El sonido del lápiz al raspar el papel era lo único que llenaba el silencio en la habitación de Jin. Desde que había regresado del hospital, su vida se había vuelto una rutina monótona de estudios y trabajo sin descanso. Tenía catorce años cuando el derrumbe sucedió, pero la culpa que cargaba sobre sus hombros lo había hecho sentir más viejo. A medida que pasaban los años, se había convencido de que solo había una forma de redimirse: convertirse en arquitecto.
A los dieciocho años, Jin entró a la universidad con una sola meta en mente. Había elegido arquitectura porque sentía que era la única manera de enfrentarse a su pasado. Si podía construir algo sólido, seguro... tal vez así podría devolverle a su hermano una fracción de la vida que él sentía haberle arrebatado. Pero, sobre todo, creía que si podía rediseñar ese espacio, aquel maldito lugar, podría reconstruirse a sí mismo.
Los años en la universidad fueron difíciles. Aunque era un estudiante brillante, la presión que él mismo se imponía era insostenible. Pasaba largas horas en la biblioteca, revisando cada plano, cada cálculo, obsesionándose con los detalles. Sus compañeros lo admiraban por su dedicación, pero nadie entendía realmente la intensidad detrás de sus ojos. Jin rara vez hablaba de su pasado; solo mencionaba que había perdido a su hermano menor en un accidente, pero nunca daba más detalles.
Jin miraba la pantalla de su computadora, su rostro reflejando una mezcla de concentración y ansiedad. El modelo del centro comercial que diseñaba parecía tan pequeño y frágil, como si estuviera a punto de derrumbarse con el más mínimo error. Sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, ajustando detalles y corrigiendo cálculos, buscando una perfección casi imposible.
—Este proyecto... no puede fallar —murmuró para sí mismo, sus ojos fijos en el monitor.
A su alrededor, la oficina estaba casi vacía. La mayoría de sus compañeros de trabajo ya se habían ido, pero Jin solía quedarse hasta tarde, atrapado entre la obsesión y la necesidad de demostrar que podía hacerlo bien esta vez. Tenía el propósito de rediseñar el centro comercial que había marcado su vida, como una forma de exorcizar los demonios de su pasado.
Un golpe suave en la puerta interrumpió su flujo de pensamientos. Se giró y vio a su supervisor, el Sr. Park, un hombre de mediana edad con una expresión severa, pero preocupada.
—Jin, ¿todavía aquí? —preguntó el Sr. Park, frunciendo el ceño—. ¿No te has ido a casa?
Jin se encogió de hombros, evitando el contacto visual.
—Quería terminar algunos detalles, señor. Es... importante.
El Sr. Park asintió, caminando hacia el escritorio de Jin.
—Lo sé. He visto cómo te dedicas a este proyecto. Pero necesitas descansar, Jin. No puedes cargar con todo tú solo.
Jin suspiró, sintiendo el peso de esas palabras. "No puedes cargar con todo tú solo." ¿Acaso no era eso lo que había estado haciendo desde que era un niño? Tratar de cargar con la culpa de la muerte de su hermano, con el dolor de ver a su familia desmoronarse.
—No es solo el trabajo, señor —dijo finalmente, con la voz quebrada—. Es... todo lo demás.
El Sr. Park lo miró con empatía, dándose cuenta de que Jin estaba enfrentando más que solo un proyecto arquitectónico.
—Entiendo. Pero recuerda que no estás solo. Este proyecto es importante para todos nosotros, pero no vale la pena sacrificar tu salud mental o física por ello.
Jin asintió lentamente, agradecido por el apoyo, pero sabiendo que su necesidad de enfrentar ese lugar, de enfrentarse a sí mismo, era más fuerte que cualquier consejo bienintencionado.
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Desde los cimientos (Yoonjin)
FanficEn una obra llena de recuerdos dolorosos y secretos enterrados, Jin, un arquitecto con un pasado difícil, se encuentra con Yoongi, un obrero que parece conocer demasiado bien las cicatrices de aquel lugar. Lo que comienza como un choque entre dos mu...