Cafetería Cupido (Amores FALLIDOS) Completa

-Capitulo 15, Fiesta de cumpleaños-

4:00 a.m

El sol apenas comenzaba a asomarse por la ventana de la habitación de Madison, cuando sintió unos golpecitos suaves en su puerta. Medio dormida, escuchó unas risitas y, antes de poder reaccionar, la puerta se abrió de golpe. Paula y Abril entraron con una sonrisa que irradiaba emoción.

"¡Feliz cumpleaños, Madi!" gritaron al unísono, saltando sobre su cama.

Madison parpadeó, desconcertada, aún envuelta en la cálida bruma del sueño.

-¿Qué... qué está pasando?-murmuró, frotándose los ojos.

-Es tu cumpleaños, niña. Y tenemos una sorpresa para ti.-dijo Paula con una sonrisa traviesa, mientras le extendía una pequeña caja envuelta en papel plateado. Abril se inclinó sobre Madison y añadió:
-Nos vamos a la casa de vacaciones. Los otros patojos estarán ahí y te hicimos una fiesta para que luego nos dijeras que no.

Madison abrió los ojos de par en par, sorprendida.
-¿Una fiesta... para mí?-Pregunto aun dormida.

-¡Exacto! Ahora, abre tu regalo adelantado.-dijo Abril, dándole un suave empujón.

Madison, todavía procesando toda la información, rasgó con cuidado el papel plateado. Dentro de la caja, encontró un hermoso vestido corto de color blanco, delicadamente tejido, y unos tacones a juego. Sus manos acariciaron la suave tela, sintiendo la frescura del vestido.

-Es igual al vestido con el que...-dijo Madison sin lograr completar la oración, con los ojos brillando de emoción.

-Sabíamos que te encantaría.-dijo Paula, tomando el maquillaje que había traído consigo-Ahora, levántate. Te tenemos que dejar lista para la fiesta.

Madison se levantó de la cama, riendo entre bostezos, y se dejó guiar por sus amigas hasta el espejo grande de la habitación. Paula comenzó a trabajar en su rostro con precisión, aplicando base, sombras y un toque de rubor que realzaba sus mejillas. Mientras tanto, Abril, con el cabello suelto, se colocaba detrás de Madison y empezaba a cepillar sus mechones oscuros, dándoles un peinado elegante y moderno.

-Es como un ritual, ¿no?-bromeó Madison, mirando su reflejo.-Siempre están arreglándome para algo, tan mal me veo cuando me arreglo yo sola?

-Porque siempre te lo mereces, Madi, y con tu estilo... esta curiosito.-, dijo Abril mientras terminaba de peinarla.
-Además, queremos que luzcas linda, luego y te consigues a alguien por ahí.

Paula, enfocada en su tarea, añadió:
-Y lo harás. Créeme.

Madison sonrió tímidamente, sintiendo el cariño de sus amigas rodearla. Mientras Paula terminaba con un toque de labial y Abril ajustaba el último mechón de su peinado, Madison contempló su reflejo en el espejo. El vestido blanco le sentaba a la perfección, y los tacones le daban ese toque de elegancia que rara vez usaba. No pudo evitar sonreír.

-Bueno... ¿qué te parece?-preguntó Abril, mirándola a través del espejo con una sonrisa satisfecha.

-Me siento drogada, nunca me hania vestido tan haci.-respondió Madison suavemente.-Gracias, niñas. No sé qué haría sin ustedes.

Paula y Abril se miraron, sonriendo con complicidad. "Para eso estamos, Madi. Hoy es tu día." Dijeron al unísono.

...

Mientras Madison se miraba al espejo por última vez, Paula y Abril comenzaron a prepararse para la fiesta. Paula, con su cabello rizado en una coleta alta, había elegido un vestido ajustado color esmeralda que resaltaba su figura. Abril, por su parte, optó por un vestido rojo con detalles dorados, que combinaba a la perfección con su cabello pelirrojo.