Destruido (Toni Gambino)

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Todo se ha ido a la mierda, tal y como pensaba que iba a ocurrir. He conocido a dos enfermos en esta vida; Gustabo Garcia, que decidió que era mejor morir a seguir haciendo el mal a los que quería y Jack Conway, quien a pesar de todo mata a quien sea con tal de cumplir su objetivo. Y tras la bomba, su objetivo éramos yo y la organización o lo que queda de ella.

Desde que me fui de Marbella, se que mi vida pende de un hilo. Tengo asumido que me toca morir. Pero antes de irme he de soltar todos para, al menos, irme en paz. Igor y José dieron todo porque Hai y yo lográramos huir. Pero el maldito Conway tenia que dejarme completamente solo, se deshizo de Hai sin tenerlo delante de el, Hai perdió la vida ante mis narices sin que yo pudiera hacer absolutamente nada. Conway decidió vengarse si, pero para ello decidió que antes me arrebataría todo. Mi único consuelo, es que al menos mi hermano esta a salvo de las garras de ese psicópata.

Estoy completamente solo en este mundo, ya no tengo nada que perder. Jugué mis cartas y salí perdiendo, la bancarrota en este caso es mi vida. Es sorprendente lo tranquilo y resignado que estoy en este momento, sabiendo que es mi final. Hable con Gordon días atrás y le conté todo lo sucedido en Marbella hace casi un año, su forma de clemencia fue no detenerme; ambos sabíamos que si lo hacia no llegaría a la Federal.

Y ahora me encuentro en este lugar, esperando poder al menos soltar todo ante la persona que se que esta noche va a acabar con mi vida. Si llega en plan psicópata, no habrá nada que hacer, el apretara el gatillo sin mas. Mi única oportunidad de poder morir en paz; es logrando que el padre de Gustabo sea quien aparezca en ese lugar. El querrá saber toda la verdad y es lo único que voy a pedirle antes de que me mate.

Para mi mala suerte, como no podía ser de otra manera, es Jacky el que aparece en la cita. Intento hablar con el, pero no me lo pone nada fácil. Solo cuando empiezo a nombrar a Gustabo, la ira de sus ojos parece disiparse un poco, hasta que por fin me pide que le diga que ocurrió.

-Habla

-Conocía a Gustabo en Marbella. El era el agente que venia a detenerme y me encontró. Me detuvo y me llevo a la montaña y allí me pidió que lo matara.

-No, no puede ser verdad.

-Me hablo de una maldición llamada Pogo. Decía que estaba harto de hacer daño a quienes quería y que necesitaba descansar, quería morir. Me contó que estuvo aislado mucho tiempo en una caravana para evitarlo, pero que no podía soportarlo mas.

-¿Una caravana?

-Es lo que me contó. Intente convencerle créeme que no quería matarlo, fue entonces cuando me dijo que si no lo hacia, él me mataría a mi.

- Tenia problemas, pero ..... se supone que estaba bien. No puede ser verdad.

-Conway, tu hijo murió en aquella montaña. Yo le dispare, cumplí lo que me pidió. Intente convencerle te lo juro pero estaba decidido. El murió solo, y lo ultimo que le pedí fue que me dejara abrazarle.

- Lo mataste. Gustabo ya no esta, he perdido a mi hijo..... por tu culpa.

-Hay algo mas. Robe sus credenciales si, pero mi plan no era este. Si te llame es porque recibí una llamada de alguien. Esa persona me dijo que sabia lo que yo había echo, que no me delataría si te traía a Londres. Y por eso estas aquí.

-Lo mataste

Me miro y lo supe, Jacky había vuelto. Vino hacia mi y comenzamos a pelearnos. Yo lo insulto, el me insulta. Por momentos creo que va a vencerme, pero entonces logro zafarme de su agarre y lo tumbo en el suelo. Puedo acabar con él en ese momento pero no puedo, me doy la vuelta y el aprovecha para abalanzarse sobre mi y entonces caigo tras la barandilla. Llego el momento, de esta no salgo y estoy listo para morir; pero una mano agarra mi brazo y me quedo colgando al precipicio

-Dame la mano Toni, no tiene que acabar así.

-No Conway, estoy acabado.

-No Toni, las cosas pueden cambiar. Podemos ser buenos compañeros.

-Conway, ya no me queda nada. No tengo nada por lo que luchar.

-Toni, no. No te sueltes.

-Adiós Conway.

Me suelto. Me dejo caer y en ese momento siento paz. De alguna manera, agradezco cada segundo que pasa, cada segundo me acerca mas al suelo, me acerca a mi muerte y solo siento paz dentro de mi. Tras meses de pesadillas, ansiedad, malestar... por fin iba a cumplir mi destino. Siempre escuche, que cuando se acerca el final, ves los mejores momentos de tu vida pasar ante tus ojos. Pero yo no solo veo una cosa; la casa de mi infancia y a mi mismo jugando al fútbol con Carlo. Ahí fui realmente feliz, ese momento. Daría cualquier cosa por volver ahí, pero al menos puedo verlo antes del final. Sonrío y cierro mis ojos, el momento se acerca y mi vida se acaba. Mis últimos pensamientos solo pueden ser para una persona.....Perdóname Carlo.

Gustabo Garcia. El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora