AZUL POV
Sentía que quería arrancarme la cabeza a costa del dolor que causaba la vibración de mi celular, lo prendí y le baje el volumen para contestar la llamada de Nata -hola- dije y luego estornudé
"¿Qué rollo te parece salir a algún lado?"
-no hoy no puedo, estoy muy enferma- respondí y sentí mi garganta doler con cada palabra que decía
"¿Que tienes?"
-amanecí con gripe, fiebre alta y dolor corporal-
"¿Ya te tomaste algo?¿te estás cuidando?"
-si mi ama de llaves me mando un té y unas pastillas y me están tomando al temperatura constantemente- después de eso hubo un pitido en al llamada y mire mi celular con el ceño fruncido -me colgó-
¿Me colgó? Que grosero
Sentía mis ojos pesados y como se cerraban poco a poco cuando me despertó de nuevo el golpe de la puerta, mi ama de llaves Nora, se asomó -Señorita, el Señor Cano quiere verla ¿lo dejó entrar?-
Abrí los ojos por completo y titubee -yo, digo si, déjalo entrar- ella asintió y cerro la puerta
De inmediato me levanté lo cual causó un dolor punzante en mi cabeza pero lo ignoré, arreglé mi camisón y lo más que pude mi cabello mientras me miraba al espejo, tome la tinta de labios roja y puse un poco en el centro de mis labios y luego en los pómulos de mis mejillas difuminandolo para no verme pálida
Escuche como tocaron tres veces la puerta y me lancé a la cama lo que me causó más dolor -pase- dije acostandome aun pasando las manos por mi cabello
Lo mire entrar y me regalo una sonrisa -hola, perdón por no avisar- dijo cerrando la puerta a sus espaldas y sentándose en los pies de mi cama
-si no te esperaba, y más cuando me colgaste así la llamada-
El se rio un poco -ya suenas como una novia, tuve una llamada de un productor pero igual quería venir, traje frutas, sueros y algunos tés-
-eso es muy atento...- dije y sonreí -no era necesario-
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Oro de ley · Natanael Cano
FanfictionAzul sería la definición de niña bien, crecida con lujos y privilegios junto a sus hermanos Natanael conocido por alucin y malandro que no creció con lujos pero se los ganó a lo largo de su vida ¿Quien diría que por una controversia que podrida afe...