con cargos de autoridad ahora y dígame dónde está que no ah llegado todavía.

— Aquí por la calle Blikin — miento — ya me falta poco.

— Más te v... — cuelgo antes de que pueda decir algo más.

Ella aveces se cree mayor que yo y eso me gusta en parte, aunque no me guste su forma de ser autoritaria, me gusta que no se deje dominar de nadie. Pero ufff siempre es así y eso...

*punnnn punnnn* suena la bocina de un carro pero ya es muy tarde para cuando choca conmigo.

— ¡Esta loca como se tira delante del carro!— un hombre de cuerpo obeso sale gritando del coche — ¡si quiere morir échele el cuerpo a otro!

— No lo hice intencional solo...

— ¡Donde esta su marido! — me empuja — ustedes las mujeres solo saben estorbar.

— Mire gordo inepto del siglo XX, ¿usted no sabe lo que es una mujer empoderada? por lo que veo no, pues, le digo que no necesito un "marido" que me represente y si le estorban tanto las mujeres, pues haría un favor llendose de este mundo, porque a nosotras las mujeres tampoco nos gustan los hombres estúpidos como usted.

— Eso es una amenaza — encara una ceja.

— Tómela como mejor le plazca estorbo.

Retiró mi presencia de aquel lugar donde fui menospreciada, este mundo se está perdiendo cada vez más en creencias vanas, palabras obscenas y dinero. Por lo que yo no seré diferencia a la hora de lidiar con personas así.

Mis ojos se topan con las grandes paredes de vidrio del la Company Estelar, como siempre planteó mi objetivo cada vez que estoy frente a mi mayor éxito ,el de siempre superarme en mis propias decisiones.

Cada vez que puedo ver las caras satisfechas de lo clientes y la alegría de mis trabajadores me siento plena y segura.

—Buenos días Srta. Brewster  – saluda la recepcionista

— Buenos días Jana,¿ya empezó la reunión? — me entrega las llaves

— Aún no — sonríe pícara

Eso significa que alguien se lleva una reprimenda hoy de seguro, ya no estoy tan joven para esto. Ya vera cuando lo coja.

Las puertas de acero se abren, dando lugar a la hermosa oficina presidencial.

— Isabel que bueno que llegas — una chica de espejuelos y cabellos rojos se adelanta abrir la puerta.

— Cual era tu apuro — le digo mientras le entrego el abrigo.

— El Sr, Smith la espera hace una hora.

Ya decía que tanto apuro no era por cualquier cosa, Jones Smith no es un hombre de hacerse esperar pero el sabe que yo soy una mujer... de alto grado por decirlo de alguna manera.