~ Aliados en la oscuridad ~

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**Capítulo 8: Aliados en la Oscuridad**

El mensaje de Dipper había dejado un silencio incómodo en la cabaña. Lilith miraba la esfera apagada, intentando procesar lo que acababan de escuchar. No solo estaba Bill de vuelta, sino que también tenía aliados, lo que significaba que la amenaza era mucho mayor de lo que habían imaginado.

Stanford se pasó una mano por el rostro, evidentemente perturbado. Sabía que la lucha contra Bill siempre había sido peligrosa, pero el hecho de que ahora estuviera aliado con alguien más añadía un nivel de incertidumbre que no podía ignorar.

"¿Qué crees que quiso decir con que Bill no está trabajando solo?" preguntó Lilith, rompiendo el silencio.

Stanford frunció el ceño y se puso a pensar. "No lo sé con certeza, pero hay muchos seres poderosos en otras dimensiones que estarían interesados en el Nexus. Si Bill ha hecho una alianza con alguno de ellos, nuestras probabilidades se reducen considerablemente."

Lilith se cruzó de brazos, sintiendo una mezcla de frustración e inquietud. "No podemos esperar a que Dipper llegue. Si Bill está moviendo piezas, también debemos hacerlo. ¿Tienes alguna idea de quién podría estar con él?"

Stanford se levantó de su asiento y comenzó a caminar de un lado a otro, claramente pensando en todas las posibilidades. "Podría ser cualquiera. Durante mis investigaciones dimensionales, conocí a entidades que habrían estado encantadas de aliarse con Bill por el simple placer de ver el caos reinar. Pero si Dipper dice que esto es peor de lo que pensamos… entonces podríamos estar enfrentándonos a algo completamente nuevo."

Lilith sintió una oleada de ansiedad recorriéndole el cuerpo. Sabía que tenía que mantener la calma, pero la sensación de que el tiempo se les escapaba la estaba asfixiando. Tenía que actuar, tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde.

"¿Y si vamos directamente al Nexus antes de que Bill lo encuentre?" sugirió Lilith, con los ojos fijos en Stanford. "Podríamos bloquear el acceso o sellarlo de alguna manera."

Stanford negó con la cabeza. "Es demasiado arriesgado, Lilith. Si Bill está ya cerca del Nexus, puede que tenga trampas o guardianes esperándonos. Necesitamos más información antes de hacer algo tan precipitado."

Lilith apretó los puños, odiando la sensación de impotencia. Sabía que Stanford tenía razón, pero la idea de quedarse esperando mientras Bill hacía su jugada le resultaba intolerable. Sus poderes estaban aumentando, lo sentía con cada entrenamiento, pero también sentía la presencia de Bill, siempre acechando, siempre cerca, como una sombra que no podía deshacerse.

Antes de que pudiera responder, la puerta de la cabaña se abrió de golpe, haciendo que ambos se volvieran hacia la entrada. Ahí, de pie bajo el umbral, estaba una figura que Lilith no había visto en años, pero que reconoció al instante.

"Dipper," susurró, sorprendida por lo rápido que había llegado.

Dipper Pines, ahora un joven de dieciocho años, entró en la cabaña, con la misma determinación en los ojos que Lilith había escuchado en sus historias. Llevaba una mochila llena de libros y artefactos, y su rostro mostraba signos de cansancio, como si hubiera estado viajando sin descanso desde que recibió el mensaje.

"Llegué tan rápido como pude," dijo Dipper, dejando caer su mochila en el suelo y acercándose a Stanford y Lilith. "Pero no tenemos tiempo que perder. Bill no está solo, y lo que está buscando podría destruir mucho más que Gravity Falls."

Lilith lo miró con una mezcla de asombro y respeto. Sabía que Dipper era alguien especial, pero verlo en persona, con una presencia tan fuerte y decidida, le hacía sentir que tal vez había una posibilidad de vencer a Bill después de todo.

"¿Qué es lo que sabes?" preguntó Stanford, claramente aliviado de ver a su sobrino, pero ansioso por escuchar la información que había traído.

Dipper sacó un cuaderno de su mochila, similar a los diarios que Stanford había escrito hace años. "He estado investigando desde que recibí su mensaje. Bill está trabajando con un grupo de entidades conocidos como 'Los Vigilantes'. Son seres dimensionales antiguos, mucho más viejos que Bill. Su única misión es proteger el equilibrio entre dimensiones, pero de una forma cruel: eliminando cualquier cosa que vean como una amenaza al equilibrio. Eso incluye a humanos, civilizaciones enteras y, lo más preocupante… el Nexus."

Lilith se quedó helada al escuchar la mención de 'Los Vigilantes'. Había leído sobre ellos en los libros de Stanford, pero siempre los había visto como figuras lejanas, inalcanzables, algo que existía más en la teoría que en la práctica.

"¿Y por qué se aliarían con Bill si su objetivo es proteger el equilibrio?" preguntó Lilith, intentando entender el razonamiento de esos seres.

Dipper la miró, su expresión grave. "Porque Bill les ha convencido de que el Nexus es una amenaza mayor de lo que ellos pensaban. Los ha manipulado para que crean que, si no lo destruyen, todas las dimensiones colapsarán. Y están dispuestos a hacer lo que sea necesario para evitarlo, incluso si eso significa destruir la Tierra."

Stanford dejó escapar un suspiro pesado, como si cada palabra de Dipper confirmara sus peores temores. "Entonces, no solo estamos luchando contra Bill… estamos luchando contra seres que creen que están haciendo lo correcto."

Lilith sintió un frío recorrerle la espalda. No solo estaban en peligro; el destino de todas las dimensiones podía depender de sus acciones. Pero al mismo tiempo, una chispa de esperanza se encendió dentro de ella. Si Los Vigilantes eran seres racionales, tal vez, solo tal vez, podrían hacerles ver que estaban siendo engañados.

"Tenemos que hacerles entender que Bill los está manipulando," dijo Lilith, mirando a Stanford y a Dipper. "No podemos enfrentarnos a ellos en una lucha directa. Son demasiado poderosos. Pero si podemos convencerlos de la verdad, tal vez podamos detener este desastre antes de que comience."

Dipper asintió lentamente, considerando las palabras de Lilith. "Podrías tener razón. Pero necesitamos pruebas. Algo que Los Vigilantes no puedan negar."

Stanford se acercó a su escritorio, rebuscando entre sus papeles. "Sé dónde podríamos encontrar lo que necesitamos. Hace muchos años, encontré un texto antiguo que mencionaba a Los Vigilantes y su código de conducta. Si podemos demostrar que Bill está violando ese código, tal vez podamos hacer que duden de su lealtad hacia él."

Lilith se levantó de su asiento, sintiendo una nueva determinación fluir a través de ella. Sabía que no iba a ser fácil, pero por primera vez en días, sentía que tenían un plan, una posibilidad de éxito.

"Entonces, ¿dónde está ese texto?" preguntó Lilith, su mente ya enfocada en la siguiente etapa.

Stanford la miró con una sonrisa cansada. "Está en la Biblioteca Oculta de Gravity Falls… y no va a ser fácil de encontrar."

Lilith intercambió una mirada con Dipper. Los dos sabían lo que eso significaba: peligros, trampas, y quién sabe qué más. Pero si eso era lo que se necesitaba para detener a Bill y a sus nuevos aliados, estaban más que listos para enfrentarlo.

"Nos dirigimos a la Biblioteca Oculta," dijo Stanford, empacando algunos de sus artefactos más útiles. "Preparen todo lo que necesiten. Una vez que estemos allí, no habrá marcha atrás."

Lilith asintió, y mientras Dipper ajustaba su mochila, no pudo evitar sentir que, por primera vez en mucho tiempo, no estaba sola en esta lucha. Bill Cipher podía haber encontrado aliados poderosos, pero ellos también los tenían. Y estaban dispuestos a luchar hasta el final.

Con una última mirada al bosque que rodeaba la cabaña, Lilith se preparó para lo que vendría. Sabía que el tiempo estaba en su contra, pero también sabía que, si lograban llegar a la Biblioteca Oculta, tendrían una oportunidad real de cambiar el destino que Bill y Los Vigilantes habían trazado.

**Continuará...**

Hija de la Oscuridad y la RazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora