Caminaban en el último piso del edificio únicamente iluminado con un fuego bajo, los dos primeros rubios se veían neutros sin temor alguno, mientras el castaño andaba con los pelos de punta nervioso.
-querida, ya te dije que no era necesario que vinieran. -dijo preocupado.
Que el jefe los llame solo significa dos cosas, uno o es para una misión o dos es para un castigo.
-¡¿Ha?! ¿Crees que te dejare ir solo a ese lugar?. -pregunta sin realmente prestarle mucha atención.
Masaru suspiro rendido, era muy difícil cambiar de opinión a esa mujer.
Katsuki solo se limito a caminar un poco irritado tenía una sensacion extremadamente horrible desde hace un tiempo.
Y lo peor es que no sabía porque.
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-muy bien familia bakugou, como ya sabran los mandé a llamar, es sobre una misión. -tuvo que hacer una pausa cuando escucho el suspiro de Masaru.
-como decía... -la silla en la que antes estaba volteada hacia la gran ventana fue volteada dejando a la vista al jefe.
Era como ver una sombra negra humanoide con dos luces blancas en dónde estarían sus ojos, pese a su apariencia era realmente temible.
-esta misión es muy importante ya que se verá a prueba que tan eficiente es su hijo. -masaru volvió a tener un escalofrío.
Sería la primera misión de katsuki.
-aja, ya dejé el misterio y venga al punto. -se comenzaba a desesperar la rubia.
La sombra andante se río sarcástico.
-tiene que matar a un humano. -dijo simple y un silencio se instalo en el lugar.
Siendo interrumpido por el rubio menor.
-¡Lo haré! -sería su primera misión y mejor aún matar a un humano, sonrió con sorna olvidando el enfado de hace rato.
-como se esperaba del hijo de mis trabajadores más eficientes... Pueden ir también pero... Solo el lo debe matar. -mitsuki y masaru se vieron y asintieron para escuchar los detalles.
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En otro lado ese mismo momento.
Unos sonidos en la puerta se escucharon en la brillante e impecable oficina.
-pase. -se escucho desde adentro.
Cuando se abre la puerta se nota una sombra blanca con luces celestes que serían sus ojos.
-oh, ya llegaron. -se escucho angelical. -¿Dónde está?. -pregunto mirando de reojo llegando a una mirada bicolor...
La sombra blanca ensombrecio la cálida mirada.
-acercate pequeño.
El adolescente le hizo caso.
-¿sabes por qué estás aquí?.
-yo... Cometí un pecado y estoy manchado. -dijo con la cabeza agachada.
-es correcto. -felicito y le agarro la barbilla para que levantará la mirada. -pero por eso estoy aquí para ayudarte con tu purificación.
Volvió a su cálida mirada.
-te purificaras volviendo abajo y cuando regreses estarás tan limpio como estabas la primera vez que llegaste.
Los dos adultos presentes que serían sus padres tenían también una sonrisa de gratitud por saber que su hijo menor se podrá salvar.
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∆×continuara×∆
∆×hola, como algunos ya saben tenía planeado hacer la historia cuando terminara la otra pero me ganaron las ansias×∆
∆×fin×∆
