Su Alteza, por favor ámeme tiernamente

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17. El que está detrás del veneno 

Tomando la partida del Príncipe Rui como una completa rendición hacia Su Jie, Yu Jiang se inclinó pesadamente en el suelo: "Su Alteza, por favor salve a mi maestro... por favor".

Xiao ShengNian todavía se fue sin decir una palabra, dejando a Yu Jiang indefenso y desesperado en el lugar.

Sin embargo, Xiao ShengNian regresó unos minutos después con una pastilla en la mano y la metió inmediatamente en la boca de Su Jie. "Trágatela", le ordenó.

La píldora hizo magia y Su Jie se sintió mucho mejor en solo unos segundos, el dolor espasmódico desapareció y él mismo fue rescatado del infierno.

Agotado, Su Jie sintió que le era imposible incluso abrir los ojos. Era la primera vez que se sentía tan cansado. Nunca había sufrido tanto agotamiento, ni siquiera cuando entrenó con el maestro de guqin.

"Limpia el desorden y déjalo descansar bien", ordenó Xiao ShengNian con las manos en la espalda. Después de eso, miró al inconsciente Su Jie y se quejó: "¡Qué día de problemas me has causado!"

La respuesta de Su Jie fue su respiración constante mientras dormía profundamente.

Xiao ShengNian, con el ceño ligeramente fruncido, se sentó junto a la cama y arropó a Su Jie antes de darse la vuelta y ver a Yu Jiang mirándolo con ojos llorosos. No pudo evitar decir en un tono impotente: "¿Por qué sigues siendo tan llorón?"

Yu Jiang tartamudeó pero no logró decir palabra por vergüenza.

Yu Jiang tenía un hermano mayor, Yu Che, que era uno de los guardias más cercanos del príncipe Rui. Yu Jiang, el chico más joven de la mansión, solía ser querido por muchos. Pero su timidez y su facilidad para llorar a lo largo de los años gradualmente molestaron a los demás. Además de su torpeza al servir a los amos, era más como un holgazán en la mansión que habría sido expulsado hace mucho tiempo si no hubiera sido por la protección de su hermano mayor.

Después de un largo tiempo sin trabajo, Yu Jiang se ofreció como voluntario para atender a Wen Nianxuan y demostrar su competencia y que no era un inútil. Por suerte, Su Jie era una persona independiente que apenas tenía necesidad de un sirviente ni tampoco tenía el porte altivo de un amo. Así que los dos se llevaban bastante bien.

"Ve a buscar mis libros", ordenó Xiao ShengNian.

"Sí, Su Alteza."

Después de que Yu Jiang se fue, Xiao ShengNian se amasó la sien, bastante molesto. Supo quién había envenenado la comida en el momento en que vio los síntomas de Su Jie: su hermano, Xiao ShengXian.

Su hermano menor no era un maestro en el arte de envenenar, pero él mismo era un médico experto que tenía un conocimiento bastante profundo de ese arte. Su hermano le había tomado muchos venenos con el fin de protegerse.

El veneno que Su Jie había tomado era uno de los venenos que él había preparado, un veneno al que solo él y su hermano menor tenían acceso. De lo contrario, no habría podido identificar el veneno y conseguir el antídoto tan rápido.

Su Jie tuvo muy mala suerte. El pobre muchacho tuvo que pasar por azotes y veneno en el mismo día, y ambas cosas por culpa del príncipe Xian.

"Su Alteza", Yu Jiang entró con una pila de libros en sus manos y los dejó sobre la mesa como le habían ordenado. Sin recibir más instrucciones del príncipe, se despidió sensatamente y dejó la habitación para los dos.