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Valeria miró por la ventana de su habitación, observando cómo la luz del sol iluminaba el jardín perfectamente cuidado de su padre. A pesar de tener todo lo que podría desear, había un vacío en su corazón. La timidez siempre había sido su compañera, y hoy no era la excepción. Tenía una reunión familiar en la casa, y sabía que Bangchan estaría allí.

-Valeria, ¿estás lista? -la llamó su padre desde el pasillo.

-Sí, papá, ya voy -respondió ella, ajustándose el cabello frente al espejo. Se preguntó si hoy sería el día en que finalmente podría hablarle a Bangchan sin tartamudear.

Cuando llegó al salón, la risa y las conversaciones llenaban el aire. Su padre estaba rodeado de amigos, entre ellos Bangchan, quien tenía una energía contagiosa. Valeria se sintió un poco fuera de lugar mientras se acercaba.

-¡Hola, Valeria! -dijo Bangchan al verla. Su sonrisa era cálida y acogedora.

-Hola... -respondió ella, sintiendo cómo sus mejillas se sonrojaban.

Los minutos pasaron mientras Valeria intentaba encontrar el coraje para unirse a la conversación. Sin embargo, cada vez que Bangchan hablaba, su voz se desvanecía en su mente. Finalmente, decidió que debía hacer algo.

-¿Te gusta la música? -preguntó Valeria, sintiendo que era una pregunta segura.

-¡Me encanta! -dijo Bangchan con entusiasmo-. Estoy trabajando en algunas canciones nuevas. ¿Y a ti?

-Me gusta escuchar música... especialmente la que me hace sentir algo -respondió ella, sorprendida por su propia valentía.

La conversación fluyó más fácil de lo que esperaba. A medida que hablaban, Valeria se dio cuenta de que Bangchan era más accesible de lo que había imaginado.

EL AMIGO DE MI PAPI - BANGCHAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora