Lucia
Lo admito, esto de que Mingi me este "cortejando" me encanta, estoy siendo una maldita caprichosa, sigue mis horarios cuando lo pido, no tengo que gastar absolutamente nada cuando salimos juntos. Además de que mi padre me deja tranquila con solo decirle que ire a verlo.
Además esta esto del sexo...
—Terminaras con la poca cordura que me queda.
Gruño mientras me embestía de manera intensa, su brazo estaba de mi cadera para sujetarme de la cintura para que en cada empuje me quedara en mi lugar y llegara mas profundo. Mi cabello envuelto en su puño libre en mi nuca para hacer mi cuello hacia atrás, ya tenia el cuello lleno de marcas de mordidas pero realmente no me importaba.
Sus besos terminaban dañando mis labios cuando los mordía al no tener el suficiente contacto.
—Mingi —me levanto para que quedara encima suyo, con mis rodillas apoyadas en la cama y las suyas dobladas.
—Dime bebe, ¿Qué es lo que necesitas?
Me sujete de su cabeza, dejando que sus labios recorrieran mi pecho, mis caderas subieron y bajaron empujadas por mis rodillas y ayudada con las manos de Mingi.
—Dame mi orgasmo, lo necesito Mingi, te necesito.
Sonrio dejando un beso en mi barbilla, cambio el movimiento de mi cadera para que pudiera frotarme al mismo tiempo que me penetraba, su dedo se deslizo por mi cadera hasta encontrar mi clítoris entre los dos, apenas lo rozo de manera circular, cuando mis piernas temblaron, mi cuerpo se estremeció, tensándose cada parte, dejando marcas en la fuerte espalda de Mingi.
Sentí como se contraía mientras se liberaba, deje de moverme para apoyar mi cabeza en su hombro, sus manos acariciaron mi espalda, en esta posición siempre me siento mas grande que él, pero me gusta mas cuando puede envolverme totalmente con su cuerpo.
Después de una ducha caímos rendidos en su cama, solo deje que me abrazara para quedarme totalmente dormida. Cuando desperté lo vi totalmente cambiado dejando el desayuno aun lado de mi cama, estaba hablando por teléfono.
—Si, en una hora estoy ahí, no te preocupes, se como convencerlos de que firmen —colgó y se colocaba un poco de colonia.
—¿A dónde vas? —tome un pan tostado —iríamos al gimnasio juntos.
—No puedo, tengo cosas que hacer —se me quedo mirando —no hagas puchero, creo que te estoy malcriando demasiado, estaría bien si fueras mi novia, o mi prometida, pero sigues sin querer serlo, así que es momento de que marque mis limites.
—Eso no es justo —me cruce de brazos —estamos muy bien como estamos.
—Puede que tu lo estes, pero yo estoy interesado en algo mas, dime algo ¿te gusto?
—Si, mucho —se acerco.
—No lo dire con palabras grandes, pues se que pasara, pero ¿sientes mas que deseo por mi? —tome un bocado de fruta agache la mirada y asentí —entonces toma una decisión —dejo un beso en mi mejilla —te vere en la cena de aniversario de la empresa.
—No iré a esa estúpida cosa.
—Como quieras, ten un lindo día ratoncita.
Termine de desayunar y me fui enfurecida a mi casa, me puse a trabajar toda la tarde para que el coraje se me pasara, es un idiota, si cree que voy a ceder en esto, no lo hare.
—Wow, te vez preciosa, luces tan linda y sexy.
—Gracias, tu tampoco te vez tan mal.
Pinte mis labios de un rojo intenso que contrastaban con el esmeralda de mi vestido, busque un diseño que marcara cada atributo que tengo, debo de verme lo mas apetecible posible.
Mingi.
Dos semanas, logre soportar dos semanas sin tocarla, a pesar que me la topaba en el gimnasio, luciendo esos leggins que hacían que se le marcara el culo de manera increíble, soporte a los tipos que se le acercaban a coquetearle tratando de que ella no viera cuando los amenazaba de no volver a hablarle.
Ese día que la deje en mi cama despeinada, haciendo pucheros porque no obtuvo lo que quiso, con esa voz tierna de bebe, casi arruina todo mi plan, quería regresar a la cama y follarla para mimarla todo el día. Pero si logre comportarme ese día, se que podre seguir como hasta ahora.
O no.
Cuando la note en la cena de aniversario, su vestido era una maldita locura, su piel morena resaltaba con el color esmeralda, el corset estaba hecho a la medida, alzando sus lindos pechos, no llevaba mangas así que la piel tersa de sus brazos era una tentación de tocar, la caída del vestido amplia pero con una abertura que si fuera un centímetro mas arriba tendría que matar a todos lo que la miraran.
Sabe que cartas jugar, y yo no se si puedo decir que lograre salir de aquí sin besarla o tocarla.
Su padre la presentaba a todos los invitados y como es lógico muchos estaban encantados por la belleza de Lucia, su cara de aburrimiento me tranquilizaba es algo que no puede ocultar, una de las cosas que me encantan de ella.
Tome una copa de vino y me fui a sentar al fondo del salón para mirarla sin que me pillara en el acto, pensar todo lo que le puedo hacer con ese vestido me hará hacerme la paja mas bestial de mi vida.
—Mingi —un rostro conocido se me acerco —¿Por qué estas aislado?
—Generalmente por lo que las personas lo hacen, para que no las molesten.
—Siempre un encanto, es un placer verte, estuve hablando con tu padre y me dijo que no estas saliendo con nadie por el momento, pienso que podríamos tu y yo salir a cenar y divertirnos un poco un día de estos.
—Si no ha pasado, quiere decir que no va a pasar, no me interesas, te lo dije a ti y se lo dije a mi padre, me importa una mierda si te relacionas con un gran socio —bebi de mi copa —somos lo bastantes competentes como para no necesitar tu ayuda.
—Estas siendo demasiado idiota, podría abrirte muchas puertas el que estes conmigo, piénsalo bien.
Casi me hecho a reír, se que esta mujer anda tras de mi desde que entre a la adolescencia, es casi diez años mayor que yo, pero nunca ha dejado de insinuarse en cada ocasión, tomo mi pierna pero antes de que yo hiciera algo, vi como se vacio un liquido rojo en su cabeza.
—Estas siendo un grano en el culo, Mingi ya te dijo que no ¿Qué no escuchas bien?
La mujer estaba en shock jadeando de ira, mas cuando Lucia la rodeo para sentarse en mis piernas.
—¿Quién te crees maldita mocosa?
Mi ratoncita palpo mi pecho buscando algo, sonriendo cuando lo encontró, metió su mano para sacar la cajita.
—Niña malcriada —la tome de la cintura.
—¿POR QUÉ MIERDA ME ESTAN IGNORANDO?
Llamo la atención de los demás invitados, bien como se levantaba estampando el pie un par de veces contra él piso.
—Shh —Lucia abrió la cajita y se coloco el anillo, para mostrárselo a la mujer furiosa —los único berrinches que son tolerados por este hombre, son los de su futura esposa —levanto solo el dedo anular con el anillo —la cual soy yo.
—Pensé que te resistirías un poco mas.
La jale del cuello para besarla un poco —¿Nos da privacidad? Tenemos cosas que hablar mi mujer y yo.
—Te vas arrepentir de esto, tu y tu padre no me olvidaran, te lo aseguro.
Mi padre se camino hacia nosotros junto con el señor Choi —¿Algo que quieran decirnos?
—¿Algo que quieras añadir mi ratoncita?
—Si, yo elijo cuando se hará la boda.
—Lo que ordene mi bebe...
Les dije que seria corta (iban a ser solo 3 capitulos) bueno siempre que imagino escenasa de smut con este hombre, no puedo pensar en otra cosa que no sea de ese salvaje cochino y bien duro!!!
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Powerful (Song Mingi)
FanfictionEl NO, es algo que desconoce Song Mingi hijo de unos de los empresarios más rico de toda Corea, por eso la obsesión que tiene con las linda Lucía no se puede describir. Lucía llegó a Corea para ser una niña malcriada, no la dejan vivir sola, pues t...