· ─ ❨ 𝗵𝗼𝘄 𝗺𝗮𝗻𝘆 𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴𝘀 ❩
y siendo que caigo más
abajo en tus prioridades
Raiden Ogawa siempre fue un niño callado y reservado ante todos, o al menos eso intentó hasta que su extrovertido vecino Shōyō Hinata parecía...
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Raiden nunca imaginó que tendría una vida tan llena de amor. Recordaba de niño leer muchísimos libros, pero por alguna razón los de romance siempre le parecían fantasiosos y creía que solo en los libros y películas podía suceder algo tan hermoso. Así que cuando su relación con Shōyō comienza a ser aún más seria y hermosa, se percata que también él puede ser feliz y merecedor de un amor tan bello como el de los libros.
Llega el día en que cumplen cuatro años de novios y Raiden lo recibe con una cena hecha por él mismo, nervioso ya que nunca había preparado algo tan romántico para Shōyō. Normalmente era él quien lo hacía y quiso de corazón regresarle un poco de todo lo bonito que le había dado, así que se puso sus mejores ropas y lo esperó pacientemente.
Para ese punto ellos ya vivían juntos, aunque extrañaba vivir con Sosuke pero también era feliz por su cuenta después de todo. Se dedica en enviarle un mensaje ya que se acordó de él, diciéndole que a ver cuándo iban a cenar con sus nuevos amigos que hicieron hace un par de años en donde a pesar de dificultades todos pudieron conquistar a los chicos que les gustaban que, curiosamente, se conocían entre sí.
Mientras se veía en el espejo para asegurarse de verse bien, recuerda la ocasión en donde hizo lo mismo en el restaurante de Osamu. Sonríe ante aquel recuerdo en donde apenas estaba empezando a ser él mismo y aventurarse a su verdadera felicidad. De hecho Raiden se perdía en sus pensamientos con facilidad, tal vez se debía a que ayudaba a hacer historias, pero le agradaba ya que de ahí podía sacar historias buenas.
Cuando escucha la puerta abrirse sale corriendo hacia ahí, viendo a Shōyō con su uniforme y al verlo sonríe, así que Raiden lo envuelve en sus brazos y le da un beso que rápidamente es correspondido por su novio. Shōyō coloca sus manos en las mejillas de Raiden para profundizar el beso y él rodea su cuerpo con sus brazos, disfrutando de aquel momento.
—¡Te extrañé hoy! —exclama Raiden cuando se separan, sonriendo y sin dejar de abrazarlo. Shōyō alza una ceja, curioso.
—¿Qué tanto me extrañaste? Hoy no nos bañamos juntos.
—Adivina —le guiña un ojo, riéndose y provocando que Shōyō sonriera con burla y se encogiera de hombros.
—Mi imaginación es demasiado buena y lo sabes.
—Entonces sigue imaginando todo lo que te extrañe hoy —se burla un poco, acercándose para darle otro rápido beso y entonces toma sus manos entre las suyas, comenzando a arrastrarlo hacia el comedor—. ¡Hoy te tengo una sorpresa…! ¡Vamos, vamos!
