Capítulo 12: La alarma es una perra envidiosa.

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¿Qué horas son?

Volteé para buscar mi teléfono.

5:30

Es temprano.
.
.
.
No tengo sueño.

¿Qué podría hacer en este momento?

Me pongo boca arriba en la cama, pensando en mis posibilidades.

A ver qué hay en el refri.

Me levanté de la cama y me dirigí hasta la cocina, donde abrí el refrigerador y saqué la crema batida, las fresas, el chocolate, e hice waffles.

Cuando tuve listo mi plato me senté en una silla y comencé a comer.

Oye, es cierto que Darrel se quedó dormido ayer en el sofá.

Me levanté, aún sujetando el plato con mi desayuno y el tenedor, y caminé hasta el sillón.

Sip, Darrel seguía aquí.

-Oye, Darrel, ¿qué nunca planeas despertar? Siempre me estás criticando por ser floja-

No me hizo caso.

¿De verdad terminó tan cansado? Pobre.

Sí, sé que actúo como si anoche no hubiese llorado hasta terminar dormida por el cansancio...pero eso fue ayer, hoy estoy bien; sí. Hoy estoy bien.

Lo dejaré dormir.

Me senté en la mesa y me terminé mi desayuno para ir a bañarme.

-A por el jabón, a por el jabón, al bañarme yo usaré el jabón- canté dando zancadas hasta mi cuarto, y posteriormente, hasta mi baño.

Comencé a desvestirme y entré de una buena vez a la ducha. En media hora terminé y empecé a vestirme; había escogido unos shorts a la cintura (me gustan a la cintura), una blusa blanca un poco holgada (pero fajada) y de botones. Agarré un suéter de mangas largas color gris que me llegaba un poco más abajo de donde terminaban los shorts; zapatos negros y me coloqué una banda negra con un moño en la cabeza <<después de haberme cepillado el cabello>>.

Fui hasta el cuarto y me fijé en la hora: 6:10.

Está bien, tengo mucho tiempo de sobra.

Me senté en la esquina de mi cama, realmente valorando el hecho de que tenga tiempo antes de ir a la escuela, tiempo que responsablemente sabré usar para mi descanso.

Muy bien, ¿ahora qué hago con mi vida?

Respiré.

Parpadeé.

Volví a respirar.

Dormiré un poco más.

Me acosté sobre la cama, sin haberme quitado los zapatos ni nada y cerré los ojos tranquilamente.

~∞∞~~∞∞

-¡Pececito, despierta! ¡Ya es tarde!- apenas si oí a Darrel gritar.

-Wat?- me senté de un brinco en la cama. Tenía baba en el rostro y la banda (bandana o diadema, no se cómo le digan) desacomodada.

-Ahh- me levanté desesperada, puse la banda en su lugar, desenredé un poco mi cabello con mis dedos y comencé a caminar alrededor del cuarto buscando mi mochila.

-¡DARREL!-

-¿QUÉ?-

-¿VISTE MI MOCHILA?-

Mi ángel pelirrojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora