╰┈ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃

12. ❰ FRAGMENTOS ❱

Durante la mañana tuvo cosas de las cuales encargarse. Bright había enviado un mensaje de texto con la esperanza de que Win lo lea antes de que apague su teléfono o lo que sea que estaba planeando con tal de poner distancia entre ellos. También recibió una llamada de Fluke avisándole qué su padre ha estado encerrado en su habitación y el no se siente tan fuerte como para enfrentarlo solo, y a su vez, su amigo lo ha llamado para pedirle que lo acompañe a un lugar porque se siente demasiado alterado para ir solo.

Todos parecen estar siendo empujados por algo a un lugar oscuro, ¿no?

Mira la hora en su reloj y golpea el ticket con su dedo antes de guardarlo en el bolsillo de su pantalón. Honestamente, es muy raro que alguien como Zee se despierte tan temprano y lo llame con tanta urgencia así que decide ir a verlo antes de resolver el problema que el cree, es mayor.

Hablar con su padre.

Sabe muy bien que no será un tema fácil, a estas alturas la decisión fue tomada defitivamente y no duda que su papá no haya cedido ni tantito ni se haya detenido a reflexionar, resignandose o más bien... Elevando de más su propio ego.

Él suele ser algo soberbio... Y no está seguro que haya medido correctamente las consecuencias.

— Debes comer algo— comenta con una suave voz mientras empuja el plato hacia la otra persona. En silencio. Los ojos que continúan llorosos lo miran rápidamente y se desvían hacia cualquier otro lugar. — Poom — lo llama y su voz cansada no se disimula.

— Porfavor, Win.

El hombre exhala suave y tira de la silla qué hace ruido al arrastrarse.

— Porfavor, tú— pide. — Sé que te sientes mal, pero dejar de comer no es la solución. ¿Acaso no me viste? ¿No aprendiste? ¡Es un acto de autodestrucción! —exclama.

— No exageres...

— No exagero. Poom, porfavor entiéndeme.

Los ojos tristes que no eran capaces de enfrentarse a la mirada cálida de su hermano menor pronto se llenaron de lágrimas como cascadas. Con un sentimiento de culpa creciente ya siendo incapaz de ocultar, siente que su corazón ahora solo son pequeños fragmentos. Le dijo a su pequeño hermano que quería desaparecer, le dijo que no quería seguir rodeado de toda esta mierda...

Su pequeño hermano temió qué hiciera una estupidez... Y después... Lo trajo lejos de la ciudad, lejos de casa... Lejos del caos.

— Te entiendo — sus dedos temblorosos tocaron el tazon y se obligó a comer.

Win dejo todo con tal de no perderlo y probablemente, no, está seguro que no está bien. Él dejo a quien ama atrás... Y solo dejo una carta ambigua en casa... Él... También ha llorado. También está sufriendo.

— ¿Lo extrañas? — Lo pregunta pero sabe la respuesta. Win se mantiene en silencio y solo asiente. Intenta no alardear sobre su amor así que me da una respuesta directa. — Deberías escribirle o intentar llamarlo.

Win me sonríe con desgana y señala el tazon para que siga comiendo. No quiere hablar del tema.

— No te preocupes por eso.

¿Qué no me preocupe? ¿Qué significa? ¿Podría ser?

— ¿Han roto? —Lanza la pregunta sin tacto y pronto Win se pone tenso. Se mantiene en silencio por unos segundos para después mover la cabeza en negación.— ¿Entonces?

— Debe estar molesto, más bien, debe estar muy enojado y no lo culpo.

— ¿Por qué estaría molesto?— pregunté cediendo al conejito triste, comienza a masticar la comida. —Win, quien siempre ha sido reservado pero honesto no puede ocultar que algo podría no parecerle lo correcto. Poom me quita el cubierto y sostiene el mismo el cuenco mientras rápidamente Win se rasca el cuello. Quiere evadirlo. — Win Metawin — lo nombra con clara advertencia. Incluso si quiere mentirle será atrapado.

Él carraspea y se acaricia el brazo. Inhala y suelta. Sus ojos de encuentran y lo admite.

— También le dejé solo una carta.

Como un reflejo, sus manos dejan de moverse y de pronto, todo se detiene. Incapaz de creer sus palabras, aquellos hilos que parecen desconectados de pronto hacen clic. Por supuesto. ¿Qué hombre dejaría ir tan fácilmente al hombre que ama? Sobre todo con las ideas de no contacto de Win. Aún si Bright es un hombre comprensivo, empatico y  estudiado, también necesita atención. Necesita sentirse amado.

— Es una broma, ¿verdad? —Win mantiene su mirada.— Dios santo, Metawin. ¿Cómo? ¡Tú!

— Me necesitas— es tan serio y determinado. Es un acto de amor que lo hace sentir amado pero incómodo. Siente que está recibiendo sacrificios de partes importantes de dos personas que... Realmente son adecuados.

— Winnie... Pero...

— Está bien— interrumpe. — Sé que lo entiende. Y cuando estés listo para enfrentarlo volveremos. Y para que no estés intranquilo, lo llamaré.

— Pero no pases de hoy.

— Lo prometo, ahora come.

— Bien.

Win sonríe y exhala. Intento llamarlo cuando llegaron pero al parecer las líneas no están bien. No debería sorprenderle porque eligió este lugar específicamente para no ser encontrados por el hombre que le hizo daño a Poompat.

No importa el día que pises este lugar, siempre habrá mucha gente, mucho qué hacer.

Cuando Zee dijo que se trataba de algo que no podía enfrentar solo, tenía razón. Nadie está listo para pisar el hospital, menos si se trata de ver a alguien tan cercano a ti. Tan cerca de tu corazón.

Cuando en la recepción confirman que la persona que busca está ahí y le entregan la billetera con su identificación veo las piernas de mi mejor amigo temblar, casi ceder. Lo sostengo por los hombros.

— Él... ¿Cómo?

La encargada comprendiendo lo que quiere saber sostiene el teléfono que hace tiempo dejo de ser blanco para marcar el número de una extensión.

— Si, doctor. El familiar de su paciente con C.I está aquí —ella se mantiene en silencio mientras escucha las indicaciones y finalmente la escuchamos decir un débil "Mhm" —. Por favor, avancen hasta la zona de consultorios y entren al consultorio 7. El doctor Chiva-aree los recibirá.