Todos los días el señor demonio escapa de su matrimonio [𝓑𝓛]

✧C30 - ¿Por qué no me envenenas?✧

Anteriormente, cuando observó el combate de entrenamiento de Chu Binghuan con un discípulo de Shang Qing, Mu Rongsa se dio cuenta de la brecha entre él y Chu Binghuan.

Como todos eran discípulos, no había necesidad de luchar hasta la muerte; un esfuerzo simbólico sería suficiente. Sin embargo, pensándolo mejor, Chu Binghuan era el hijo de Yuntian Shuijing, y Mu Rongsa era el joven maestro del Valle Fengming. Incluso sin que el Palacio Lingxiao estuviera involucrado, por el bien de la reputación de su familia, todavía tenía que darlo todo.

Mu Rongsa pensó de esta manera, y luego... fue golpeado.

Bajo la guía de Hua Che, Mu Rongsa había adquirido bastante confianza en su manejo de la espada. Esta era la primera vez que se enfrentaba a Chu Binghuan en combate, y pensó que la victoria estaba asegurada. Lo que no sabía es que el manejo de la espada de Chu Binghuan era preciso, feroz y rápido. En unos pocos intercambios, Chu Binghuan había destrozado la elaborada y costosa técnica de «Exhibición del pavo real» de Mu Rongsa. Mientras Mu Rongsa lamentaba en silencio los fragmentos dispersos, Chu Binghuan usó su técnica «Quemador de Almas» para atarlo como un dumpling.

Mu Rongsa se lamentó: —Si hablamos de riqueza, el Valle Fengming no es un lugar de mala calidad. Puede que a mi colección de hechizos le falten algunas cosas, pero está lleno de tesoros. Pero, por desgracia, los ataques de Chu Binghuan fueron tan rápidos y feroces que ni siquiera tuve la oportunidad de lanzarle ninguno de mis artefactos mágicos.

—Todos somos discípulos, no hay necesidad de actuar de esta manera, ¡ay! —exclamó Mu Rongsa.

Chu Binghuan dijo fríamente: —Admite la derrota.

Como sexto hermano mayor, ser derrotado por el séptimo hermano menor era una vergüenza. Pero, ¿qué podía hacer? ¡Sus habilidades eran inferiores y se lo merecía!

—Espera, joven maestro Chu, ¿estás seguro de que eres un cultivador médico? —Mu Rongsa prácticamente estaba cuestionando sus propias decisiones de vida. ¿Cómo podía un sanador, considerado el más débil en el mundo del cultivo, ser tan poderoso y agresivo?

Chu Binghuan, sin cambiar su expresión, dijo: —Joven Maestro Mu, no se preocupe. Si pierde un brazo o una pierna, puedo recuperárselos.

Mu Rongsa: —...

¡Este tipo es aterrador, snif!

—¿Qué hice para provocarte? —Mu Rongsa quería llorar, pero no tenía lágrimas—. Aunque soy un poco malcriado y arrogante, respeto a mis mayores y valoro a los jóvenes. Te trato bien a ti, al hermano Hua y a Xiao Yan, ¿no?

Chu Binghuan frunció ligeramente los labios y lanzó una mirada significativa a Hua Che debajo del escenario antes de que su mirada severa volviera a posarse en Mu Rongsa.

Mu Rongsa se estremeció.

¡Maldita sea! Han pasado 365 días y ¿todavía guardas rencor? ¡Tu relación intermitente, enredada y complicada, no tiene nada que ver con este joven maestro! ¡No soy el nuevo amor de Hua Che, para nada!

Mu Rongsa casi escupió sangre: —¡Este joven maestro es inocente, el cielo y la tierra pueden testificar!

Chu Binghuan, todavía inexpresivo, caminó lentamente, preparándose para patear a Mu Rongsa fuera del escenario.

Mu Rongsa no quería caer en desgracia y rápidamente suplicó: —No, no, no, ¡mi ropa es cara y no se puede ensuciar! ¡Admito la derrota, admito la derrota!

Mu Qinian, incapaz de soportar mirar más, dijo: —Ese mocoso, al menos sabe cuándo ceder.

Un discípulo de Shang Qing anunció: —¡En el penúltimo combate, del Palacio Lingxiao, Chu Binghuan gana!