12. La noche del miercoles

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– Pero mamá, te lo ruego... él sabe que le estoy ocultando algo, me conoce desde los cinco años. Ayer y hoy me ignoro por completo en el campus cuando intente hablarle– le ruego a mamá de camino al árbol de la fuente de poder en el bosque.

Es medianoche, la hora de las brujas según mamá y me está llevando a mi primera lección.

– No debes contarle a nadie, el caso de el chico Brandon es diferente porque él si pertenece a nuestro mundo y sabe todas las reglas y los secretos que hay que guardar, pero lamentablemente Alaric es un ser humano común y corriente y no puede contar con esa información. Ahora hazte a un lado.

Largo una fuerte exhalación mientras ella repite las mismas palabras que la primera vez que estuve aquí para hacer emerger al gran árbol de energía azul.

– Fue muy amable de su parte enseñarte a manipular flujos de energía...– dice mamá luego de recitar el hechizo.

– ¿Te refieres a Brandon?

– Me refiero al ángel dorado– dice entre risas haciendo énfasis en sus últimas dos palabras.

– ¡Deja de entrar en mi cabeza y dame mi privacidad!, y para que lo sepas amable y Brandon no van en la misma oración... solo lo hizo por que quería algo a cambio.

Y es toda la verdad.

– Claro, el sueño. Fue escalofriante, pude verlo cuando lo recreaste en tu mente, era la primera bruja de Endor poseyéndote. Y tienes razón, era una especie de visión pero las visiones son subjetivas, pueden cambiar según las decisiones que tomes a cabo hasta ese momento. Y no sabes como deseo que esa visión cambie, porque si ella te poseyera cabe la posibilidad de que manipule tu mente de por vida mi niña...

Ok estoy súper asustada ahora.

– ¿Quien es Aurora?

– Otro día te lo cuento.

Las mismas palabras que me dijo Brandon el sábado pasado. Mamá me da lecciones sobre cómo lograr apuntar los hechizos, todo está en la muñeca y el contacto visual. Pero lo malo de ser brujas es que no tenemos ningún elemento para apuntar los hechizos, solo nuestro propio cuerpo y nuestra voz para producirlo, aunque hay hechizos mentales pero son muy avanzados. Mamá me ordena memorizar unos cuantos hechizos de defensa antes de la próxima lección que me servirán en situaciones peligrosas a causa de proteger el libro, al menos hice que se sintiera orgullosa de mi cuando le conté que le efectué un hechizo de invisibilidad al tomo, por más que haya sido idea de el ángel dorado. Siento como nuestra relación madre e hija ha cambiado desde que le he creído todo este asunto de la brujería, ahora somos más unidas y quiero convencerme de que es así porque me ama y no porque ahora le parezco más interesante a causa de mis poderes.

El miércoles había llegado, hoy no vi a Ric en el campus. Siempre las noches de mitad de semana cenaba con él, pero ahora que las cosas se han puesto raras entre nosotros no me ha contestado a mi texto sobre comer juntos, así que para no cenar sola decido pedirle a Érica que venga, la cual accede de inmediato porque ama estar cerca de Dobby. Cenamos carne asada con papas fritas en la sala, con Crepúsculo en la tv.

– Oye, ya no puedo seguir ignorándolo, ¿que carajos le paso a ese muro?– pregunta con la boca llena señalando al muro detrás de mi con su mentón.

– Ah, pues... un problema con la electricidad.

Espero haber sonado lo bastante convincente.

– ¿Que pasa con Ric? No los veo juntos desde el lunes, es raro que salgas del campus y no haya nadie gritándote halagos.

Y que lo digas.

– Está enojado conmigo, me vio con un chico y malinterpreto todo.

– Más que enojado yo a eso lo llamaría celoso... sabía que estaba enamorado de ti– dice haciendo un gesto de victoria con su puño.

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