Extra 1 - Entrenamiento

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Se recomienda volver a leer el capítulo 26, en la tercera parte.

Nate observó el uniforme colgado en la pared. Era una prenda simple, de un tono gris oscuro que absorbía la luz verde del cuarto, contrastando con el blanco aséptico de las paredes. Se sintió inquieto, como si ese uniforme representara el borrado de su identidad, una transformación forzada en algo que no comprendía del todo.

Sabía que este momento llegaría. La advertencia de su padre seguía resonando en su mente. Recuerda quién eres. Pero, ¿cómo recordarías quién eras cuando todo a tu alrededor parecía destinado a hacerte olvidar? Con un suspiro, comenzó a desvestirse, sintiendo el peso de la decisión que había tomado al cruzar esos muros. Al dejar su ropa a un lado, sentía que dejaba una parte de sí mismo atrás.

Se puso el uniforme, y notó lo ajustado que le quedaba, como si lo hubiera estado esperando. El material era frío al tacto, pero resistente. Se quedó quieto por un momento, mirando su reflejo en la superficie metálica de una de las paredes. Era Nate, pero al mismo tiempo, ya no lo era.

──Estás listo ──dijo la voz del hombre delgado, rompiendo el silencio de la sala. Nate no respondió. En su mente, las palabras de su padre seguían haciendo eco, luchando por mantener su identidad intacta. El hombre le hizo una señal para que lo siguiera de nuevo.

Salieron de la sala y caminaron por otro pasillo. Este era más corto, y al final, Nate pudo ver una puerta más grande, adornada con símbolos que no reconocía. Parecían runas antiguas, mezcladas con signos del distrito Verde. El hombre detuvo su paso frente a la puerta y se giró hacia Nate.

──Aquí conocerás a los demás ──le informó, sus ojos aún clavados en él con esa mirada impasible.── Cada uno de ellos ha pasado por lo mismo que tú. Prepárate para lo que viene.

La puerta se abrió con un suave zumbido, y Nate se quedó mirando la sala que tenía enfrente. Era grande, con techos altos y, al igual que el resto del edificio, estaba bañada en una luz amarillenta que hacía que todo pareciera más surreal. Había varias personas en la sala, todas vestidas con uniformes idénticos al suyo. Algunos estaban en silencio, sentados en bancos metálicos, mientras otros conversaban en susurros, sus voces apenas audibles en el vasto espacio.

Nate dio un paso adelante, sintiéndose observado por cada uno de ellos. Nadie le dijo nada, pero podía sentir la tensión en el aire. Todos estaban esperando algo, lo mismo que él: el comienzo del entrenamiento que cambiaría sus vidas para siempre.

El hombre delgado desapareció por el pasillo, dejándolo solo en esa sala llena de extraños. Nate miró a su alrededor, buscando un lugar para sentarse. Eligió un banco en la esquina de la habitación, donde podía observar sin ser demasiado notorio. Se sentó en silencio, sin apartar la vista de los demás. Nadie parecía dispuesto a hablar con él, y eso estaba bien. Por ahora, prefería mantenerse apartado, tratando de asimilar lo que estaba por venir.

El silencio de la sala fue roto por el sonido de una puerta abriéndose al otro lado. Una figura alta y robusta entró, con un porte imponente. Vestía un uniforme diferente, de un verde oscuro que brillaba ligeramente bajo las luces. Los ojos de todos en la sala se posaron en él.

──Bienvenidos al distrito Verde ──dijo la figura, su voz firme resonando en la sala.── Mi nombre es Koresh, y estaré a cargo de su entrenamiento. A partir de este momento, ya no son quienes eran antes de cruzar esas puertas. Aquí, su identidad será reformada, su fuerza será probada y sus lealtades serán definidas.

Nate sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que esta experiencia lo cambiaría, pero las palabras de Koresh confirmaron sus temores: este lugar no solo buscaba entrenarlos, sino moldearlos a su conveniencia.

Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora