Capítulo 2.

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Allí estaba ese ser humano, un simple humano que emanaba una presión anormal, como una fuerza de la misma naturaleza, un poder fuera del mundo sobrenatural.

-¡Jajajaja! -Kokabiel comenzó a reír mientras se frotaba el rostro y la sangre de la comisura de sus labios- Bien... no me esperaba la presencia de un Vongola aquí, pero está bien, puedo añadirte al show -habló emocionado el caído.

Sus palabras no alteraban a Tsuna, su única preocupación era la chica detrás suyo y su salud.

Además lo sabía, él era más fuerte que ese sujeto.

-Esto termina aquí -afirmó el Sawada emanando más flamas de sus guantes.

-¿Tú crees? -preguntó maliciosamente antes de que un enorme círculo magico aparezca en el suelo.

Un brillo cegó por unos momentos al castaño quien esperaba algún ataque, pero su intención rápidamente le dijo que aquel no sería el caso.

Lo confirmó cuando ya no vio al maldito luego de recuperar su visión.

-Se marchó -murmuró mientras sacaba su teléfono y flexionaba cerca de la chica- Sí, soy yo, manden médicos -ordenó entrecerrando sus ojos mientras limpiaba el rostro de la muchacha con algo de lastima- Yo terminaré con esto, sí, la misión fue cumplida, necesito que me traigas algo también...

-P...por favor... -a duras penas la chica despertó viendo a su salvador- De...deten...lo -suplicó como pudo preocupándose.

Tsuna se asombró levemente, aunque finalmente esbozó una pequeña sonrisa.

-No te preocupes.

Fue lo último que dijo mientras se ponía de pie. Espero unos cuantos minutos para luego ver como varias camionetas negras blindadas aparecían al rededor.

Las flamas rebosaban de su frente y manos mientras miraba hacia donde se dirigió el ser alado.

El cielo se iluminó en naranja cuando el Décimo despego vuelo a gran velocidad.

No tardó en llegar a su objetivo.

.

Una barrera mágica fue generada al rededor de la academia, él podía verlo con facilidad pero decidió observar.

No se asombró mucho al confirmar sus sospechas de que los miembros del comité también era diablos, eran ellos los que custodiaban la barrera.

Probablemente el club de lo oculto eran quienes estaba dentro con Kokkabiel.

Sus ojos naranjas brillantes observaban detalladamente los alrededores. Reborn le ordenó que no intervenga más de lo necesario, pero no le gustaba ver a personas vapuleadas porque sí, Koneko también estaba dentro.

Ahora utilizaba una capucha de la chaqueta que se le fue entregado, sus mangas estaban remangadas hasta el codo, justo hasta donde llegaba su Vongola Gear.

"Recopila toda la información que puedas"

La voz del Arcobaleno resonó en sus audífonos.

-Lo sé -fue lo único que contestó.

Observó y oyó todo desde la lejanía.

"¡Todos están reunidos aquí! Lo necesario para comenzar una nueva guerra que sacuda todo"

Exclamó excitado el ángel caído extendiendo sus brazos en los cielos.

-T...tú -murmuró Hyoudou Issei con molestias mirando al ser.

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