XXIV

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- Porque yo, intenté quitarme la vida.

Esas palabras resonaron en su cabeza, una y otra vez, parecía estar inmerso en un bucle infinito.
¿Hyunjin? ¿Quitarse la vida?
¿Aquella persona tan alegre y positiva con la que le encantaba pasar el tiempo, pudo alguna vez pasar por algo así?
¿Cómo es que ahora era tan perfecto?
¿Cómo logró superarlo?

Miles de preguntas abundaban en su mente, todo su cerebro estaba hecho una sopa de letras, el trozo de pan que masticaba cayó al suelo y no tuvo oportunidad ni siquiera de reaccionar.

Hyunjin seguía con la mirada hacia el frente con un semblante triste.

- Yo... No... No tienes que decir más si no lo deseas.

Hyunjin sonrió y se giró a mirarlo, tenía aquel brillo característico en sus ojos junto con un toque de nostalgia.

- No se preocupe por eso, es algo que superé hace mucho tiempo, claro que me entristece recordarlo pero no me afecta.

Yongbok estaba dudoso, temía haber incomodado al castaño y arruinar el día tan perfecto que llevaban.

- ¿Puedo... Preguntar el motivo?

No quería incomodarlo pero también tenía mucha curiosidad, además si lograba comprender las razones podría incluso encontrar una manera de hacerlo sentir mejor.

- Es una historia bastante larga, ¿No se aburrirá?

El rubio negó con la cabeza acercándose más al pintor para acomodarse mejor.

- Bueno, ¿Recuerda que me preguntó el cómo conocí a Christopher y Jeongin?

Yongbok asintió rápidamente.

- Ellos tienen un papel muy importante en esta historia, también mencionaré varios temas delicados para ellos así que le pido discreción.

El príncipe comenzaba a alarmarse ¿Tan grave había sido para todos?

- Sin más que decir, comenzaré:
Yo siempre viví feliz con mis dos padres, no éramos ricos pero llevábamos una vida alegre, mi padre era periodista y mi madre trabajaba en  una fábrica de cerillos.
A mi madre le encantaban las flores así que yo comencé a tomarles cariño de igual manera, ella trabajaba casi todo el día y la veía muy poco, así que la mayor parte del tiempo la pasaba con mi padre, él me enseñó el como utilizar una cámara, siempre me llevaba con él  a sus diversos trabajos.
Parecía que todo iba perfecto hasta que un día mi madre enfermó.
No sabíamos la causa, los síntomas eran desconocidos y la angustia nos comía el cerebro por las noches.
Mi madre dejó de ir a trabajar por la gravedad de su enfermedad, los doctores no sabían la razón de su padecimiento y eso sólo empeoraba las cosas. Cierto día viajamos a un pueblo cercano, ya que nos recomendaron a un doctor muy bueno que vivía allí, él observó a mi madre y dijo que sufría de intoxicación por algún químico, así llegamos a la conclusión de que su enfermedad estaba arraigada a su trabajo.
No había cura para ello, mi madre cada vez estaba peor y sólo nos quedó esperar su muerte, cuando eso ocurrió los dos nos destrozamos por dentro, pero al menos nos teníamos el uno al otro.
Mi padre al ser periodista se dió a la tarea de investigar la fábrica y descubrió que se utilizaba un químico muy tóxico en la fabricación de los fósforos, los encargados lo sabían pero no les importaba ya que ellos no entraban en contacto directo con la sustancia.
Por obvias razones mi padre no iba a quedarse con los brazos cruzados teniendo esa información, si lograba informar sobre ello muchas empleadas podrían salvarse de un final como el de mi madre.
Cierto día una carta llegó a la casa, esta decía ser de otro periodista que también investigaba el caso, que deseaba unir fuerzas con mi padre y revelar la verdad, mi padre tuvo esperanza y quiso ir a la dirección marcada en el papel, me dijo que no podía ir con él, que lo esperara hasta que regresara, yo obedecí, pero me percaté de que había olvidado su cámara, así que la tomé y salí a toda velocidad de casa para alcanzarlo, le seguí el paso pero antes de que pudiera llamarlo ví que se encontró con varios tipos vestidos con trajes oscuros, ellos eran los encargados de la fábrica y le habían tendido una trampa a mi padre para deshacerse de él... Lo que ví después fué... Realmente traumante, comenzaron a insultarlo y decirle que ya no podría ver, escribir, ni decir nada sobre ellos.... Sacaron un cuchillo y le comenzaron a cortar cada dedo para después continuar con su lengua y por último sacarle los ojos, en ese momento yo... Yo me quedé paralizado, era la imagen más horrenda que podría presenciar en toda mi vida, lo único que pude hacer fue correr hasta mi casa y encerrarme dentro de ella. No pude llorar, el impacto era tan grande que mi cuerpo no reaccionaba, no supe por cuánto tiempo estuve así hasta que mi abuelo entró a la casa.
Visitábamos frecuentemente a mi abuelo materno, así que le tenía mucho aprecio, él entró y me sostuvo en sus brazos, no recuerdo lo que me dijo ya que yo seguía sin poder reaccionar.
Después de eso no recuerdo nada, mi abuelo me contó que estuve así por varios días y que después comencé a reaccionar poco a poco, sin embargo, mi mente decidió eliminar temporalmente aquella imagen tan grotesca que presencié de mi padre, así que no tocamos más el tema, ahora sé que mi abuelo se enteró de lo que le ocurrió a mí padre por las noticias en el periódico e inmediatamente corrió hasta mi hogar.
Comencé a ser feliz de nuevo, sabía que mis padres habían muerto pero no recordaba el motivo, mi mente había bloqueado ambas muertes y sólo conservaba los buenos momentos que viví con ambos.
Mi abuelo era jardinero, una de las razones por las que mi madre amaba las flores, ya que desde pequeña estuvo rodeada de plantas y jardines. Yo comencé a ayudarle a mi abuelo en su trabajo, él tenía varios libros llenos de información sobre cada una de las especies de flores, pero le faltaba colocar imágenes, allí entré yo, comencé a tomar fotografías de todas sus plantas y a ponerlas junto a su respectiva descripción, también hice varios dibujos de las mismas para señalar sus partes y allí comenzó mi gusto por el dibujo. Yo llegué a la casa de mi abuelo a los once años y estuvimos juntos hasta que cumplí los dieciséis ya que otra tragedia me esperaba...
Estábamos tranquilos en la noche, tomábamos un té herbal cuando comenzamos a escuchar ruidos extraños provenientes del exterior, mi abuelo me pidió que me quedara dentro mientras él salía al jardín para investigar, obedecí y me quedé nervioso en mi lugar, tenía un muy mal presentimiento... De repente la puerta se abrió con fuerza y unos hombres armados entraron, la taza de té se cayó de mis manos y mi abuelo entró rápidamente al interior de la casa, comenzó a cuestionarles su presencia pero estos no decían ninguna sola palabra, mi abuelo me dijo que me alejara pero yo no podía dejarlo sólo, sin embargo, imágenes comenzaron a reproducirse en mi cabeza, imágenes de mi madre enferma, nuevamente no recuerdo nada de lo que pasó después, quizá me desmayé y sólo mi oído funcionó, escuché los gritos de mi abuelo y sus súplicas porque nos dejarán en paz, de repente todo el ruido terminó y escuché a los tipos retirarse, cuando abrí los ojos y me reincorporé miré una imagen nuevamente horrible, mi abuelo estaba casi destrozado en el suelo, no sabía que hacer, escuché la conversación de los hombres a lo lejos, dijeron: "Fue un error, este no era el domicilio" la sangre me hirvió y me levanté decidido a terminar con ellos, pero... Una fuerza extraña me detuvo, así que me quedé allí junto a los restos de mi tan amado abuelo. Tiempo después informaron que se buscaba a un sujeto que poseía hiervas ilegales, al ver el tan inmenso jardín de mi abuelo confundieron el lugar y cometieron ese fatal error, el saber que mi abuelo había muerto por una confusión me hacía sentir peor.
Al pasar por otra experiencia parecida mi mente recordó las muertes de mis padres haciendo todo más doloroso, me mudé con unos tíos, pero ellos estaban ocupados la mayor parte del tiempo así que sólo tenía un lugar donde dormir más no una familia.
Estaba totalmente deprimido, en las noches las imágenes me atormentaban, tenía pesadillas horribles, volvía a vivir una y otra vez aquellos momentos,  fué... Horrible.
Una noche salí del lugar estando en medio de una crisis, tomé un cuchillo y corrí lejos, llegué a un puente y me paré en el borde, pensaba en lanzarme para terminar de sufrir pero... No quise ensuciar el agua, era un lugar muy lindo como para mancharlo con mi ser horrible, así que tomé el cuchillo y quise cortarme los dedos así como lo hicieron con mis familiares, pero antes de que pudiera hacerlo una figura grande empujó mi brazo haciendo que el cuchillo cayera por el puente.
Era Christopher, en ese entonces él era más alto que yo, así que su llegada fue mucho más imponente.
Comenzó a regañarme, me reclamó por lo que había estado a punto de hacer, pero algo nos interrumpió, el sonido de una explosión llegó a nuestros oídos, ví una luz enorme que salía de uno de los edificios cercanos, la explosión había provocado un gran incendio, Christopher se giró para observar lo mismo que yo, ambos impulsados por algo desconocido corrimos hacia el lugar lleno de llamas, supimos que era un orfanato, al llegar allí vimos a muchas personas que observaban alarmadas, pero sólo una captó toda mi atención.
Un joven que parecía más chico que yo estaba paralizado, su bicicleta estaba en el suelo como si la hubiese dejado caer, miraba el fuego sin moverse, su expresión estaba indescifrable, allí me dí cuenta de que estaba pasando por lo mismo que yo, aquella parálisis con la que no puedes combatir, o al menos eso pensé, ya que en un abrir y cerrar de ojos el joven corrió hacia el edificio en llamas, yo corrí tras de él y lo detuve sosteniéndolo completamente con mis brazos, él seguía paralizado con la misma expresión y sólo balbuceaba: "no" "mamá"
Christopher nos encontró y nos sacó del lugar, los tres estábamos totalmente afectados así que nos llevó a su casa y nos dejó allí para dormir, el joven aún estaba paralizado y yo sentí una gran opresión en mi pecho, sabía lo que era pasar por algo así, era una experiencia horrible que desearía no viviera nadie nunca más, impulsado por esos sentimientos me acerqué a él y lo abracé, con ese toque el joven reaccionó y comenzó a llorar desconsoladamente por horas y horas hasta que se quedó dormido.
Al día siguiente estaba confundido pero rápidamente recordó el incidente, dijo que no recordaba nada después de ello, definitivamente un caso igual al mío, ese joven nos dijo que su mamá nació huérfana y que no tuvo nadie que la cuidara, así que cuando creció formó ese orfanato para cuidar de los niños, él aún sin ser huérfano la pasaba en ese lugar junto con su mamá, amaba cuidar a los niños y jugar con ellos, salía en las tardes a trabajar como cartero para conseguir más dinero y dijo que la noche anterior iba de regreso cuando presenció la explosión, él sólo deseaba que nada malo le hubiese ocurrido al orfanato, pero desafortunadamente no hubo ningún sobreviviente.
Ese joven era Jeongin, por mucho tiempo estuvo muy deprimido, se quedó a vivir con Christopher al no tener a dónde ir, recuerdo que mencionaba varias veces: "Yo nunca fui huérfano, cuidé de aquellos que sí lo eran y ahora soy uno de ellos, es sumamente injusto" y lo entendía, era un sufrimiento y frustración muy grande, cuando los tres estábamos juntos sentíamos más alivio en nuestros corazones así que cuando cumplí los dieciocho me mudé definitivamente con ellos, después de todo pasaba la mayor parte del día allí.
Jeongin también sufría de pesadillas así que comenzamos a dormir juntos para así despertar al otro cuando algo lo atormentara por las noches.
Christopher siempre se encargó de cuidarnos como un padre, más no sabíamos nada de su vida, él es muy reservado con eso así que... No lo diré, pero puedo decir que si él no hubiese pasado por eso nada de lo que pasó después hubiese ocurrido y el destino mío y de Jeongin habría sido totalmente trágico.
Christopher pintaba, nosotros lo observabamos y después nos enseñó a ambos, comenzó a gustarnos hacerlo y decidimos dedicarnos a ello, así comenzó nuestra trayectoria, afortunadamente nos fue bastante bien y ahora tenemos muchísimo trabajo.
Juntos hemos logrado superar nuestros sufrimientos y seguir adelante como personas nuevas y llenas de alegría.

Fotografía Prohibida - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora