One Shots - Aether x All Heroines

Capitulo de Furina

N/A: ¿Algún alma en pena se acuerda de este autor? D:

***

Luego de esta extensa travesía en Fontaine, me quedé algunos meses más en la nación, observando su resurgir tras casi haber desaparecido del mapa por culpa de una profecía. Hubo numerosos cambios, pero también infortunios. Durante mi estadía conocí a la Arconte, solo para descubrir más tarde que, en realidad, no lo era. Fue un total lío.

No quise preguntarle nada a Furina en ese entonces. Al fin y al cabo, habíamos sido partícipes en su juicio en la Corte de Fontaine, donde su espíritu fue quebrantado tanto física como mentalmente. Tras todo lo ocurrido, me disculpé en incontables ocasiones, pero el peso de la culpa aún me abruma.

—Absorto en mis pensamientos, no me di cuenta de que había caminado más de lo esperado hasta llegar a mi destino en esta gran metrópolis.—

Aether: —¡Furina!— Exclamé, no demasiado alto, solo lo suficiente para que pudiera oírme.

Desde dentro de su nuevo hogar, lejos de aquel majestuoso palacio en el que solía vivir, escuché su voz respondiendo alegremente a mi llamado. Mi pecho se apretaba al ver la puerta de su nueva residencia adornada con la frase "Labor omnia vincit"— La justicia todo lo vence.

La puerta se abrió, devolviéndome al presente.

Furina: Aether, qué alegría verte nuevamente.— Su sonrisa, tan viva, era algo imposible de olvidar. —Pasa, por favor. Agradezco tus constantes visitas, has sido de gran ayuda, como siempre.

Le devolví la sonrisa, pues sus palabras eran mi aliento constante durante estos días llenos de pensamientos. Con una risa torpe le respondí.

Aether: Si la heroína más grande de Fontaine me lo dice, imposible no sentirme animado.— Sonreí sinceramente hacia la bella damisela.

Furina: Jeje, no seas tan modesto, estoy segura de que todos esos títulos que portas no son mera decoración.

De alguna manera, cada vez que hablaba, lograba calmar mi alma.

Aether: La gente suele exagerar algunas cosas.— Digo rascándome la nuca en señal de pena.

Furina: ¿Cómo enfrentarse a una Arconte, por ejemplo?

Aether: No, eso sí paso.

Ella rió nuevamente antes de tomar mi mano y guiarme hacia su acogedora sala de estar. Era un lugar modesto, pequeño, pues vivía sola, pero tenía una calidez que lo hacía sentir como un refugio.

Ella camino hacia una pequeña mesa antes de regresar hacia mi, para así sentarse a mi lado.

—Entonces, sacó un panfleto donde se veía en grande la imagen del Gran Teatro de Fontaine.— Me hice la idea rápida de que se trataban de papeles de actuación, después de todo no conozco a alguien mejor que ella en esos aspectos.

Era común verla entusiasmada con la actuación, una pasión que había tenido desde siempre, pero lo que la diferenciaba ahora era la libertad con la que podía dedicarse a ello. Ya no había más planes ocultos, ni la carga de quinientos años de silencios forzados; ahora era sencillamente su felicidad puesta en cada uno de los pasos que daba al momento de interpretar.

Furina: Verás... Desde mi última actuación, el público quedó tan fascinado que me han ofrecido múltiples papeles. Al principio, me llené de alegría, pero ahora no sé qué hacer con tantas propuestas, es algo agobiante...

Ella suspiro mientras me miraba esperando mi opinión sobre aquella situación.

Aether: Le respondí de inmediato. —Simplemente elige el que más te guste.— Le sonreí con un poco de atrevimiento en mis ojos. —Aunque, conociendo a la Furina detrás del escenario... seguro que todos los papeles te gustan, y ahora te debates entre no decepcionarte en esta nueva etapa de tu vida.