(Kara)
Mientras me torturaba tratando de identificar como había sido posible todo aquel espantoso espectáculo, surgió una leve voz en mi cabeza que tan amablemente parecía recordarme a cada instante que yo había matado a Lena. Cuando ambas escaparon, era obvio que agonizaba y al no saber nada al respecto de ellas en el transcurso del siguiente día, todo señalaba a que en efecto había muerto. Alex por su parte entendió igualmente la gravedad del asunto, pues ahora su rostro era cadavérico debido a las pocas horas que había dormido, a la espera de un ataque catastrófico de Red Daughter.
Oí incluso que había activado el protocolo de emergencias del DEO, el cual era la mayor advertencia al respecto de que éramos débiles en ese momento. Por mi parte, recibí de inmediato toda la ayuda médica posible, lo que se esperaba que concluyera en una recuperación casi milagrosa, pero no fue así. Me sentí destruida en más de una forma, por lo que al día siguiente de todos esos acontecimientos me di de baja sin siquiera considerarlo.
- ¿De modo que Ciudad Nacional perderá a su heroína? – Interrogo Alex.
-Espero que sea por poco tiempo – Aventuré y me incliné a mi vez para abrazarla. – Tu viste lo que hice, esto no puede terminar así.
- Sí tienes que marcharte - Respondió -. Que sea para volver siendo la mejor versión que tienes para dar.
Alex siempre había sabido que decir, es una cualidad suya, no obstante, como tengo que recorrer más de mil millas con la mayor rapidez posible, al mismo tiempo en que tengo que reserva mi identidad, le pedí un favor... "Permíteme usar el equipo del Deo. Así llegare cuanto antes y estaremos en comunicación" Ella por supuesto no se negó a tal petición. De esa manera me encontré ese mismo día viajando con el patrocinio de una agencia secreta de regreso al lugar donde todo comenzó.
Admito que esta era una petición un poco rara, por no decir atrevida. Pero la verdad era que necesitaba un poco de respaldo gubernamental. Lena me desconcertó totalmente y eso rompió mi corazón. Por una fatalidad no planeada, ella debió fallecer en ese mismo instante, sin embargo, sobrevivió a un ataque directo de un Kriptoniano. Eso significaba que todas las sensaciones negativas que envolvían su persona eran reales. ¿Era un humano modificado? ¿Un demonio, un vampiro o algo más? No había duda al respecto de que vi claramente esos punzantes colmillos salir de su boca adornando aquellos ojos negros de muerte. ¡Era una especie de monstruo! Pero debo confesar que sus facciones delicadas unidas a su extraordinario poder de fascinación, me seguían conquistado. De modo que consentí estúpidamente en que podría hacer algo por ella... algo romántico o audaz, como quitarle su maldición y convertirla en humana para que pudiéramos estar juntas. Tendría que pensar en eso, una vez que me hubiera recuperado por completo.
Afortunadamente a la mañana siguiente ya me encontraba instalada en casa de Eliza. Todo se mantenía absolutamente inmaculado tal y como lo había dejado. En el fondo, me sentía satisfecha de saber esto, pues significaba que mi madre mantenía la esperanza de que algún día iba a regresar. Me preparo además un gran festín de bienvenida y me hizo sentir tan agradable en su compañía que no pude separarme de ella hasta ya muy entrada la noche. Para ese entonces ya me encontraba plenamente recuperada, no obstante, podría seguir quejándome de una gran debilidad tan solo para continuar con las atenciones de mi madre adoptiva.
Fuera de esto, también sentía que algo me faltaba y era obvio lo que era. Cerré la puerta de mi habitación con llave y eché a andar con rapidez bajo los árboles, a través del antiguo bosque que pronto se iluminaria con los rayos del amanecer. Mis pies sabían perfectamente a donde ir, lo que le dio la libertad a mi mente de pensar en todos los eventos, mientras me debatía en esta situación contradictoria. Lena representaba todo lo que alguna vez desee el mundo; empatía, compañía y amor, solo que el conocerla finalmente me trajo una sensación dolorosa debajo de la garganta, como si me pincharan con alfileres. ¿Por qué ella no podía ser mía? Mia y de nadie más.
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Sombras de Terciopelo
FanfictionKara, es una joven inocente y curiosa, que se siente irresistiblemente atraída por una enigmática y seductora figura de su infancia. Mientras tanto, Red Daughter sigue los pasos de una visitante misteriosa cuya belleza oculta un deseo tan antiguo co...