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Los rayos del sol iluminan la habitación. Un hermoso día, todo está despejado, la gente no hace un mínimo sonido.

Todo está tranquilo.

—Calabacita, ya es de día—pronuncio aquel hombre robusto de tez morena.

—Buenos días papá—dijo la pequeña brujita mientras estiraba ambos brazos.

—¿Cómo dormiste?

—Muy bien, no había dormido tan bien en semanas—admitió.

Se levantó de la cama y coloco sus pantuflas en sus pies.

—¿Dónde está papi?—pregunto aquella bruja.

—Esta preparando el desayuno, vamos a ayudarle.

Ambos salieron de aquel cuarto, pasando por la sala. Encontrando a aquel hombre de piel pálida.

—¿Como amaneciste linda?, ¿Descansaste?

—Hola papi, estoy mejor que nunca.—dijo aquella brujita recogiendo unos cubiertos y una platos para la mesa.

—Espero que si, el Flyer Derby puede ser muy estresante.—dijo el hombre, apagando la estufa.

—Es cierto calabacita, después de estar casi una semana entrenando es importante descansar.—corroboro el otro. Este estaba sirviendo el jugo.

—Estoy perfectamente bien, descanse lo suficiente. A parte, eh estado meditando.

—Eso es bueno, pero igual me preocupa lo que pueda pasar en un partido, ¿Y si te lastimas?—pronuncio con un tono de preocupación.

—Entonces los curanderos de Hexside me atenderán correctamente por qué ellos están entrenados, y si me llegó a lastimar ustedes dos serían los primero en saberlo.—señalo la brujita.

—¿Estás segura?

—Si papá.

—¿Pero que tal si-

—Papá, Papi, no tienen que preocuparse por mi, voy a estar bien, tengo experiencia montando y cualquiera se puede caer de su palismán—interrumpió—soy lo suficientemente capaz de cuidarme, se defenderme y también se razonar.

—Esta bien, ahora ven a comer—dijo el hombre más tranquilo.

Después de el desayuno, la morena comenzó a prepararse para la escuela.

Después de un baño, se colocó el uniforme, y peino sus cabellos verdes para después dividirlo en dos trenzas.

Después de terminar, con algo de prisa cepillo sus dientes y revisó su mochila, tenía todo lo que necesitaba. Antes de irse se colocó un broche de flor.

Luego de esto salió de su habitación y la cerro con llave.

Corrio escaleras abajo.

—¡Ya me voy!—aviso.

—¡Suerte!

Después de cerrar la puerta comenzó a caminar, después de pasar unos cuantos puestos se adentro en un bosque, recorría aquel bosque con una sonrisa, estába ansiosa por ver a sus amigos.

Un rato después llegó a su escuela, en la entrada se encontró con sus amigos, Augustus, Amity, y Luz.

La bruja se dispuso a caminar hasta ellos, pero antes de siquiera poder acercarse un pie se atravesó en su camino haciéndola caer de cara contra el suelo.

—Oops, perdóname no te vi.

Se escuchó seguido de unas risas.

—¡Willow!

¿Cuando pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora