Solo él

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"¿Qué haces todavía aquí?", le preguntó Karma con diversión.

—No es asunto tuyo —respondió el pelinaranja frunciendo ligeramente el ceño.

Karma decidió ignorar la mordaz respuesta de la chica frente a él, para acercarse a paso seguro a donde estaba y apoyarse junto a ella en una zona vacía de la pared.

Cruzó los brazos sobre el pecho mientras su mochila escolar descansaba a su lado en el suelo, sin tener intención de cogerla ni darle la más mínima importancia a que se pudiera ensuciar.

Cuando Karma bajo de la montaña infernal donde estaba en la clase E, lo último que pudo pensar, es que vería a Asano Gakushuu apoyado en un pilar cerca de la salida, con una expresión derrotada en su rostro y cargando una simple caja grande que parecía pesada a simple vista, mucho menos cuando las clases habían terminado hace como una hora.

Para ellos, la clase E, era normal terminar las clases mucho más tarde que los demás. 

Después de todo, bajar la montaña no era un sencillo camino de rosas, además tenían que entrenar y a veces se quedaban todos juntos para planear un próximo asesinato. 

Pero las otras clases nunca se quedaban más tiempo del necesario.

Lo primero que pasó por su mente Karma fue atribuirlo a las reuniones del consejo estudiantil, pero ese día no había. 

Gracias a Isogai pudo confirmar, aparte de que el director de la junta parecía ser un segundo Korosensei que decidió no dejar obligaciones ese día por ser un 14 de febrero, un día que los adolescentes debían aprovechar para declarar a las personas por las que sentían algo más que amistad.

Por supuesto, eso no sería tan extraño si los estudiantes no supieran que el director tenía cámaras por todos lados y probablemente estaba presenciando todas y cada una de las confesiones de sus estudiantes, pero lo dejarían entrar, las aficiones del director no eran asunto suyo.

Entonces cuando Karma vislumbró a la presidenta del consejo, solo pudo despedirse rápidamente de Nagisa y Kayano (quienes bajaron con él) y acercarse a ella para mordisquearla un poco.

Por supuesto esperaba que ella lo recibiera con amargura, esa era su amistad/rivalidad, pero a Karma no le gustó la actitud indiferente que había adoptado Asano.

La miró de reojo, fijándose en su perfil y en su pelo perfectamente recortado, mirándola con cierto desdén y exasperación y tratando de ignorar la presencia del mismo pelirrojo.

¿Qué hacía Asano allí, cuando no había ningún otro estudiante en el campus principal? Karma tuvo la fugaz idea de que estaba esperando a que alguien le diera chocolates, y eso no terminó siendo demasiado gracioso.

Aunque no lo admitiera, a Karma le molestaba, por lo que terminó acercándose a la chica con su expresión habitual mientras ideaba alguna forma de averiguar qué había en esa caja.

Ante su repentina aproximación, Gakushuu lo fulminó con la mirada mientras se alejaba varios centímetros de él sin disimular.

Y Karma hizo lo mismo. 

Los centímetros que ella se alejaba de él, él los recorría para acercarse a ella. 

Más por diversión que por otra cosa.

La de cabeza naranja frunció el labio con enojo, inflando levemente sus mejillas y sus orbes violetas lo miraron con sospecha mientras se movía el doble de lejos de lo que Karma se había acercado. 

El pelirrojo adornó su rostro con una sonrisa victoriosa mientras sus orbes de mercurio brillaban con diversión.

Oh sí, fue muy divertido hacer enojar a Gakushuu.

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