Un día antes de la boda Jungkook conocería al abuelo de Lalisa, desde su perspectiva era sumamente importante dejar una buena impresión. La pelinegra ha contado es su unica familia cercana y el abuelo suele ser una persona temperamental y déspota.
No quiere dejar en vergüenza a su futura esposa, ella es tan elegante que seria una decepción no esforzarse lo suficiente para estar al mismo nivel, o intentarlo en el caso de que todo saliera mal. Estuvo tomando clases de etiqueta por pasatiempo. Esperaba que pudiese servirle y no desentonar en lo que fuera que el mayor estuviese preparando. Además, a causa de la boda Jeon habia cambiado su apariencia. Parecia un hombre distinto y cuando se veia en el espejo ya no quedaba nada del dueño de la cafería del centro que desde su perspectiva ahora le parecía desalineado.
Su guardarropa había sido también modificado por ropa hecha a la medida y por diseñadores que Lalisa había confesado eran exclusivos y muy caros. Diseños exclusivos que varias tiendas de ropa prestigiosa propusieron y el seleccionó. La verdad es que se sentía confiado y atractivo.
No se arrepentía de atreverse un poco mas.
Sin mencionar que el rostro de Lisa lucia satisfecho con cada nuevo diseño que lucia. Eso le hacia sentir atractivo y deseado.
—Hemos llegado— anuncio una vez se detuvieron frente a un enorme portón cuyo apellido estaba soldado en letras doradas.
El terreno parecía ser suficiente para la construcción de un castillo y Jungkook no se equivocó pues el auto recorrió un espectáculo de jardín con enormes fuentes y pastizales verdes. Todo parecía exactamente diseñado sin mencionar que entre mas se acercaba mas le gustaba el diseño. Lisa noto que el pelinegro parecía entusiasmado con el jardin y lo anotó mentalmente pues su casa tendría uno.
—Bienvenido a la casa del abuelo— Lisa se colocó a su lado mientras Jeon intentaba tragar.
—No quiero entrar— dijo el hombre al mirar lo que realmente le esperaba.
—No tienes que tener miedo, cualquier cosa yo te cuidaré, ¿entendido?— Jeon sonrió ligeramente.
Era una cualidad que le encantaba de la mujer, se sentía apoyado y motivado. Lo ha cautivado completamente. Sin mencionar que se siente bien poder ser protegido de esa forma.
El mayordomo los guiaba dentro de mansion hasta que abrió una enorme puerta negra cegandolos por unos momentos por la luz que se filtraba del otro extremo.
El enorme comedor ya estaba ocupado por algunas personas quienes les observaban críticamente. Sin embargo a Lalisa parecia no importarle pues caminó hasta donde serian sus asientos.
—Tanto tiempo sin verte anciano—
El mencionado rió
—Con tu saludo querida nieta, parece que no te da gusto verme—
—La verdad es que no.—Lisa respondió
La pelinegra tomaba asiento con una expresión dura y desinteresada. Sin embargo, para el patriarca era interesante ver a su nieta ser acompañada por un apuesto hombre.
—Sé que te lo estas preguntando, oficialmente te presento a Jeon Jungkook, el hombre que se convertirá en mi esposo el día de mañana.—
Jeon se sonrojó y saludo cordialmente al hombre con un asentamiento de cabeza, el abuelo no esperaba algo así. Pero años de experiencia le servían para interrogar a una persona y saber exactamente el tipo de interés que comparte.
Achicando los ojos y examinando al alto hombre el anciano retiró su mirada de Jungkook y miró a su nieta.
—Un joven inteligente, quizás demasiado para saber que estar a tu lado es una gran oportunidad—
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MONEY | LIZKOOK
FanfictionSolo un genio podría amar a una mujer como yo. Él es un genio.