Jujutsu Kaisen/ One Shots

Fushiguro Toji/ +18

¡TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD!

Hace casi un mes terminaste tu relacion con, Toji. Pero había un pequeño problema, y era que no se despegaba de ti y nunca te dejaba sola para nada. Y era muy toxico. Últimamente te estabas sintiendo mas observada, cada vez que salías a algún lugar. Sentías una mirada sobre ti que te daban escalofríos, todo el tiempo. Era el, Toji, que no podía dejar de pensar en ti. Él estaba obsesionado contigo, aunque nunca te volvió a hablar hoy iba a hacerlo. Estabas en tu casa buscando que ver en la televisión, cuando escuchaste que alguien tocaba la puerta con mucha fuerza e impaciencia. Te acercaste y te asomaste al rabillo de la puerta, lo viste, era él.

-Oye, sé que estás ahí ¿No me abrirás la puerta? 

-Vete, Toji, ya termine contigo...y te deje bien claro que no te quería volver a ver-El enfado en la voz ronca de Toji era palpable cuando se inclinó más cerca de la puerta, su gran figura ocupando la mayor parte de la vista de la mirilla. 

-No tienes derecho a decirme lo que quiero o necesito-sus palabras estaban cargadas de veneno, cada sílaba goteaba con amargo resentimiento. 

Se enderezó, sus ojos se entrecerraron hasta convertirse en rendijas mientras consideraba su próximo movimiento. El aire parecía espesarse a su alrededor, pesado por la tensión y la ira apenas contenida. Los enormes brazos de Toji se flexionaron ligeramente a sus costados, el músculo abultado debajo de sus mangas en una amenaza silenciosa. 

-¿Crees que dejarme afuera hará que esto desaparezca? ¿Crees que puedes simplemente alejarte de mí después de todo lo que hemos pasado?-Su ​​profunda voz de barítono retumbó a través de la puerta de madera, cada palabra puntuada por un gruñido sutil. 

-No lo creo, cariño.

Un golpe fuerte e impaciente resonó a través de la delgada barrera mientras Toji seguía esperando, su presencia era un obstáculo formidable entre Karma y su deseada soledad. Su postura decía mucho sobre su determinación inquebrantable de hacerse notar, de hacer sentir su presencia. 

-No me iré hasta que me abras la puerta

-Entonces, empieza a aburrirte porque no te voy a abrir-La respuesta de Toji fue inmediata y contundente, su ira ardía a fuego lento justo debajo de la superficie. Los golpes se intensificaron, cada impacto era una declaración de su impaciencia y frustración. 

-Bien, así será- gruñó, su voz apagada pero no menos amenazante a través de la puerta. 

-Pero no digas que no te advertí

Con una oleada de energía primaria, Toji se abalanzó sobre la puerta, su hombro chocó contra el marco de madera con un estruendo atronador. Las bisagras crujieron en protesta cuando la puerta comenzó a ceder, la cerradura se tensó contra su inmensa fuerza. Toji gruñó de esfuerzo, su cuerpo musculoso se flexionó y tensó mientras volcaba toda su ira y determinación en abrir la barrera a la fuerza. Las astillas volaron cuando la madera crujió bajo el asalto, finalmente cediendo con un chapoteo de pintura rota y un chirrido de metal que protestaba. La puerta quedó entreabierta, su cerradura rota era un testimonio de la voluntad implacable de Toji. Entró, su figura alta y musculosa llenó la entrada mientras miraba a Karma con un aire de posesión inquebrantable y furia apenas contenida. 

-Te dije que no me iría-gruñó, su voz profunda vibrando a través de la habitación.

La intensidad de la mirada de Toji pareció quemar el alma de Karma mientras se alzaba sobre ella, su enorme figura proyectando sombras largas y siniestras sobre las paredes. Sus ojos, oscuros y penetrantes, la clavaron en los de ella con una amenaza tácita, como si la desafiaran a desafiarlo aún más. Karma podía sentir el calor de su ira irradiando de él en oleadas, haciendo que el aire a su alrededor crepitara de tensión. Ella permaneció congelada en su lugar, sus extremidades temblando ligeramente por una mezcla de miedo y conmoción ante la pura fuerza de su presencia. La puerta rota crujió siniestramente detrás de él, un inquietante recordatorio de su dominio y fuerza inquebrantables.