Elizabeth.
Cierro el grifo del agua y salgo de la regadera después de quitar el exceso de agua de las puntas de mi cabello tomó la toalla y la pongo al rededor de mi cuerpo hago un nudo en mi pecho y tomo otra toalla para mi largo cabello.
Camino fuera del cuarto mirando mi cabello mientras le quito el exceso de agua pero me detengo en el marco de la puerta del baño al ver los zapatos del hombre sentado en la cama.
Camino unos pasos hacia él pero antes de poder terminar de decir su nombre el se levanta de la cama y pasa por mi lado sin dirigirme la palabra se adentra al baño azotando la puerta yo camino al vestidor y tomo el vestido que tenía preparado desde hace días para el bautizo.
Lo dejo sobre el sofá que ay en el vestidor y me pongo la lencería azul sobre ella me coloco una bata de seda y regreso a la recámara donde me adentro al baño para tomar mis productos para mi hermosa piel.
Camino al lavabo y empiezo a tomar mis cremas mientras que el hombre en la ducha ni se molesta en verme salgo y me siento en la silla frente al tocador.
Me empiezo a secar el cabello y plancharlo al darme cuenta de que quedo perfecto empiezo a ponerme cremas cuando veo a Sebastián salir con una toalla en su cintura veo su perfecto abdomen sus cuadritos sus sexis brazos entintados veo cómo por su cuerpo resbalan pequeñas gotas de agua.
Tengo que cruzar las piernas al sentir la humedad en mi centro mierda no puedo dejar que me torture de esa forma.
Me levanto de la silla y me quito la bata de seda dejando al descubierto la lencería qué luce en mi cuerpo me acerco al espejo fingiendo que acomodo mi cabello ya seco y con ondas mientras que veo a Sebastián tensar la mandíbula el me mira por el espejo y yo borro la sonrisa y me concentró en mi cabello.
Pero como el señor es igual de inmaduro que yo lleva las manos al nudo de la toalla en su cintura y lo deshace dejando caer la toalla yo dejo de acomodar mi cabello dejando mis manos a medio camino.
Sebastián se da la vuelta y camina al vestidor mientras yo trato de relajarme cuando lo logro camino al vestidor y tomo mi vestido me lo pongo.
Camino a donde tengo mis tacones y me pongo unos Saint Laurent al ponérmelos ma acerco al espejo y me miro veo que mi cabello se ve perfecto al ya tenerlo seco y planchado se ve más sedoso y más brillante.
Eso es por los costosos productos que me e puesto toda la vida como también mi piel se ve brillante y con un color blanco precioso y lo suave que es hace que valga la pena los miles de euros que me e gastado en mi misma.
Soy una mujer caprichosa siempre lo e sido para nadie es un secreto me gusta verme sexi y no para gustarle a los hombres si no por que me encanta como soy me encanta mi maldita personalidad mi cuerpo me gusta como soy ahora durante años fui sometida a dietas ejercicio extremo por parte de mi madre como también clases de baile de todo tipo como también el usar fajas desde los doce años.
Despierto de mis pensamientos y me doy cuenta que estoy por ahorcarme sola de tanto que aprieto el maldito collar en mi cuello lo suelto y miro a Sebastián que se quedo mirándome fijamente antes de que diga algo salgo del vestidor y camino a mis cosas tomo lo necesario y acomodo mi vestido.
Cuando veo salir a Sebastián del vestidor camino a la puerta y salgo bajo las escaleras y siento los pasos de Sebastián detrás de mi.
En el elevador ninguno de los dos habla cuando entramos al carro seguimos serios y no cambia nada ni cuando llegamos a la iglesia donde desde la distancia veo la mala cara de Nick hasta que nos ve y junta las manos y mira al cielo.
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INFERNÓ
Genç Kurgu-En qué piensas- preguntó la rubia -ya casi van a ser cinco años desde que me fui de ese lugar - contestó la castaña -no les des más importancia Eliza ellos no lo merecen-contestó la rubia preocupada por su mejor amiga pues sabía el odio y la dece...