En un mundo donde la luz y la sombra parecen no mezclarse, Tobio Kageyama prefiere el silencio a las conversaciones vacías, la soledad a la compañía forzada. Todo en él es frío y calculado, hasta que conoce a Hinata Shoyo, un chico que irradia calid...
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Tobio Kageyama
Un nombre muy reconocido por toda la universidad en la que estudiaba, Aquel chico de cabellera negra y ojos color azul mar los cuales no mostraba ninguna emoción que no fuera enojo o irritación, a pesar de eso, era muy popular entre todos, y aunque no quisiera, tenía siempre la costumbre de destacarse ya sea por sus atractivos rasgos o por el simple hecho de su aura misteriosa, aquel semblante serio y distante, haciendo temblar a cualquiera que lo viera.
Tobio era ese tipo de chico que inevitablemente llamaba la atención, aunque fuera con un aire de indiferencia.
Músculos decían que sus ojos tenían algo..unas olas que siempre parecían estar en una tormenta interminable, una marea fuerte y brusca, sin tener intenciones de detenerse en algún momento, a esto no era muy bueno socializando o simplemente intentando mantener una conversación estable, ya que sus emociones se hundían y salían en un huracán cuando menos te lo esperabas. Gracias a esto , no tenía muchos amigos, unos pocos era con los que hablaba aunque siempre prefería su soledad antes que nada
Nadie podría cambiar aquella tormenta, el sol nunca iluminaría las oscuras grietas de su corazón, nunca podría sentir la calidez de un abrazo o de un simple gesto
Y Talvez ese era su destino, estar solo.
—Hey! Tobio-Chan!— Una voz risueña se escuchó justo detrás de él, aunque eso ni lo inmutó
—Cuantas veces te he dicho que no me digas así Oikawa— su voz se endureció mientras sus dientes se apretaban, Tobio juraba querer romper aquella sonrisa que siempre parecía tan brillante, demasiado para sus ojos
—Vamos no seas tan amargado, acaso te levantaste de malas?— Oikawa abrazo por el hombro a su amigo mientras una suave sonrisa se estiraba por sus labios, dejando una sensación de asco en el estómago de Tobio
—Joder, podrías dejar de sonreír?—Tobio susurró alejándose de aquel abrazo —Eres demasiado molesto— Bufo mientras sus ojos rodaron claramente irritado por la situación en la que estaba
—Si lo que tú digas— El chico pelimarron no dejó de sonreír, solamente dio unas cuantas palmadas en el hombro del chico más alto
—Odio a los soles como tu—Tobio achico sus ojos dando un pesado suspiró —Son tan energéticos y tan brillantes, que me dan ganas de devolver mi desayuno— Oikawa frunció el ceño ante su comentario, realmente no comprendía como Tobio no podía simplemente ver lo bueno de el mundo, pero lo sabía, sabía que en algún momento alguien le iluminaría su oscura vida.
Algún día..
—Claro Tobio..—
Los girasoles siempre buscan la luz, incluso cuando están rodeados de sombras
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Hola! Bueno solo para aclarar este no es mi primer fanfic, pero mis demás cuentas murieron así que, decidí empezar este perfil con una historia de romance entre dos lados totalmente opuestos, esta historia se me ocurrió cuando mi amiga me regaló girasoles, y me dijo que me parecía a uno y no se cuanta cosa más me dijo
Y mi mente fue tipo: wow hagamos una historia claro que si
Y ya, los capítulos variarán depende de cuanta tarea me dejen, de todo modos espero que disfruten esta hermosa y rara historia sobre dos gays
