Soy un hidralisco?

Alguna ves se han preguntado si tenemos propósito alguno en nuestra vida, osea que si nacemos con un propósito predestinado o simplemente existimos por existir sin siquiera poder hacer algo relevante en nuestra vida. ¿Nunca se han preguntado algo parecido?. Yo si, a todo el rato esa pregunta ronda por mi mente, atormentado me por el echo de no poder encontrarle una respuesta o por el echo de que a él resultado que llegó no es el que más me agrada. A beses solo pienso que ese mérito solo se les otorga a unos pocos , a aquellos que nacieron con privilegios, virtudes y honores. Pero también me gusta pensar que cualquiera puede llegar a ser importante en el mundo en algún momento si es que se lo propone, son muchas las pruebas que evidencian mis argumentos pero siempre caigo en un vacío intermedio que me obliga a sucumbir a la desesperación ante la idea de que no tenemos importancia alguna en el entorno que nos rodea es como si nuestra mera presencia fuera irrelevante simples marionetas que solo cumplen con el objetivo de hacer destacar a aquellos que nacieron con dotes inimaginable. Es por eso que pondré toda mi fé en mi segunda respuesta demostraré que cualquiera mediante esfuerzo puede superar a cualquiera que allá nacido con dotes inimaginable.

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Un llamado amenazaba con tomar el control de la poca voluntad que me quedaba o mejor dicho la que me fue otorgada. Mi mente era demaciado joven, recién creada, pero tenía conocimiento sobre conceptos complejos como el yo, la vida, la existencia, y la conciencia propia. Pero algo amenazaba con encerrar mi mente en un baúl sin salida y apoderarse de mi solo dejando fuera de este los intentos más vacíos que portaba en mi. No tenía necesidad de siquiera resistirme, es más se sentía tentador y satisfactorio, como si me tratarán de otorgar el placer más grande de la vida el echo de dejarme maniobrar por otros, estaba decidido a hacerlo, eso me facilitaría mucho mi desarrollo y me eliminaría muchas preocupaciones de mi vida pero a la ves dejaría de existir.

No veía cuál era el problema después de todo no me sentía con algún propósito alguno, siquiera estaba contento con el echo de poder tener vida, yo no pedí nada de esto y estoy siendo arrastrado a este sufrimiento y a cambio esa delicada voz me estaba ofreciendo la oportunidad de liberarme de toda responsabilidad actual y venidera. . . Pero en el fondo. En lo más profundo de mi espíritu algo se negaba a acceder a su petición, era el deseo de poder contemplar y experimentar la vida en todo su sentido. ¿Acaso yo mismo me estaba contradiciendo?. No entendía bien que es lo que quería, una parte de mi se quería dejar llevar por la satisfacción de la paz eterna mientras que la otra abogada por la dicha y la desdicha de la vida. Mi cuerpo se quedó en un estado nulo tras un intenso combate entre mis dos conciencias, una dispuesta a acceder a cualquier petición de la delicada y seductora vos mientras que la otra era rebelde y aunque esta también adoraba está misma vos lucha en contra de la misma por tomar su libertad y dejar de ser un simple secuaz de la misma y volverme algo más valioso por así decir para la misma, demostrar su valia tras la individualidad y la lealtad voluntaria.

Aunque no recuerdo nada en concreto o siquiera se si e tenido algún recuerdo si presento algo muy simple, como había dicho aunque mi sentido de la identidad desapareciera aún existía un instinto básico que sería la base de mi existencia LUCHAR, MATAR, EVOLUCIONAR. Era lo más vacío en mi conciencia, como una programación bace de la cual todas las demás se derivarán. Y si quiero ir más allá se puede decir que un propósito impreso en mi alma.

Pase horas enteras sin siquiera poder mover mi cuerpo, solo sabía que estaba hay, aunque no me incomodaba la forma sentía que algo andaba mal con ella, no recuerdo haber tenido un cuerpo anteriormente, incluso lo creía imposible siquiera había nacido, pero, por alguna razón la sensación que sentía del mismo era demaciado extraña y desconocida a la vez, sentía la presencia de dos extremidades pero por alguna razón percibía que no eran las adecuadas o simplemente me traían desconfianza. Quizás es por culpa de esa segunda conciencia que creo tener, como si tuviera recuerdos pero a la ves estuvieran sellados, pero por algún motivo algo de estos escapaban no eran las imágenes más bien las sensaciones de una vida pasada que me avisaban de que algo no andaba bien. Por otro lado también puede ser una suposición que tengo, puesto que puede ser dado por el echo de tener una conciencia tan desarrollada siquiera antes de poder salir al mundo exterior, lo que podría explicar el porque no me acostumbraba a mi cuerpo, al imaginarlo de otra forma.