Las personas recorrían las calles de la ciudad de Metrópolis, y entre ellas, dos personas se citaron en un restaurante frente al lugar de trabajo de Lois Lane. Ella esperaba a Clark con impaciencia.
—Disculpe, no quiero café —le dijo a la camarera.
—Está bien, no se preocupe. Pero creo que cerraremos por el aniversario de la ciudad más temprano de lo usual.
—Está bien, lo tomaré en cuenta.
Cuando el sonido de la puerta la sacó de su trance, vio a Clark entrar.
—Espero que no hayas esperado mucho —dijo Clark con pena, y su voz sonaba insegura.
Lois, al notar la incomodidad en la voz de Clark, se dio cuenta de que la noticia que iba a darle no era buena. Pensó que podía ser una propuesta, ya que Clark solía ponerse nervioso con estos asuntos, lo cual no le parecía extraño.
—¿Me dirás lo que pasa, Clark?
—La verdad, Lois, no sé cómo decirte esto. Yo... —respiró agitado y su mano se metió en el bolsillo buscando algo.
Lois pensó que era una propuesta de compromiso y cerró los ojos con emoción, inflando el pecho de esperanza. Al abrir los ojos, vio que Clark sacaba una foto de Conner y Lex. Ella no entendió de inmediato, pero cuando reconoció a Lex y al niño, sintió un escalofrío recorrer su espalda y pánico al ver al niño tan parecido a Clark.
—¿Lex con un hijo? ¿Es esto una broma? ¿Quién es la madre? ¿O es tu sobrino?
Clark tragó saliva, se quitó los lentes y los dejó en la mesa. Con seriedad dijo:
—Conner tiene 5 años (este año). Es mi hijo y de Lex. Es un poco difícil de explicar, pero estuvimos juntos en una ocasión en la que nos tomamos un tiempo hace 4 años. Él se fue y no me comentó nada sobre Conner, pero ahora que sé que tengo un hijo, esto cambiará nuestra relación. No puedo seguir tirando tu confianza a la basura, así que esta relación no puede seguir. Entiende, Lois, yo tengo un hijo que cuidar más que una relación. Sé que no me perdonarás nunca. No te pediré que esto pase. Lo lamento, desearía que las cosas no fueran así. No es algo que debía pasar, pero mereces saber la verdad. Es mi culpa este problema del engaño o traición hacia ti.
—Lex sabe que vine a decirte esto. Él espera que, al igual que yo, criemos a Conner de una forma en que no se inmiscuyan la prensa y la Liga de la Justicia. Te pido discreción con la información, te lo suplico. No le digas a nadie. Lex te dará una gran suma por los daños así que...
—¡Cállate! —gritó Lois—. Sabes, hubiera tolerado esto si tan solo hubieras dejado a Lex de lado. ¿Cómo puedes decidir cómo voy a reaccionar? ¡Dímelo! —golpeó la mesa con furia, levantándose para enfrentar a Clark—. ¿Crees que esto es fácil de decir? Apenas lo puedo procesar.
—Debo decir que pensé que al darnos ese tiempo era por mi trabajo y por cómo no te das tiempo para estar presente cuando te necesito. Pero decidiste irte con Lex y tener un hijo con él. ¿No pensaste que eso era parte de sus planes para controlarte y a ese niño? No me sorprendería.
—Lois, no es así. Lo siento de verdad.
—¡Cállate! —gritó nuevamente con voz cortante—. Solo recibiré el dinero, pero lo de la información... Sabes que mi trabajo es investigar, así que no sé qué harán Lex y tú con eso. Eso no solo arruinará todo lo que es Superman, sino que la gente no sabe cómo te mirará de ahora en adelante.
—Así será —dijo Clark—. Pero no dejaré que amenaces a mi familia de esa forma. Conner no será expuesto por los medios de esta ciudad como un circo. No permitiré que te refieras a él como un bastardo. Él es mi hijo, no un bastardo.
Lois se quedó en silencio, temblando, mientras las ventanas del restaurante se rompían por el grito de Clark. Se planteó lo que había dicho y se sintió miserable. Decidió salir del restaurante y se topó con un festivo en la calle, algo que para ella era un día sin alegría, sintiéndose miserable en el trayecto a su departamento.
Clark respiraba hondo y despacio, pasando por las personas que celebraban en cada calle el aniversario de la ciudad. Se alegró de deslindarse del festejo, argumentando misiones con la Liga para encontrar tranquilidad en el caos que enfrentaba.
Al llegar a la granja, vio a Lex charlando con sus padres y a su padre jugando con Conner. Sintió una brisa de calor en el pecho y lágrimas en los ojos. Fue directamente a abrazar a Lex, quien se sorprendió por la muestra de afecto. Lex correspondió y consoló a Clark, sabiendo que la charla con Lois había salido mal. Esperaba que esto no trajera problemas en el futuro.
—Lo hiciste bien al decirle la verdad. Sé que fue duro y me arrepiento de que fueras solo. Perdóname —dijo Lex.
Clark solo pudo abrazar a Lex para relajarse y sentir cómo le sobaban la espalda. Se sintió consolado y le dio un beso en los labios y frotó sus narices, algo que avergonzó a Lex, ya que los padres de Clark estaban presentes.
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El Despertar De Konner
De TodoClark y Lex empieza con la paternidad exploración de personajes y sentimientos como criar a Conner se pone como un reto para ambos padres y la difícil desición de seguir adelante para que Conner tenga una familia estable