Epílogo

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Era la segunda boda en Sospiris en unos pocos meses y fue mucho más fastuosa que había sido la de Tina.

Sam y ella estuvieron presentes, y esa vez le tocó a Tina llorar, pero había ido bien preparada, tan bien como la madre de Ohm y su tio. Ari parecía desconcertado y tiraba de la manga de su abuela.

—Pero si es un día feliz, abuela —le explicaba—. El tio Flukie va a vivir aquí para siempre y a dormir en la cama del tío Ohmi como en París. Y yo puedo despertarlos, pero no muy pronto... Me lo ha dicho el tío.

Sophia se echó a reír y le acarició la cabeza.

—Les ha llevado tanto tiempo —dijo Eupheme.

—Sí —contestó Sophia—. Los jóvenes están ciegos, Eupheme. Pero fue evidente desde el primer momento que los vi juntos.

—Sí, las chispas saltaban entre ellos —añadió su prima.

—Tanto que los cegaban y no veían lo que estaba pasando, Cuando los vi bailar en la boda de Tina, lo tuve claro. Y aun así tuve que mandarlos juntos a París.

—Ah, París... —dijo la prima con tono romántico. —Encima, el idiota de este chico vuelve solo. Habrá que ver qué hizo o dijo para que Fluke lo dejara. ¡Pero es evidente que lo había hecho todo mal! Así que — suspiró —tuve que pensar en otra cosa. Estaba claro que Fluke no le había dicho nada de lo del orfanato, y pensé que eso podía ser el origen del conflicto, así que se me ocurrió que Ohmi notaría enseguida un gran donativo e iría a buscarlo para pedirle explicaciones. Menos mal que al final todo ha salido bien.

—Sí —dijo su prima —o habrías tenido que inventarte una súbita necesidad de viajar a Sudáfrica.

—Seguro que allí hay algún buen cardiólogo. Y seguro que el clima sería excelente para mi salud...

Rieron juntas y entonces sonó la música y Fluke y Ohm caminaron juntos entre la multitud.

Ohm lo miró con ojos llenos de amor y dijo: —Mi precioso novio.

—Mi irresistible marido —respondió Fluke.

Ohm lo besó rápidamente y añadió:

—Ésa es la respuesta correcta. No me dejes nunca, Fluke, yo te amaré eternamente.

—Oh, bien, entonces me tendrás toda la vida, Ohm

Thitiwat.

—Ésa también es la respuesta correcta —dijo él—. Y tú me tendrás a mí toda la vida, para toda la eternidad.

Ari corrió hacia ellos y Ohm lo tomó en brazos cuando llegó.

—Tío Ohmi, tio Flukie y yo —dijo con satisfacción.

Fluke le dio un beso de todo corazón.

—Una familia —dijo Ohm.

Y eso fueron.

Fin

Un griego despiadadoWhere stories live. Discover now