Asheley y el Príncipe Matias comienzan a pasar más tiempo juntos, y con el paso de los días, Asheley se da cuenta de que está desarrollando sentimientos por el príncipe. Al principio, no se da cuenta de que es amor, pero pronto se da cuenta de que no puede imaginar su vida sin él.
El Príncipe Matias, por su parte, también ha estado desarrollando sentimientos por Asheley. La admira por su valentía, su inteligencia y su bondad. La ve como una verdadera heroína, y se siente atraído por su luz interior.
A medida que pasan más tiempo juntos, su amistad se convierte en algo más profundo. Comienzan a compartir secretos, sueños y miedos. Se apoyan mutuamente en momentos difíciles y celebran juntos en momentos de alegría.
Un día, mientras pasean por los jardines del castillo, el Príncipe Matias se detiene, mira a Asheley a los ojos y le confiesa su amor. Asheley, con el corazón latiendo fuerte, le responde que también lo ama.