Capítulo 4: Los Primeros Indicios del Pasado

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El día comenzó como cualquier otro en el café Familia. Las camareras estaban ocupadas con sus tareas habituales, y Hayato se encontraba en la cocina, ayudando con la preparación del desayuno para el equipo. La atmósfera en el café estaba llena de energía y entusiasmo, con el aroma de café fresco y pan recién horneado llenando el aire.

Akane estaba organizando los suministros en la cocina, asegurándose de que todo estuviera en orden para el día. Ami y Riho estaban en la sala de estar, organizando el espacio y preparando las mesas para la llegada de los clientes.

Oka estaba encargada de la limpieza de las mesas, mientras que Shiragiku se dedicaba a la atención de los detalles en la decoración del café. La coordinación entre ellas era impecable, y aunque cada una tenía su propia manera de trabajar, todas compartían un objetivo común: ofrecer la mejor experiencia posible a los clientes.

A medida que avanzaba el día, el café comenzó a llenarse de clientes. Hayato observaba desde su puesto en la cocina, notando cómo las camareras manejaban con destreza las demandas y solicitudes de los clientes. Aunque la rutina era repetitiva, la energía positiva en el café hacía que cada día fuera único.

En medio de esta rutina, Shiragiku se acercó a Hayato con una expresión pensativa. "Jefe, he estado pensando en una idea para el café. ¿Qué te parecería si organizáramos una noche de temática retro?"

"¿Temática retro?" preguntó Hayato, intrigado. "¿Qué implicaría eso?"

"Podríamos decorar el café con un estilo vintage, ofrecer un menú especial con comida y bebidas que eran populares en el pasado, y quizás incluso poner música retro", explicó Shiragiku con entusiasmo. "Creo que sería una forma divertida de atraer a más clientes y ofrecer algo diferente."

Hayato asintió, considerando la propuesta. "Suena interesante. Hablaremos más de eso en la reunión de mañana."

Mientras tanto, Ami estaba en la cocina, preparando una nueva bebida especial que había creado. Su entusiasmo por la cocina y la innovación era contagioso, y su creatividad siempre traía algo nuevo al menú. Riho estaba a su lado, ayudándola y aprendiendo sobre las nuevas recetas.

De repente, el sonido de la campana de la puerta del café llamó la atención de todos. Un nuevo cliente había entrado, un hombre mayor con una apariencia distinguida. Llevaba un sombrero elegante y un abrigo que parecía de otra época.

El hombre se acercó al mostrador y Hayato, siguiendo el protocolo, se acercó para recibirlo. "Bienvenido a Familia. ¿En qué puedo ayudarle hoy?"

El hombre le sonrió amablemente. "Hola. Estoy buscando un lugar tranquilo para tomar un café y disfrutar de un buen libro. He oído hablar muy bien de este lugar."

"Nos alegra escuchar eso", dijo Hayato, ofreciéndole una sonrisa. "Tenemos una variedad de cafés y pasteles. Si tiene alguna preferencia, no dude en decírmelo."

El hombre asintió y pidió un café negro y una porción de pastel de manzana. Mientras Hayato preparaba el pedido, el hombre se sentó en una mesa cerca de la ventana, sacando un libro antiguo de su bolso.

A medida que avanzaba la tarde, el café se mantenía animado, y el hombre mayor parecía disfrutar de su tiempo allí. Sin embargo, Hayato no pudo evitar sentir una extraña sensación de familiaridad al ver al hombre. Era como si hubiera algo en su presencia que le resultara inquietantemente conocido, aunque no podía poner en palabras qué era.

Después de que el hombre se fue, Hayato y las camareras se encontraron en la sala de descanso para la reunión diaria. La conversación se centró en las sugerencias para el café, y Hayato aprovechó la oportunidad para presentar la idea de Shiragiku.

"Creo que la idea de una noche temática retro es excelente", dijo Hayato. "Vamos a planificarla y ver cómo podemos implementarla."

"¡Genial!" exclamó Ami. "Será divertido y nos dará una nueva forma de interactuar con nuestros clientes."

Mientras discutían los detalles, Oka y Riho estaban ocupadas tomando notas y sugiriendo posibles fechas para el evento. La energía en la sala era positiva, y todos estaban emocionados por el nuevo proyecto.

Al final de la reunión, Shiragiku se acercó a Hayato con una expresión pensativa. "Jefe, hay algo que me ha estado molestando. Desde que comenzamos a trabajar aquí, he notado algo extraño. Es como si hubiera algo en el aire, una sensación que no puedo describir con claridad."

"¿Extraño?" preguntó Hayato, interesado. "¿Cómo te refieres a eso?"

"No estoy segura", admitió Shiragiku. "Es solo una sensación vaga, pero creo que podría ser importante. Tal vez deberíamos estar atentos a cualquier cosa inusual."

Hayato asintió, considerando las palabras de Shiragiku. "Lo tendré en cuenta. Gracias por avisarme."

Mientras el grupo se dispersaba para continuar con sus tareas, Hayato se quedó en la sala, reflexionando sobre la conversación. Aunque estaba ocupado con las responsabilidades del café, la sensación de familiaridad y el extraño sentimiento que había experimentado con el hombre mayor seguían en su mente.

Más tarde esa noche, cuando todos se habían retirado a sus habitaciones, Hayato se encontraba en su cama, tratando de relajarse. Aunque estaba cansado, su mente no dejaba de trabajar. La idea de un pasado que parecía estar a punto de regresar lo inquietaba, y no podía evitar preguntarse si los ecos de su vida anterior estaban comenzando a manifestarse.

Mientras se sumía en sus pensamientos, el sonido de un reloj antiguo en la casa, que había estado allí desde antes de su llegada, empezó a sonar con un ritmo constante y melancólico. Aunque era una característica habitual de la casa, en ese momento el sonido parecía resonar con una profundidad diferente, como si estuviera marcando el inicio de algo importante.

El sueño finalmente comenzó a tomarlo, pero su mente seguía activa. Los recuerdos de su vida pasada como Shido Itsuka y las experiencias con los Espíritus permanecían en un rincón de su mente, esperando el momento adecuado para emerger. Aunque se esforzaba por concentrarse en su vida presente y en el café, no podía ignorar la sensación de que algo estaba a punto de cambiar.

Con un último vistazo a la habitación, Hayato cerró los ojos, preparándose para enfrentar el nuevo día y las sorpresas que podría traer. Mientras tanto, en la tranquilidad de la noche, la casa Familia permanecía en silencio, esperando el próximo capítulo de su historia.

Renacimiento de un Héroe: Entre Espíritus y CaféWhere stories live. Discover now