Pov Jisoo
Yeji: Mamá...
Jisoo: Hm...
Murmuro al abrir los ojos y bostezo.
Miro a un lado y veo a Yeji recargada en el borde de la cama.
Jisoo: Hola linda.
Mi voz aun es somnolienta y siento los ojos pesados, parpadeo unas cuantas veces y trato de sentarme, pero siento algo pesado en mi abdomen, miro hacia abajo y veo a _____ con su cabeza en mi abdomen y su brazo rodeando mi cintura.
Era la primera vez en semanas que despertaba asi con él.
Yeji: Mamá tengo hambre y papá no quiere despertar.
Jisoo: Hambrienta ¿Eh? ¿Qué hay de wafles?
Yeji: ¡Si!
Grita con una gran sonrisa y ____ se retuerce un poco y murmura algo que no entiendo, pero sigue durmiendo.
Creo que ayer bebió demasiado.
Jisoo: Esta bien, pero no grites que despertaras a tu padre.
Yeji: Lo siento.
Jisoo: Bien ve a ponerte tus zapatos.
Yeji sonriendo salio de mi habitación rápidamente.
Retiro la cabeza de _____ de mi vientre y lo acomodo en la almohada.
Bostezo y lentamente me estiro, siento mi cuerpo un poco pesado, todavía tengo sueño.
Me levanto de la cama y voy al baño, tomo una última respiración y miro a _____.
Siento que ahora las cosas se calmaran, o almenos mejoraran ligeramente.
Jisoo: Vamos a estar bien...
Susurré, acariciando la pequeña cadena en mi cuello, el regalo que ____ me había dado hace tiempo.
Al llegar a la cocina vi a Yeji de puntillas, intentando alcanzar los ingredientes.
Comenzamos a preparar todo para el desayuno. Mientras escuchaba las risas de Yeji y sentía el aroma de los wafles llenando la casa, una sensación de calma me invadió. Tal vez, después de todo, las cosas empezarían a mejorar.
Pov ____
Me desperté con un ligero dolor de cabeza. La resaca era inevitable, pero anoche lo había necesitado. Después de semanas de estar tan tenso, de preocuparme por todo este asunto de no recordar mi vida, necesitaba esa desconexión.
La verdad, fue la mejor noche que había pasado en días. Pero algo en esa mañana se sentía diferente. Tal vez, si este realmente era mi futuro, debería empezar a disfrutarlo en lugar de intentar forzar respuestas.
Tenía una familia, una empresa y, aunque me costaba recordar todo, lo que estaba frente a mí no era nada malo. Mientras me vestía, mi mirada se desvió a la mesa de maquillaje de Jisoo. Una foto llamó mi atención. La tomé entre mis manos y sonreí.
Jisoo: Tomamos esa cuando estuvimos en Disney el año pasado
Dijo Jisoo, acercándose por detrás.
Giré la cabeza hacia ella, y luego volví la vista a la foto. Ahí estábamos los tres, Yeji sobre mis hombros, Jisoo colgándose de mi cuello, los tres luciendo orejas de Mickey. Nos veíamos felices, como una familia.
Sentí los brazos de Jisoo rodeando mi cintura y su cabeza apoyándose suavemente en mi hombro. Me reí por lo bajo al darme cuenta de que, como era más pequeña, tenía que ponerse de puntillas para alcanzar.
Jisoo: Durante ese viaje te regañé varias veces.
___: ¿Por qué?
Pregunté, curioso, sin apartar la vista de la foto.
Jisoo: Pues, Yeji quiso subir a una atracción que tenía una restricción de altura. Como no la daba, metiste dos barras de chocolate en sus zapatos para que pasara. Pero cuando la montaña rusa terminó, casi sale volando del asiento. Tuviste que sostenerla con todas tus fuerzas.
Solté una carcajada al recordar la historia, aunque no la recordara del todo.
___: Ahora entiendo por qué me regañaste.
Admití, imaginando la situación con más claridad, Jisoo río conmigo, y luego, sin previo aviso, me mordió suavemente el hombro y me dio un golpecito en el trasero.
Jisoo: Vamos a desayunar, la chef está esperando
Bromeó mientras se dirigía hacia la puerta.
Me quedé un segundo más con la foto en la mano. Aunque no recordara todos los detalles, algo dentro de mí comenzaba a sentirse... correcto.
