La base de la Liga de Villanos estaba, como siempre, envuelta en una atmósfera caótica y desorganizada. Era un lugar oscuro y mal iluminado, con paredes de concreto y el techo bajo, lleno de grietas y cables colgando. Mesas llenas de latas vacías y cajas apiladas en las esquinas. El ambiente olía a humedad y cigarrillos, pero también había un aroma más agradable que provenía de la cocina, donde Kurogiri estaba preparando algo que parecía mucho más sofisticado que el estado en que vivían.
Shigaraki y Spinner estaban sentados frente a una vieja televisión, con dos controles en las manos, completamente inmersos en un videojuego. Shigaraki, siempre irritable, gritaba mientras veía cómo su personaje moría una y otra vez en la pantalla.
― ¡Deja de matarme, maldita sea! ― exclamó Shigaraki, frunciendo el ceño y golpeando su control con frustración.
Spinner, con una sonrisa burlona en el rostro, no se molestó en disimular su satisfacción. Mantenía su personaje en juego sin problemas, y parecía disfrutar cada vez que derrotaba a Shigaraki.
― No es mi culpa que seas tan malo, jefe ― se rió Spinner, sin dejar de concentrarse en la pantalla ― Quizás deberías practicar más.
Shigaraki apretó los dientes, claramente enfadado, pero continuó jugando. A lo lejos, Toga estaba sentada en una mesa, afilando meticulosamente sus cuchillos. Cada vez que pasaba la hoja por la piedra de afilar, emitía un sonido agudo y limpio, mientras ella tarareaba suavemente, perdida en sus propios pensamientos.
― Ah, Ochaco y Izuku... son los amores de mi vida ― murmuraba Toga, mientras sus ojos brillaban con un toque de locura ― No puedo esperar para verlos de nuevo.
Mr. Compress, siempre impecable en su manera de vestir y comportarse, estaba en una esquina cuidando de su equipo. Revisaba sus pequeños dispositivos, asegurándose de que todo funcionara a la perfección.
En otra parte del salón, Twice hablaba solo... o mejor dicho, discutía consigo mismo. Su incesante charla sobre los héroes y lo terribles que eran no parecía tener fin, y su bipolaridad se manifestaba en constantes cambios de tono y actitud.
― ¡Los héroes son todos unos malditos! ― gritó con furia, para luego suavizarse y agregar ― Aunque, claro, no todos... algunos son peores que otros.
Mientras todo esto sucedía, Dabi estaba en el fondo de la sala, apoyado en una pared mientras bebía vaso tras vaso de tequila. Las botellas vacías se acumulaban a su lado, y su mirada distante indicaba que su mente estaba en otro lugar. No parecía prestarle atención a nadie, simplemente se refugiaba en la bebida, como si quisiera desconectarse del caos a su alrededor.
Kurogiri, en la cocina, estaba terminando de preparar el almuerzo. El contraste entre su actitud calmada y las personalidades ruidosas de los otros villanos era evidente. A pesar de su apariencia sombría, su habilidad para cocinar era innegable, y el delicioso olor que salía de la cocina lo demostraba. Algo rico, probablemente un guiso, burbujeaba en una olla, y el aroma cálido de especias llenaba el espacio, dándole al lugar un toque inusual de hogar.
― El almuerzo está listo ― anunció Kurogiri, su voz calmada resonando en la sala.
Los villanos comenzaron a moverse hacia la mesa, excepto Dabi, que seguía bebiendo en silencio. Kurogiri, siempre responsable, no pudo evitar lanzar una advertencia.
― No deberías beber tanto, Dabi ― dijo en su tono habitual, sin mostrar emoción alguna.
Dabi levantó el vaso a la altura de sus ojos, observando el líquido ámbar antes de darle otro trago largo. Sin siquiera mirar a Kurogiri, le dio el dedo medio, dejando claro que no tenía interés en seguir su consejo.
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Herencia de Sombras [ DabiTodo ]
FanficDabi, un alfa sombrío y peligroso de la Liga de los Villanos, nunca esperó que su pasado volviera a atraparlo de una manera tan inesperada. En una noche cualquiera, es llevado a un oscuro callejón, sin saber por qué. Allí, encuentra a un omega de ca...