· TRES · Una montaña rusa de emociones

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-¿Subes o nos vamos sin ti? -bromeó Brent.

Comencé a andar de nuevo hacia el coche.

-¿Prefieres sentarte aquí adelante? -me preguntó Kody aún sentado. No podía ser más perfecto en este momento.

-No, gracias, ya me siento aquí atrás.

Abrí la puerta del coche azul eléctrico y me senté. Brent arrancó el coche.

-¿Puedes poner música? -comentó Kody.

Mi hermano le dio al botón de la radio. Comenzó a sonar Jessie J con su "money, money". Adoraba esa canción. La de conciertos que he dado yo en la ducha con ella.

-Por favor, cambia. No soporto a esta paleta. Lo único que quiere es ganar dinero con éxitos que están editados por ordenador -respondió Kody ante la canción.

Me quedé un poco perpleja ante su comentario. No me imaginaba que Kody fuese del tipo de chico que ofende a la gente que no le gusta. Bueno, el rubiales y yo no tenemos que ser 100% compatibilidad. Aún así, por algún motivo, me sentía ofendida. Desde aquel comentario, pasamos todo el viaje en silencio, excepto cuando Kody llamó a su madre para decirle que estaría todo el día en nuestra casa.

Brent aparcó el coche en la entrada. Me bajé con la mochila colgada de un hombro, en dirección a mi habitación. Al abrir la puerta de esta, lo primero que me encontré fue a Tyler en su cuarto, puesto que nuestras ventanas estaban conectadas. Y esa era... ¿Rebecca Austin? Ojos verdes, piel morena, rizos perfectos. Efectivamente, era ella. ¿Y qué hacía en el cuarto de Tyler? Oh, cierto. Ella es una guarra, y él un mujeriego. ¿1+1? Por Dios Samantha, lo que tardas en darte cuenta de las cosas...

-¿Ves qué fuerte tengo mi triceratops? -comenta Tyler mientras deja que Rebecca lo toquetee.

En ese momento no pude comenzar a reírme más fuerte y con más ganas. ¿Triceratops? Ahora entiendo ese 2 en Anatomía.

-¡Tríceps, Tyler, Tríceps! -no puedo evitar gritarle desde mi ventana desternillándome.

En ese momento, ambos se dan cuenta de que los estoy observando. Y, sinceramente, tendríais que verme. Apoyada en la ventana, observándolo todo como una cotilla pervertida. A continuación, Rebecca pone una cara de "¿Y esta?". Seguramente ahora mismo estaría pasando por su cabeza algo como "No tiene suficiente vida social y tiene que estar espiando como su vecino liga con la segunda más sexy del instituto". Y si os preguntáis por eso de "la segunda más sexy", lo difundió ella misma como su propio sobrenombre. Y eso de la "segunda" es porque es amiga de Brook. Y, ¡adivinad!. Sí, Brook es la primera.

Rebecca cogió su bolso y se marchó sin decir nada, ni si quiera despedirse de Tyler.

-¡¿De qué vas, Samantha?! -gritó enfurecido.

No pude evitar fijarme en su torso desnudo. La vista y la mente, sobretodo la mente, se me obnubiló en ese momento.

-Yo... No... Es que...

-¡¿Podrías dejar de verme como si fuera comida ahora mismo!? -preguntó algo molesto.

-¡¿Perdona?!

-Sam, lo siento... Tú... Tú no estás gorda... -dijo algo arrepentido.

Cerré la ventana con tanta fuerza que casi la rompo, y corrí un poco las cortinas para que no pudiera verme.

La situación había dado una vuelta de 180 grados. Ahora era yo la ofendida.

¿De verdad estaba gorda, como pensaba Tyler? Me dirigí al espejo, que cubría casi toda la pared, desde el suelo hasta casi el techo. Un paso. Dos. Tres. No estaba preparada para comprobar la verdad. Cuatro y... Cinco. Me paré frente a mi reflejo. Me observé de arriba a abajo. La mirada la dirigí ahora hacia una foto del pasado verano, en la que nos encontrábamos Megan, Skyler y yo.

Cinturas de avispa, vientre plano. Brazos de espagueti. ¿Y yo? Yo más bien una cintura de abejorro. Y... ¿vientre plano? Lo más plano que tengo es el culo. ¡Y los brazos! Más que de espagueti, de fideos de sopas de abuelas.

Pasé mi mano por mi vientre, y después las pasé por las caderas. Demasiado grandes.

Si Tyler pensaba eso, seguro que el resto del instituto opinaba lo mismo.

Me tumbé en mi cama. Necesitaba desconectar... Pero lo único que vinieron a mi mente fueron imágenes de mi infancia.

"-¡Cuidado, no os vaya a arrollar 'Bola de grasa Hastings'! -reía eufórico Neil Louis mientras me señalaba cuando caminaba por el pasillo.

-¡Sí, quitaos del medio, el huracán Samantha se aproxima a nosotros! -continuaba Connor, animado por las risas de Hayley y Candice."

A los diez años comencé a tener conductas impulsivas y agresivas por ellos. Tuve que ir al psicólogo durante dos años.

Sin avisar, las lágrimas comenzaron a desaparecer de mis ojos para alojarse en mis mejillas, jugando a rodar cuesta abajo como niños.

-Hey Sam, Kody y yo vamos a preparar unos... -se detuvo en seco Brent cuando me vió llorando. Se acercó a mí y se sentó a mi lado, mientras que yo me limpiaba las lágrimas- ¿Estás bien, Samantha?

-No me pasa nada Brenton, vete con Kody.

-¿Brenton? ¿Desde cuando me llamas Brenton, Samantha? -dijo poniendo una vocecilla rara al pronunciar mi nombre, y riéndose, intentando animarme.

Giré la cabeza bruscamente hacia mi hermano.

-¿No entiendes que quiero estar sola, o eres demasiado imbécil para eso? -dije agresiva.

-Bueno, lamento querer ayudarte -contestó furioso, pegando un portazo y marchándose.

-¡Espera, Brenton! Yo no... -dije en vano.

Genial, ahora mi hermano estaba cabreado conmigo.

Después de pasarme más de media hora en la cama sin hacer nada, decidí darme una ducha antes de que me recogiera Skyler.

Cogí ropa limpia y me dirigí al cuarto de baño. Abrí el grifo y me metí en la bañera.

Tras un par de canciones de Rihanna, y otro par de Coldplay, cerré el grifo. Saqué la mano de entre las cortinas y palpé a tientas la pared derecha, buscando la toalla. La cogí y me la enrollé por el cuerpo, quedando de mi clavícula hacia arriba al descubierto y de encima de las rodillas hacia abajo. Corrí las cortinas, y a punto de salir de la ducha, escuché el pomo girarse. No me dio tiempo a reaccionar, me quedé paralizada. Solo rezaba para que no fuese...

-¡Kody! -grité.

-¡Samantha! -respondió él fijando la mirada en mi cuerpo semidesnudo.


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*IMPORTANTE! LEED ABAJO*

Hey! Como ya habréis podido observar y como bien indica el nombre de este tercer capítulo, ha sido una montaña rusa de emociones. Ahora Kody la ofende, luego disfruta viendo a Tyler y su triceratops, después la llama gorda, y por último Kody la pilla medio desnuda al salir de la ducha. ¿Puede haber algo peor? No, no lo hay. ¡PREGUNTA!: ¿Qué haríais vosotras si el chico que os gusta os pilla casi desnudas al salir de ducharos? ¡COMENTADLO ABAJO, Y LA RESPUESTA QUE MÁS ME GUSTE LA INCLUIRÉ EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO, DEDICÁNDOSELO A QUIEN LO HAYA DICHO! Palabra de escritora!

Besos

~Laura

The DUFF • [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora