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Al día siguiente, el entrenamiento había comenzado, y Marvin, que se encontraba nuevamente en el nivel avanzado, sentía el peso de la situación.

Los niveles de carreras eran intermedio, avanzado y olímpico, el ser bajado a avanzado, era humillante.

El agua ya no era su aliada, y el "respeto" que una vez había recibido se había transformado en una fría indiferencia, si no en hostilidad. Con cada brazada que daba, la realidad de su situación se hacía más evidente.

Los miembros del equipo olímpico, quienes lo miraban con admiración o un profundo miedo, comenzaron a lanzarle comentarios sarcásticos, repitiendo las mismas palabras que él solía utilizar para rebajarlos.

- ¡Vamos, Waters! ¿Eso es todo lo que tienes? No estorbes si vas a nadar tan lento - soltó uno de los nadadores con una sonrisa burlona mientras se colocaba la gorra, viendo a Marvin en la piscina.

- ¡No gastes tu tiempo si no vas a mejorar! Eres de nivel olímpico, ¿recuerdas? - dijo otro.

Marvin solo podía apretar los dientes, la humillación lo carcomía por dentro, pero no podía hacer nada más que seguir nadando.

Sentía su ego desmoronarse con cada palabra, cada mirada despectiva. ¿Cómo se atreven a hablarle así?

Justo cuando los comentarios empezaban a subir de tono, Sam decidió intervenir.

- ¡Suficiente, chicos! - dijo Sam, quien levantó la voz, deteniendo a los nadadores que seguían con sus burlas - No vamos a caer tan bajo como él lo hizo, esto es un equipo, y en un equipo nos apoyamos... Ahora, volvamos a lo nuestro.

Los nadadores guardaron silencio, sabiendo que Sam tenía razón era su responsabilidad mantener el orden y el respeto en el equipo, y no iba a permitir que las cosas se salieran de control, incluso si Marvin se lo merecía.

Aunque todavía había resentimiento hacia Waters, sabían que el comportamiento que estaban mostrando no era el camino para demostrarlo.

Sam, aunque joven, y también resentido con Marvin por cómo trata a su amorcito, se había ganado el respeto del equipo no solo por su habilidad en el agua, sino por su liderazgo justo y firme. Era un mejor líder que aquel arrogante, sin duda alguna, en palabras del equipo.

- Ahora, a las plataformas de salida... Vamos a practicar saltos y nado mariposa, ida y vuelta, 300 metros - ordenó Sam, retomando el control del entrenamiento - Quiero ver precisión y velocidad ¡Vamos!

Mientras los nadadores se dirigían a sus posiciones, Sam notó la llegada de Oscar, lo que lo puso un poco nervioso, como siempre le sucedía cuando Oscar estaba cerca.

Sabía que sabía mantener la compostura, pero no podía evitar que su corazón latiera un poco más rápido.

Oscar, que había venido a entrenar y ayudar un poco en la organización del torneo de waterpolo, se acercó a Sam con una sonrisa, ya estaba solamente en el traje de baño del centro, traía su gorra, goggles, y una toalla pequena de las que secan rápido en sus manos. Su tono de piel bronceado definía mucho más sus músculos.

- ¿Todo bien, capitán Richards? - preguntó Oscar con tono amigable.

Sam asintió, intentando no mostrar su nerviosismo.

- Supongo... Desde que Marvin "dolor en el culo" Waters regresó, ha sido difícil lidiar con ellos, y eso que fue ayer, despotrican sin parar, aunque él se merece todas las cosas malas que le dicen, no está bien -dijo Sam, pasando sus manos por su cuello, denotando un poco definición de sus bíceps. Cosa que sonrojó a Oscar.

- Dirigir un equipo no es un trabajo fácil, soy capitán desde hace algunos años y, sin embargo, a veces no puedo con ellos... Pero seguro que estás haciendo un trabajo increíble -dijo Oscar, colocando su toalla de secado rápido sobre su hombro - Mucho mejor.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora