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holis 💖










































































—No Enzo, no puedo quedarme.—Julian murmuró despacio mientras el morocho lo miraba casi suplicando.

—Dale amor, por favor. Oli no preguntó nada, estuvo feliz todo el día porque estuvimos juntos...quedate gordo, te juro que no se dio ni cuenta, por favor quedate.

El castaño suspiró mientras se removía inquieto en su lugar. Con una mano acariciaba el rostro del morocho y su otra mano se encontraba sosteniendo la manija de la puerta de salida. Estaba casi aprisionado contra la pared, las manos de Enzo lo tomaban firme por la cintura para que Julian no atinara a escapar. Tenía al morocho suplicando delante suyo y estaba muriendo de ganas por quedarse.

Pero el miedo le estaba ganando.

Deseaba quedarse compartiendo una noche con Enzo y Olivia pero ¿y si Oli contaba algo en el jardín?. La verdad es que temía por lo que la infante podría llegar a decir...no la culpaba, claramente no, era una niña y muy seguramente para ella era extraño que su profesor de jardín esté con su padre en el mismo lugar por decisión propia.

Enzo había prometido casi de rodillas que Olivia ni siquiera había sospechado sobre algún tipo de relación entre ellos, pero Julian se alarmó cuando Enzo lo besó y Olivia justo en ese instante había salido del baño, el calor se le subió a las mejillas y se sintió mareado por un momento. No quería tomar riesgos.

—Enzo, a Oli se le llega a escapar una sola palabra de esto y yo me quedo sin laburo—Murmuró—¿Entendes?

—Mi amor, pará, escuchame un segundo ¿Si? Olivia es una nena inteligente, no va a ir el Lunes a contar que te quedaste en casa a dormir.

—¿Y si sí?—Preguntó frustrado—Enzo, es una nena, no podemos enseñarle a mentir.

—A mentir no, pero a guardarse cosas si—Respondió rápido el morocho—Julian, yo pienso seguir con vos por muchísimo tiempo más...en algún momento vamos a tener que contarle a Olivia. ¿Y por qué no mejor desde el principio?

El castaño miró a Enzo levantando un poco su cabeza por la diferencia de altura, el morocho acariciaba la cintura de Julian con delicadeza mientras remojaba sus labios constantemente debido a su ansiedad. Quería que su...¿pareja? se quedara a compartir esa noche con él y su hija, el día entre los tres había sido maravilloso y la verdad que lo que más deseaba el padre era levantarse un domingo por la mañana con Julian entre sus brazos y su hija apareciendo por la puerta de la habitación de ambos.

𝗣𝗥𝗢𝗙𝗘 𝗝𝗨 ★ enzoxjulian | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora