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La Reina de Altanasia, con su porte majestuoso y mirada penetrante, escuchó atentamente las palabras de Hyunjin. Tras un momento de reflexión, asintió con gravedad.

—Que entren Chris el pirata, Han y Seungmin el espadachín —ordenó con voz firme.

Los tres hombres entraron en la sala del trono. Jisung, visiblemente nervioso, se adelantó con pasos vacilantes. Christopher, con el rostro marcado por la culpa, se arrodilló ante la Reina.

—Majestad, le pido perdón por el daño que causé, quiero que sepa que estoy totalmente del lado de Hyunjin—dijo Christopher, su voz quebrada por la emoción.

La Reina lo miró con severidad, pero luego su expresión se suavizó.

—Te perdono, Christopher. Solo porque confío en mi hijo—respondió ella con dignidad.

—Muy buenas tardes su Majestad, me presentó como Kim Seungmin, espadachín originario de Vallhalie.

La reina sonrió.

—Tu padre era amigo de mi hermano, te pareces mucho a tu madre, Seungmin...

Exclamó la Reina, inmediatamente todos la miraron. Más aún Seungmin quien mantenía sus ojos totalmente abiertos..

—¿Us..usted la conoció?

—Por supuesto, fue una mujer muy hermosa, llena de clase y con un espíritu inquebrantable...

Seungmin sonrió ante la descripción, luego se inclino juntando sus manos, agachando su rostro.

—Mis sinceros respetos y gracia por aún recordar a mi madre, le aseguró que usted y su Reino tienen toda mi lealtad.

La Reina sonrió, y asintió aprobando a los compañeros de Hyunjin.

Luego, la Reina dirigió su mirada hacia Han, sin conocer aún su nombre.

Este solo se sentía muy nervioso, así que reverencio enseguida.

—Buenas tardes su Majestad, Mi nombre es Han Jisung y vengo de Loona...

La Reina algo enternecida por su torpe he inexperta forma de presentarse sonrió.

—Acércate —ordenó—. Te ayudaré a saber sobre tu linaje, tal como Hyunjin ha solicitado.

Han, nervioso, se acercó lentamente. La Reina extendió su mano y tocó la frente de Han, cerrando los ojos para acceder a los recuerdos de sus ancestros. Una visión se desplegó ante ella: el abuelo de Han entregando su alma a las sirenas a cambio de la vida de su hijo, la futura madre de Han. Las sirenas, agradecidas, otorgaron dones mágicos al bebé, dones que se transmitieron a través de la generación hasta llegar a Jisung.

La Reina abrió los ojos, revelando lo que había descubierto. Todos en aquella habitación ensimismados en que podría decir aquella mujer.

—Jisung—lo llamó—Posees dones mágicos heredados de las sirenas.

En cuanto dijo esto todos en aquella habitación fruncieron el ceño, se escuchaba el viento a traves de los grandes ventanales.

Jisung desconcertado viendo como la madre de Hyunjin retiraba su mano de su frente repleta de una luz blanca preguntó.

—¿P-perdón?

Aquella mujer de belleza sutil, sonrió levemente ante su reacción y continuo:

—Tu abuelo hizo un pacto con ellas para salvar a tu madre, y esos dones han pasado a ti. Sin embargo..—respiro hondo—Las sirenas ahora están bajo el control de la Dama Camelia, madre del príncipe del mal. Esta bruja, aunque sellada en una piedra, ha logrado influir en ti a través de las sirenas. Ella fue quien hizo que te poseyeran, o te poseyó..

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐿𝑎𝑠 𝐸𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora