La mañana llegó con un cielo gris plomizo y un aire frío que parecía reflejar el estado de ánimo de ___. Las noticias sobre la desaparición de su amigo seguían resonando en su mente, junto con el creciente peso de la separación forzada de Izuku. Aunque sus amigos le habían insistido en que mantuviera distancia, ___ no podía evitar sentir una mezcla de desesperación y tristeza.
Se levantó temprano, sus pensamientos nublados por la confusión y el miedo. Decidió ir a la escuela a pesar de todo, sabiendo que sus amigos estarían esperando para ofrecerle más apoyo y quizás intentar convencerlo una vez más de que se mantuviera alejado de Izuku.
En la escuela, sus amigos estaban más atentos que nunca. Cada vez que ___ mostraba signos de inquietud o distraído, Takumi y Riku se acercaban para ofrecer palabras de aliento, aunque sus intenciones eran más firmes de lo que aparentaban.
—___, ¿estás bien? —preguntó Takumi durante el recreo, mientras observaba a ___ sentado solo en una banca, perdido en sus pensamientos.
—Sí, solo... necesito un poco de tiempo para asimilar todo esto —respondió ___, tratando de sonar convencido, pero su voz traicionaba su preocupación.
Riku se unió a ellos, notando la inquietud de ___ con una mirada preocupada. —Es normal que te sientas así. Sabemos que es difícil, pero estamos aquí para ti. La desaparición de tu amigo solo refuerza lo que te hemos dicho. Mantente alejado de Izuku, por favor.
___ asintió lentamente, pero sus ojos no dejaban de buscar algo o alguien que no podía ver. En su mente, seguía cuestionándose si la distancia era la solución correcta. La ausencia de Izuku le estaba costando mucho más de lo que había anticipado.
Más tarde en el día, mientras estaba en la biblioteca, recibió un mensaje de Izuku que lo hizo detenerse en seco. El mensaje era breve pero impactante:
"Necesitamos hablar. No puedo seguir sin ti. Por favor, ven a la estación de tren a las 5 PM. Es importante."
La urgencia del mensaje hizo que el corazón de ___ se acelerara. La idea de encontrarse con Izuku, a pesar de las advertencias de sus amigos, era difícil de ignorar. Sentía una atracción irresistible hacia la necesidad de entender a Izuku y el deseo de resolver la situación de una vez por todas.
Esa tarde, mientras ___ caminaba hacia el lugar del encuentro, su mente estaba en un torbellino. La ciudad parecía aún más sombría, y cada paso que daba lo acercaba a un encuentro que no podía predecir. Sus amigos estaban en la estación de tren, esperando, y le habían hecho prometer que no iría solo, pero ___ sabía que había decidido enfrentar esta situación de manera personal.
Cuando llegó a la estación de tren, el lugar estaba relativamente vacío, y los rieles resonaban con el sonido distante de trenes que se acercaban y se alejaban. Allí, en un rincón oscuro, vio a Izuku, que estaba esperando con una expresión que oscilaba entre la esperanza y la desesperación.
Izuku levantó la vista cuando ___ se acercó, su rostro iluminado por una mezcla de alivio y ansias. —Gracias por venir, ___ —dijo, su voz temblando con una emoción contenida—. Sabía que no podrías resistir venir a verme.
___ se detuvo a una distancia prudente, su corazón palpitando con fuerza. —Izuku, ¿qué es lo que quieres decirme? —preguntó, tratando de mantener la calma.
Izuku dio un paso hacia adelante, su mirada fija en ___ con una intensidad inquietante. —Solo quería verte, hablar contigo en persona. Me siento como si estuviera perdiendo algo muy importante. ¿Por qué te estás alejando de mí?
—No se trata de alejarme de ti—respondió ___, con una firmeza que ocultaba su inseguridad—. Es que la situación ha cambiado. Hay cosas que no puedo ignorar. Tu comportamiento es preocupante.
Izuku se acercó aún más, casi invadiendo el espacio personal de ___. —No quiero que te vayas, ___ —susurró, con una voz que era casi un ruego—. Lo único que quiero es estar contigo. No entiendo por qué no puedes ver cuánto te necesito.
___ sintió un escalofrío al ver la desesperación en los ojos de Izuku. El dolor que sentía al estar cerca de él y al mismo tiempo tener que distanciarse se volvía casi insoportable. —Izuku, esto no es lo que yo esperaba. Tu comportamiento está cruzando límites que no puedo aceptar.
Izuku se detuvo y su expresión se tornó en una mezcla de tristeza y enojo. —¿De verdad crees que puedes alejarte de mí sin consecuencias? —dijo con un tono bajo pero cargado de tensión. —No dejaré que nadie te separe de mí.
En ese momento, el sonido de un tren acercándose rompió el silencio. Izuku, viendo que el tiempo se agotaba, se acercó a ___ y, de manera inesperada, le dio un beso suave en la mejilla. —Siempre estaré aquí para ti, ___ —murmuró, con una intensidad que parecía tanto amorosa como posesiva.
___ se quedó paralizado, el contacto de Izuku en su piel parecía quemar, y el beso, en lugar de consolarlo, aumentó su angustia. Con un último vistazo, ___ se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida de la estación, su mente llena de confusión y dolor.
Mientras se alejaba, sabía que la decisión que había tomado estaba a punto de desencadenar una serie de eventos que no podía controlar. La distancia que había puesto entre él y sus amigos, y la confrontación con Izuku, habían creado un torbellino de emociones que no sabía cómo manejar.
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Tinte Verde Corazón Oscuro (Izuku Yandere X Malereader)
Fiksi PenggemarLee la historia nomas