UNICA PARTE

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Sunghoon no estaba en su mejor momento, se sentía incomodo y tímido mucho más cuando las mujeres con poca ropa se le insinuaban o tocaban era claro para ellas que el apuesto hombre era un novato en esto. Las manos sudorosas de Park apretaban el reloj en su muñeca asegurándose que aún tenía el rastreador consigo, y eso en parte era un alivio.

Cerrando los ojos trataba de relajarse, obligándose a seguir en su papel de mafioso italiano. Park Sunghoon era un agente especial de la INTERPOL, representando a corea del sur como uno de sus mayores exponentes, se había graduado con honores y era el mejor agente en su departamento, razón por la que se le había asignado aquella misión: Encontrar al mayor proxeneta de la zona, capturarlo y traerlo vivo para interrogación.

Gracias a la captura del proxeneta más famoso en Rusia pudieron dar con el centro de operaciones del barrio rojo de Seuol, así que Park Sunghoon cambiando el color de su cabello, usando lentillas y un falso acento ruso podía hacerse pasar por Benjamin Ivanov, el líder de la prostitución en Rusia. Era un trabajo prácticamente fácil, sabia actuar y poner una máscara frente a su rostro, pero lo único que lo incomodaba era el estar rodeado de mujeres, hasta la fecha eso era algo que no podía disimular.

--Relájate idiota—Aun luchando por disimular su bastante falsa heterosexualidad apretó su puño alrededor de la copa de vodka que sostenía, pensando en alguna otra cosa y no en la música ensordecedora o las voluptuosas mujeres a su alrededor.

--¿Señor Ivanov? —Abrió los ojos por mero reflejo parpadeando sin poder creer lo que veía, de eso estaba hablando. Un chico con una sonrisa preciosa, unos ojos gatunos y basta decir poca ropa estaba frente a él, Sunghoon se sentía en el cielo ahora mismo, carraspeando su garganta asintió comenzando a fingir su bien interpretado acento ruso.

--¿Kim Sunoo?—El chico de ojos gatunos comenzó a reír cubriendo su boca, los ojos de Park brillaron en deseo.

--Claro que no, bobo. Te llevaré con Foxy en un momento. —

Sabía que estaba a punto de meterse en la boca del lobo. Guiado por aquel precioso gatito (Pues su lencería constaba de eso) fue llevado tras el escenario neón frente a todos los clientes. Los cuartos privados estaban a los lados de un largo camino rosa y purpura que lo tensaba, un cigarro en su boca servía como alivio a la ansiedad, a punto de encenderlo el chico gato le extendió un encendedor a sus labios, gesto que apreció dejando escapar el humo después con coquetería.

--¿Me puedes explicar quién es Foxy, dulzura? —Tenia que sacar información a como diera lugar, y después de leer tantos documentos la noche anterior había entendido algo, todos aquí eran víctimas, incluyendo al precioso chico frente a su persona.

--Era el antiguo apodo de Sunoo, solo lo usa para reuniones importantes como esta, señor Ivanov—El más bajo batió sus pestañas mientras rodeaba el brazo del falso ruso—

--¿Es una reunión importante? —

--Claro que lo es, el tener personas de otra nacionalidad es atractivo, traería más ganancias a Enhypen.—Ese era el nombre que Sunghoon no quería volver a escuchar en su vida. Enhypen: el mejor o peor burdel de todo Corea.

Con sus menudas pero delicadas manos el recién apodado gatito tocó la puerta, abriéndola en cuanto tuvo una contestación afirmativa. El ambiente cambió inmediatamente ante los ojos de Sunghoon. Si antes estaba tenso ahora sí que lo estaba. Cuando te hablan de capturar a un proxeneta te imaginas a un viejo gordo con cadenas de oro alrededor, no un ángel, no él.

Si Park Sunghoon tuviera que hacer una descripción de lo que estaba ante sus ojos se podría describir con una palabra: pecado.

La habitación era enteramente rosa, con detalles violetas o blancos, pero el rosa era el dominante. Un exquisito aroma dulce venia de varias flores naturales que adornaban el lugar, un candelabro con adornos de lo que reconocía los personajes de Sanrio iluminaban escasamente el rostro sonriente de su objetivo, Kim Sunoo. El apodo Foxy le quedaba a la perfección, aquellos ojos parecían los de un zorro analizando cada una de las acciones que Park realizaba, su sonrisa coqueta solo se ensanchó al ver al apuesto hombre, dejando caer la bufanda de plumas rosada sobre su hombro; levantándose de su asiento rodeó el costoso escritorio sentándose en la orilla de este, riendo cortamente levantando su mano en un saludo.

♥︎ 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐆𝐚𝐦𝐞 ♥︎Where stories live. Discover now