Vida

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Rompo el silencio con el miedo,
mi corazón ya se ha cansado
de jugar con el fuego.
Arde mi pecho cuando la llama brota
y el cenicero del tabaco proclama el humo
de un corazón ahogado,
a punto de ser destruido.

Sé que no existen palabras suficientes
que expliquen el inmenso dolor que cargo dentro,
porque surge desde lo más profundo de mi ser.
Me harté de jugar con el fuego
y fingir indiferencia
mientras sus llamas secan mis lágrimas,
pero arde sin pudor dentro de mi pecho.

Rompo el silencio con el miedo.
Seré más clara:
me persigue el miedo de olvidarte
con el paso de los años.
Pues cada día recuerdo menos tu rostro
y tengo miedo.
Me aterra la idea de que los recuerdos que hemos compartido
se conviertan en recuerdos reprimidos.
Tengo tanto miedo de buscarte en la oscuridad
y no encontrarte,
de quedarme con menos fotografías para observarte.

Por eso arde mi pecho, porque tengo miedo,
miedo de morir
y descubrir que nunca me has estado esperando,
que aquí fue donde te vi por última vez,
y fue ayer cuando por tu pérdida lloré.

Me harté de aplaudir la maldita frase de consuelo:
"Os volveréis a ver".
Rompo ese agudo silencio con el miedo,
para suplicar al fuego
que deje de quemar mi mente con suposiciones,
que compense este sufrimiento
con volver a verte, aunque solo sea por última vez.

Que se deje de dar voz a la frase de
"solo se vive una vez".
Yo quiero vivir miles de veces contigo,
y no miles de vidas sin ti.
Me cansé de ser y no ser.
Me cansé de tener una vida bella
y mañana otra vida bella diferente.
Solo deseo tener una vida
en la que estés siempre presente.

Karma Notas. Mi desnudo al descubiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora