Desde que instaló la cámara y los micrófonos cerca de la casa de ____, Izuku había caído en una rutina que rayaba en la obsesión. Cada día, después de las clases, se encerraba en su habitación con la excusa de estudiar o entrenar en solitario. En realidad, pasaba horas observando las transmisiones en vivo desde la cámara oculta que había colocado, asegurándose de que ____ estaba bien y, más importante, de que nadie más se estaba acercando demasiado a él.
Un día, mientras monitoreaba como siempre, Izuku notó algo extraño. ____ no había salido de su habitación en horas. Podía verlo acostado en su cama, inmóvil. El corazón de Izuku comenzó a latir más fuerte; algo estaba mal. Estaba a punto de salir corriendo hacia la casa de ____ cuando, de repente, vio movimiento en la pantalla.
Uno de los amigos de ____, un chico alto con gafas, apareció en la puerta de su habitación. Aunque Izuku no podía oír nada a través de la cámara, vio al amigo entrar con una expresión preocupada y colocar una mano en la frente de ____. Parecía que estaban conversando, pero Izuku no podía saber de qué hablaban. La ira comenzó a crecer en su interior.
"¿Por qué él está ahí y yo no?" pensó con rabia, sus puños apretándose hasta que sus nudillos se volvieron blancos. "¡Ese lugar debería ser mío!"
Esa noche, Izuku no pudo dormir. Su mente seguía reproduciendo la escena una y otra vez. Podía sentir cómo su necesidad de control crecía dentro de él. Sabía que tenía que hacer algo para evitar que eso volviera a ocurrir. Ya no podía soportar la idea de que alguien más estuviera tan cerca de ____.
El día siguiente, durante el almuerzo en la U.A., Izuku decidió dar el siguiente paso. Buscó a Mei Hatsume nuevamente. Esta vez necesitaba algo más específico: un dispositivo de rastreo pequeño, fácil de ocultar y que no pudiera ser detectado fácilmente. Mei, intrigada por la solicitud, no hizo muchas preguntas, limitándose a decir:
—Claro, Izuku. Creo que puedo diseñar algo para ti. Dame un par de días.
Izuku asintió con una sonrisa falsa y se preparó para esperar. Mientras tanto, su mente no dejaba de maquinar. Necesitaba una excusa para ver a ____ en persona, para asegurarse de que el dispositivo de rastreo estuviera colocado en un lugar donde no pudiera ser descubierto.
Finalmente, dos días después, Mei le entregó el dispositivo. Era un pequeño broche que podía adherirse a la ropa sin llamar la atención. Izuku sabía exactamente cómo usarlo. Esa misma tarde, después de las clases, se dirigió al colegio de ____. No podía entrar fácilmente sin ser notado, pero sabía que los amigos de ____ frecuentaban una cafetería cercana.
Esperó pacientemente a que salieran y, efectivamente, unos minutos después vio a uno de los amigos de ____. Izuku lo siguió desde una distancia segura hasta que notó que el amigo entraba a una tienda de conveniencia. Entonces, Izuku actuó rápido. Se acercó a él y, con una excusa inventada sobre estar buscando a ____ para entregarle algo, logró sacar suficiente información.
—Oh, no está aquí hoy. Ha estado enfermo, pero creo que mañana volverá a la escuela —dijo el amigo, sin sospechar nada.
Izuku asintió, agradeciéndole con una sonrisa. Ahora tenía su oportunidad.
Al día siguiente, después de asegurarse de que nadie lo notara, Izuku se dirigió directamente a la casa de ____. Llevaba consigo el dispositivo de rastreo y un pequeño obsequio, un cuaderno de notas en blanco con una carta cuidadosamente escrita en su interior, excusándose por su "preocupación excesiva" y deseándole que se recuperara pronto.
Cuando llegó, tocó la puerta y fue recibido por la madre de ____, quien lo reconoció como el "amigo de la U.A." de su hijo. Izuku puso su mejor cara amable.
—Hola, señora. Vine a ver cómo estaba ____. Me preocupé mucho cuando supe que no estaba bien —dijo, mostrando su típica sonrisa amistosa.
La madre de ____ lo dejó pasar, agradecida por la preocupación del joven. Izuku entró en la casa, su corazón latiendo con fuerza. Caminó hasta la habitación de ____, tocó suavemente la puerta y entró. ____ estaba en la cama, envuelto en cobijas. Cuando vio a Izuku, sus ojos se abrieron un poco más, sorprendido.
—Izuku… no esperaba verte aquí —murmuró, su voz débil.
—Lo siento, ____. Me preocupé demasiado cuando no supe de ti —dijo Izuku, su tono suave y lleno de preocupación. —Solo quería asegurarme de que estabas bien.
Mientras hablaban, Izuku se acercó y dejó el cuaderno sobre la mesa de noche de ____. Aprovechó un momento en el que ____ se giró para colocarlo cerca de su ropa, asegurándose de que el dispositivo de rastreo se pegara discretamente al borde de su suéter.
Esa noche, Izuku regresó a su habitación en la U.A. con una mezcla de emoción y alivio. Conectó su computadora y empezó a rastrear la señal. Cuando vio que el punto aparecía en el mapa, justo en la casa de ____, una sonrisa inquietante se formó en su rostro.
"Ahora podré saber siempre dónde estás, ____," pensó. "Y nadie más podrá acercarse a ti sin que yo lo sepa."
La obsesión de Izuku había tomado un nuevo rumbo. Ya no se trataba solo de verlo a través de una cámara o escuchar conversaciones. Se trataba de tener el control total, de ser el único que supiera dónde estaba y quién estaba con él. En su mente, esto era amor. Un amor que lo llevaría a cualquier extremo necesario para mantener a ____ solo para él.
Izuku sabía que había cruzado una línea peligrosa, pero en su mente, todo valía la pena por proteger a ____ de cualquier amenaza, real o imaginaria. Nadie, absolutamente nadie, lo iba a alejar de su lado.
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Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)
FanfictionLee la historia nomas