Capítulo 9

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Recuerdo

—Te puso muy feliz la noticia... No crees que aún somos muy jóvenes..

Matheo se acerca y ve mi preocupación.

Me acerca a él y acaricia mi cabello, me encanta su tacto.

—Todo va estar bien, tu quédate tranquila cariño..

Trato de calmarme, el me abraza por la cintura y me apoya la cabeza en su cuello.

—Es verdad que es mucha responsabilidad para nosotros pero seremos mejores padres del mundo..

Sonrio ante su actitud tan positiva, el siempre ve el lado bueno a todo.

—Pero.. Y si al final no puedo hacerlo bien?..  Me da miedo que no pueda cuidar adecuadamente a un bebé..

Me abraza con más fuerza, tratando de hacerme sentir segura en sus brazos.

—No digas tonterías, no tengo dudas de que serás una mamá perfecta..

............

La vida se estaba volviendo un poco difícil, los cambios en mi cuerpo empezaron a aparecer desde el primer mes. Era una montaña rusa, los malestares eran continuos, la comida no permancía mucho en mi estómago y los antojos eran muy raros.

Estaba sentada en la cama, mientras tocaba mi vientre aún plano.

Matheo entraba al cuarto, y se recostaba en la cama a mi lado.

—¿Cómo estás hoy?

Me pregunta, mientras acaricia mi espalda.

—Puede ser mejor.

Respondo mientras me acurruco en él. Agradecía su presencia, me podía calmar de alguna manera.

—Creo que quiero comer helado de menta con papas fritas..

Me rio ante mi antojo, en otro caso me parecería asqueroso ese sabor, pero ahora no lo quería de otra forma.

Matheo sonríe divertido.

—¿Otra vez con ese horrible antojo?

Le hago un puchero y le golpeo el brazo.

—No le digas asqueroso, el bebé lo disfruta..

Me mueve un poco y me coloca boca arriba, quedando encima de mí.

—Cierto, la pequeña bestia está controlándote..

Me río ante su comentario.

—No lo llames así, tu fuiste la mitad responsable..

Sus manos toman mi cintura y comienza a deslizarse por mis caderas.

—Tienes razón, pero a mí no me dieron náuseas matutinas, ni antojos raros..

—Lo sé y lo odio..

Protesto, mientras lo tomo de la camisa y lo atraigo para besarlo.

—Te amo...

Sonrío ante su declaración, nunca me cansaba de escucharlo decir eso.

—Yo más..

Contesto, mientras lo beso de nuevo, y deslizó mis manos a su cuello.

...............

Miro a mi suegra jugando con Asher...

El timbre suena y voy a ver quién es...

—Buenas tardes... Buscamos a Bianca de Harper.

Miro al oficial con preocupación.

—Soy yo.. ¿pasa algo?

—Lo lamentamos... Su esposo fue encontrado muerto hace unas horas.

El oficial siguió explicando la situación pero sus palabras no entraron realmente en mi mente. Sentí la sangre dejándome el rostro y mis piernas fallando. Todo pareció ponerse oscuro por un momento, pero algo me mantuvo presente.

Antes de darme cuenta, el oficial había entrado y me sostenía por los hombros. Intentaba procesar lo que pasaba, pero era demasiado para mí. Mi cerebro se negaba a creer lo que estaba escuchando.

Mi suegra se apresuró hacia mí con mi bebé en brazos. Su rostro reflejaba preocupación y tristeza.

—¿Qué pasó?

Le pregunto con voz temblorosa, sintiendo que necesitaba respuestas. Los oficiales comenzaron a hablar con ella, aparentemente explicándole los detalles de la situación.

Sólo fui capaz de sostener a Asher fuertemente, y él se aferró a mí como si sintiera que necesitaba su presencia y consuelo en ese momento. Las palabras de los oficiales llegaron poco a poco, rompiendo el nudo que había en mi garganta.

.............

Después del funeral llegó una caja para mí.

Con una nota que decía:

"Él estorbaba en el camino... Estaba enmedio de nosotros dos... Ahora ya puedes amarme... Él ya no estorbara"

Att: Oliver

Lágrimas caían con fuerza de mis ojos mientras leía la nota. No podía creer que Oliver hubiera ido tan lejos. La crueldad de su acto me golpeó como una marea de dolor. Todo se volvió tan real y el miedo por el bienestar de mi bebé aumentó exponencialmente.

Mis manos acunaron el diminuto cuerpo de mi bebé con desesperación, sintiendo la urgencia de protegerlo de cualquier daño. La nota de Oliver no era una sorpresa, ya había sido víctima de su obsesión antes. Pero ahora, con un heredero inocente involucrado, el peligro había escalado a niveles inimaginables.






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