Pasada La Primera Noche...

Capítulo 1: ¿Porqué?

Eran las 6:12 a.m. cuando desperté. Rayos, ¿Que me está pasando? Poco a poco fui reaccionando hasta que..¡La Prepa! Fue cuando fui al baño, no sin antes haber tomado unos pantalones color azul oscuro, una playera algo floja color rosa y mis tenis. Me di una pequeña ducha y me cambié. Era tan poco tiempo el que solo alcanzé a introducir algunos pasadores, sin un orden.

-¡Date prisa!-escuche a mi madre gritar desde la planta baja-¿En que estabas pensado?-dice al verme bajar.-

-Losiento, me retrasé un poco.-dije dirigiéndome al comedor-¿Que hora es?

-6:54 a.m., exactamente.

-Oh, Dios! No alcanzaré a llegar a la prepa, no hay tiempo, adiós!

Sólo me despedí de ella con un abrazo y de inmediato fui a la parada del camión. Era toda una historia esperar el bus que me deja casi enfrente de la preparatoria a la cual asisto. A mi al rededor veo unas cuantas personas, quizá igual de atrasadas como yo. Llegó el camión, toda la gente se amontonó en la puerta, hechandome a un lado. Como pude, subí. Iba parada, puse mi mano en el tubo de arriba, y así comenzó mi día.. Algo mal.

••••••

-Señorita Fernanda, llega tarde una vez más.-dice el maestro con cara de 'oye tu'- ¿Acaso pasa algo?

-No..-dije- solo me levanté un poco tarde.

-Tome asiento.

Así la clase comenzó. Toda la clase estuve pensativa, ¿Como es que mi madre cambió de actitud de un día para otro? Ayer muy feliz, y hoy, de mal humor. Enserio que aveces pienso que es bipolar. Una horrible voz interrumpió mi pensamiento, ¡Pero que sorpresa! Era la de el maestro.

-Atención, señorita Urdapilleta!-me lanzó una mirada algo furiosa.-Ahora pase a resolver ese problema.

Al momento de pararme..¡Carajo! Mi espacio estaba todo manchado de ... Sangre! Como pude me senté, sin vuelta atrás.

-¿No pasará?-pregunta el maestro aún más furioso.-¿Que pasa?

-Nada.. Solo.. No entendí la explicación..-le mostré al maestro mi gran pila de dientes blancos... O eso creo.

Escuché algunos cuchicheos, algunas risas, e incluso, algunos golpecitos en el piso. El maestro se paró.

-Ya expliqué, ya di ejemplos, ahora....-se calla.

¡Gracias Dios! Bueno, gracias campana que indica la hora de resceso. Todos salieron, hasta el maestro.. Exepto.. El. Harold Azuara...¿Que pretendía?