Prólogo

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La madrugada del 17 de abril de 1999, En un hospital en Viena, Austria, una joven de cabellos dorados luchaba entre la vida y la muerte.

Angelique Mayer, estaba dando a luz a su bebé.
Dentro de aquella sala de parto se podía sentir la tención, los gritos desgarradores de aquella joven resonaban por toda la habitación, enfermeras y doctores corrían de un lado a otro, tratando de salvar la vida de ambos.

En la sala de espera estaba Torger Wolf, al borde de la locura, hace algunas horas había llegado a ese hospital con su novia, que había entrado en labor de parto, a cada enfermera o doctor que pasaba por ahí, le preguntaba sobre su novia y su hijo, pero ninguno sabia darle información.

Hace unos 3 meses su doctor les había dicho que el embarazado de Angelique era de alto riesgo, debido a la edad de ella y la preeclampsia, incluso cabía la posibilidad de elegir entre la vida de uno de los dos.

Toto, que no estaba dispuesto a perder, la que el creía el amor de su vida, le había propuesto interrumpir el embarazo, por su puesto que Angelique se negó rotundamente, ella daría su vida por la de su hijo si así era necesario.

Estuvieron separados unas 2 o 3 semanas, ya que Toto no aceptaba la decisión de su novia de continuar su embarazo a pesar de saber que su vida podría correr peligro. Pero después de reflexionar y caer en cuenta que su novia lo necesitaba, Toto se trago su orgullo y acepto la decisión de Angelique.

Angelique entro en labor justo después de cumplir 7 meses de embarazo, es por eso que se encontraba en aquella sala de espera.

Después de algunas horas, el doctor salió.

— ¿Señor wolf? - Llamo el doctor.

— ¿Si? - Se podía notar la ansiedad en la voz de Toto - ¿Cómo esta Angelique?

— Hubo complicaciones - Contestó el doctor, Toto sentía la ansiedad crecer en el cada vez más - El bebé necesitará estar algunas semanas en la incubadora, le faltó un poco para que sus pulmones estuvieran fortalecidos, pero es un bebé fuerte, estara bien.

— ¿Y Angelique? - Al parecer a Toto lo único que le importaba era su novia - ¿Cómo está mi mujer, Doctor?

El doctor soltó un suspiro.

— No le voy a mentir señor wolf, ella, está realmente delicada - Respondió - Perdió demasiada sangre y su presión está descontrolada.

Toto sentía que su alma abandonaba su cuerpo, su novia no se podía morir. 

Después de unas horas, una de las enfermeras dijo que ya podia pasar a ver a Angelique. Así que lo guío hasta la habitación donde estaba

Cuando Toto entro a la habitación, está parecía oscura a pesar de la claridad de la luz y el sol del medio día.
Los sonidos que hacían las máquinas conectadas a su novia, lo ponían nervioso, sobre todo al ver el rostro pálido, sus labios resecos y su cabello rubio que parecía sin brillo, de su amada. Angelique se veía realmente débil.

— Cariño - Dijo tomando su mano, estaba fría, como en invierno cuando no llevas guantes. — ¿Cómo te sientes?

— De maravilla - Respondió con una voz delicada - ¿Ya viste a nuestro hijo? - Toto negó

— Primero quería verte a ti, asegurarme de que estuvieras bien.

— Yo no lo he visto, pero la enfermera dijo que su cabello era rubio - Respondió con una sonrisa débil, en sus ojos se podía ver la ilusión.

— Entonces se parece a ti.

— Me gustaría que se llamara Nicholas. - Respondió débilmente, sus ojos comenzaban a pesar.

Angelique se aferraba a la vida, quería asegurarse que su bebé estaría en buenas manos.

— Es un lindo nombre.- Toto estaba preocupado, la voz de Angelique se escuchaba cada vez más débil.

— Prométeme que lo cuidaras y amarás - No quería irse de este mundo sabiendo que Toto no aceptaría a su hijo.

— Ambos lo cuidaremos y amaremos, Angie. -

— Pro-prometelo. - Angelique se escuchaba cansada, agarraba con la fuerza que le quedaba la mano de Toto.

— Lo pro...- La promesa de Toto fue interrumpida cuando las máquinas conectadas a Angelique comenzaron a hacer ruidos.

Rápidamente llamo a las enfermas y al doctor, quienes le pidieron que salga, Toto negando abandonar a su novia, tuvieron que utilizar la fuerza.

Unos minutos después el doctor salió, dándole la mala noticia.

— Lo siento señor wolf, su esposa falleció. -

Esas palabras fueron como dagas en su pecho, sobre todo por la palabra "esposa", nunca llegó a ser su esposa, se supone que se casarían cuando el bebe naciera.

Toto estaba en estado de shock, no lloraba ni hacia nada, su amada había fallecido y el no pudo hacer nada para evitarlo.

Una de las enfermeras lo guío hasta las incubadoras, creyendo que al ver a su bebé, podría al menos reconfortarse de la perdida de Angelique, pero no fue así

Al llegar a las incubadoras, había varias enfermeras, algunas cargaban a los bebes, otras solo hacían revisión, a pesar de ser una sala dónde hay bebés, no había llantos, solo en estresante ruido de las maquinas.

Toto veía sin una pisca de emoción en su rostro a ese rubio bebé al que la enfermera le acercó.
Igual que su madre ese bebé luchaba por vivir.

Después de ese acontecimiento, los años pasaron y Toto jamás pudo ver con ojos de amor paternal a Nicholas, que efectivamente había salido idéntico a su difunta Angelique, lo único diferente eran sus ojos, los de Nick son cafés mientras que los de Angelique eran azules, como el océano.

Nicholas creció careciendo el amor paternal, de escuela en escuela, de internado en internado, de fiesta en fiesta siendo un chico rebelde, metiéndose en problemas constantemente, de alguna manera tendría que llamar la atención de su padre, pero este parecía importarle más su trabajo y su nueva familia, no lo mal entiendan, el ama con su corazón tanto a Susie como a su pequeño hermano.

Susie termino con parte de su miseria cuando en el 2010 comenzó a salir con su padre, casándose un año después. Su vida mejoro un poco, aún que Toto seguía reacio a fortalecer su relación padre e hijo, a pesar de que ahora ya amaba a Susie, Angelique aún seguía en su memoria, y el hecho de que Nicholas sea su viva imagen lo hace complicado.

Nicholas fue el más emocionado de todos, cuando en 2017 nació su pequeño hermano, justo 7 días antes de su cumpleaños número 18.
Aún que la llegada del pequeño Jack había unido un poco a Toto y Nick, aún seguían distantes, sobre todo por la actitud rebelde y desobligada que Nicholas tenía.

Fantasy - Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora