Después de un largo día de entrenamiento en el campamento, las chicas de la clase 1-A decidimos disfrutar de un merecido descanso en las aguas termales.
— ¡Ah, esto es lo mejor! —dije, suspirando de alivio mientras el agua caliente rodeaba mi cuerpo. El calor del agua era perfecto para relajar los músculos agotados.
— Es genial que tengamos estas aguas termales —comentó Yaoyorozu, recostándose contra la piedra y cerrando los ojos.
— Después de todo el entrenamiento de hoy, esto es justo lo que necesitábamos —agregó Uraraka, con una sonrisa mientras se estiraba bajo el agua.
Todo parecía tranquilo y relajado, hasta que un estruendo interrumpió el ambiente de calma. El ruido provenía del otro lado de las aguas termales, justo donde estaban los chicos. No fue difícil adivinar quién era el responsable.
— ¡Mineta es terrible! —exclamó Tsuyu, con una expresión de disgusto mientras veía hacia el lugar del que provenía el ruido.
— Seguro está intentando espiarnos otra vez... —dije con un tono exasperado, ya acostumbrada a las artimañas del pequeño pervertido.
— ¡Kota lo evitó! —dijo Mina con una sonrisa divertida—. ¡Ese niño es todo un héroe!
— ¡Gracias, Kota-kun! —gritó Uraraka en dirección al chico, aunque lo más probable es que ya estuviera huyendo, avergonzado por habernos visto.
Justo cuando estábamos comenzando a relajarnos de nuevo, escuchamos lo que parecían ser voces acaloradas del otro lado.
— ¡Te dije que no intentes nada, maldito! —la inconfundible voz de Bakugo retumbó, haciendo que todas nos detuviéramos por un momento.
— ¡Kacchan debe estar amenazando a Mineta otra vez! —susurré, medio divertida y medio preocupada.
— Si Mineta sigue así, algún día lo va a lanzar por los aires... —murmuró Jiro con una pequeña risa.
Las voces continuaban, pero de pronto se escuchó algo más que captó mi atención.
— Y deja de intentar espiar, Mineta —se oyó la voz de Izuku, aunque esta vez había un tono diferente en su habitual voz calmada—. No sé qué crees que vas a ganar viendo del otro lado... ¡y menos con mi hermana allí!
— ¡Izuku! —exclamé, cubriéndome la cara de vergüenza cuando escuché a mi hermano al otro lado. El tono pasivo-agresivo de su comentario era inusual en él, pero claramente no le hacía ninguna gracia la situación.
— ¡Te dije que si vuelves a mirar siquiera en dirección de Ami, te haré explotar, enano! —escuché a Bakugo gruñir, y aunque no podía verlo, imaginé la mirada feroz que le estaba dando a Mineta en ese momento.
— ¡V-vamos, chicos! No hay necesidad de ponerse así... —Mineta intentaba calmar las cosas, pero no estaba funcionando.
Las chicas y yo intercambiamos miradas, tratando de contener las risas. Aunque la situación era incómoda, no podíamos evitar divertirnos un poco ante la desesperación de Mineta y la furia protectora de Bakugo e Izuku.
— ¡Parece que Kota no es el único que está protegiéndonos! —comentó Mina, guiñándome un ojo, lo que me hizo rodar los ojos con una sonrisa.
Después de todo el caos, nos relajamos un poco más, sabiendo que Mineta estaba controlado por ahora. Cuando terminamos, nos dirigimos a nuestras habitaciones para descansar. Al acostarme en la cama, sentí cómo el cansancio del día me invadía por completo. Apenas mi cabeza tocó la almohada, caí en un profundo sueño.
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I'll protect you // Boku no Hero academia // (Bakugō y Tu)
FanfictionEsta es mi historia, y de cómo me enamoré de cierto rubio explosivo, ciertamente el camino fue difícil para que ese estupido orgulloso se diera cuenta de lo que sentía. Así que, empecemos por el día en que nos conocimos.