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Una de las cosas que más mantenían a Leo en la soledad era qué él mismo se aislaba de los demás, solía rechazar las invitaciones de Mikey y Donnie para ir a divertirse con ellos, solía evitar a Rapha y también evitaba hablar con Splinter, a pesar de lo cercano que era a él. No sabia porque tenía ese comportamiento, pero, en el fondo, no le disgustaba.

Se había acostumbrado de cierta forma a su soledad, a pasar las tardes, los días y las noches completamente solo. Eso le complicaba bastante las misiones, tenía miedo de que a sus hermanos les pasara algo, pero también sentía que les estorbaba estando allí sin poder hacer mucho más que darles indicaciones.

—Volví con él.

—Me lo imaginaba.

Ambas tortugas se encontraban tiradas en el techo de algún edificio de por ahí, mirando el cielo, sin atreverse a mirarse el uno al otro.

—Dijo que no volvería a pasar.

—Van como cinco veces que dice lo mismo.

—Pero será diferente, estoy seguro, él... Él me ama— Decía Rapha con un poco de ilusión aún, él si amaba a Casey, y no podía pasar mucho tiempo alejado de él.

—Rapha, si te amara se dejaría de hablar de esa forma con April. Mira, yo quiero mucho a esos dos, pero te están haciendo mucho daño, esto va a terminar muy mal... Primero se coqueteaban y la última vez se besaron ¿Enserio esperaras a que se acuesten para decidir alejarte por completo?— Leo se escuchaba ya desesperado de la situación, ver así a su hermano le daba un pinchazo en el pecho, quería verlo feliz.

Rapha sintió aquellas palabras como una cubetada de agua fría, y, lo sintió como un ataque también, no importaba que, él defendía a Casey siempre.

—No tienes que hablarme como si fuera un idiota, además no me des la imagen mental de ellos dos así... Sabes que ellos no... No serían capaces.

—Tal vez April no pero vamos, a Casey no le importaría.

Rapha volvió a sentir ese dolor en su pecho, y es que sabia que Leo decía la verdad.

—Mejor tomate tus pastillas y vete a dormir, Leo, no debí contarte esto.

Rapha se levantó dispuesto a irse pero su hermano lo detuvo, tomó sus hombros y se le quedó mirando unos segundos.

—Eres tan cruel Rapha, eres tan hiriente— Reclamó el azul mirandole a los ojos— ¿Porqué estoy enamorado de alguien tan agresivo como tú?

—Yo me pregunto lo mismo con Casey, yo me pregunto porque amo a alguien que sabe como dañarme y se aprovecha de cada oportunidad que tiene para hacerlo— Le dijo después de algunos minutos. Aún no procesaba bien que el azul le repitiera tanto lo enamorado qué estaba de él.

—Pero yo no soy Casey.

—Si, ese es el problea... Tú no eres Casey.— Decía bajando la mirada —Si lo fueras, sé que tú no me harías daño.

Ambos se quedaron en silencio, las manos de Leo resbalaron desde los hombros del rojo hasta su antebrazo, lo apretó fuerte y pegó su frente a la del más bajo, quien no le miraba y sólo se limitó a soltar un suave sollozo.

—Si no hubieras vuelto con él ¿Me besarias ahora?

Rapha lo miró por fin, levantando su cabeza haciendo que sus narices se tocaran, teniendo vista a los hermosos ojos de su amigo.

—Si— afirmó después de varios segundos de silencio— S-Si creo que lo haría pero, no puedo Leo, siento que muero cuando me deja.

—Pero no vas a morir Rapha, yo no te voy a dejar morir.

Las manos de Leo fueron a parar al caparazón de Rapha, abrazandolo con fuerza y escuchando como este respiraba con algo de dificultad y sollozaba de vez en cuando.

—Lamento lo que dije... Sobre las pastillas. Lo siento enserio.

—No te preocupes por eso.

A pesar de que aquel comentario si le había dolido, no quería causarle más pesar al rojo, sólo quería tranquilizarlo y hacerlo pensar mejor las cosas.

—¿Estas mejor?— Rapha asintió a la pregunta, por lo que Leo se separó de él y le sonrió delicadamente.

El más bajo se quedó mirando aquella sonrisa que le trasmitia tranquilidad y amor, amaba esa sonrisa, amaba como Leo lo podía hacer sentir tan bien tan sólo con sonreírle.

—Vamos a casa— Le dijo y tomó su mano para llevárselo de ahí. El rojo se dejó llevar, esa noche no estaba de luto pero aún así durmió en la misma cama que Leo.

Leo no quería a nadie cerca suyo, pero Rapha era la excepción, con él se sentía feliz, ni siquiera necesitaba pastillas cuando dormían juntos.

Loneliness 《Leonardo X Raphael》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora