Emma
Los libros tienen la culpa de mi idea tan alterada del amor, no sé si su manera de amar es inalcanzable o simplemente en este mundo no les interesa amar de esa forma tan viva. Me siento tan insatisfecha con el amor tan simple que ofrece la realidad.
He vivido fantaseando con esos personajes fantásticos, con esos que realmente aman, con esos que darían todo por las personas que aman, porque en mi mundo simplemente no puedo encontrar a alguien parecido.
Aparto la mirada del libro solo para asegurarme estoy caminando en la banqueta y no en medio de la calle
Mi cabeza retrocede bruscamente cuando choca con algo. Frunzo la nariz y elevo mi rostro
Hago mala cara mirando al tonto de Max frente a mí
Lo miro con toda la intención de reclamarle lo idiota que es, pero me detengo al verlo bien
Mierda, ¿por qué se mira tan bien? ¿Y por qué yo siempre me miro tan mal?
Con esa playera no solo se marcan sus biceps, tambien se ve perfectamente gran parte de uno de sus tatuajes
Es tan jodidamente atractivo.
Las comisuras de sus labios están ladeadas hacia arriba, formando una hermosa sonrisita mientras me mira
Odio su sonrisa, porque me hace creer que es por mí
—Hola —me dice
—Hola —contesto confundida—. ¿Qué estas haciendo aquí?
—¿Te sientes mejor? —me pregunta ignorando mi pregunta
Las mejillas se me calientan no solo al recordar lo que pasó ayer, sino también por la estúpida canción que le recomendé
—…sí —susurro guardando mi libro—, podías escribirme, no tenías que venir a la universidad —subo mis ojos a su rostro
—Quería verte. Hoy no podré visitarte en la residencia, Fabricio esta muy estricto con los entrenamientos, así que no te podré ver en la noche
—Ahm..esta bien —asiento como idiota—, entonces… —miro todo el lugar—, ¿nos…vamos?
Max asiente y empieza a caminar, yo a su lado, solo intento no tropezar con nada, varias personas nos miran, especialmente a Max, incluso los chicos
—Me gusta mucho la canción —habla
—¿Qué canción?
—La que me diste anoche
Maldita canción
—Ah…sí —murmuro—, ¿por…por qué?
—Porque sé que aunque quieres que me aleje, hay una parte de ti que me quiere a su lado
¿Por qué le pregunté?
Trago duro sin saber que decirle. Es que es verdad, quiero que se vaya, pero lo quiero seguir viendo.
—Max deja de decir estupideces, por favor, no digas cursilerías —susurro