Sueños compartidos, corazones conectados.
La búsqueda de Ophelia sobre ese misterioso chico que habita en sus sueños la llevará a descubrir la verdad sobre su destino.
Cuando la limusina frenó, la música bien preparada paró de sonar estrepitosamente.
_Ya te quedaste con todo lo demás, ¿por qué quieres esto también?- le cuestionaba Carlos, estirando la tela en el piso, mientras las otras tres chicas salían difícilmente del auto por su culpa.
-¡Porque tú lo quieres!
-¡No!- le reprochó Carlos a Jay.
Ophelia, mientras tanto, veía a tres personas que parecían importantes porque todo el mundo estaba atrás de ellos, dejándolos así frente a los descendientes de los villanos. Así que Mal les llamó la atención a los chicos que estaban peleando
_¡Déjalo tal como lo encontraste!- exclamó una mujer mayor.
_Y con eso me refiero a que lo dejes.- habló ahora con más seriedad.
El hijo de Jafar tiró el objeto dentro de la limusina de mala gana, pero entonces sus ojos se encontraron con una chica al lado de la señora.
_Hola, bonita. Me llamo Jay- se presentó con una sonrisa ante la chica castaña que estaba al lado de la mujer.
La chica solo se rió incómoda.
Ophelia se obligó a sí misma a observar sus alrededores debido a que le avergonzaba la primera impresión que estaban dando.
Pudo divisar detrás de ellos, sentada en la fuente, a una chica castaña, con rasgos tiernos y delicados. Sus vibras gritaban princesa a los cuatro vientos. Era muy linda.
_Bienvenidos a la secundaria Auradon, soy el hada madrina, la directora.
_¿El Hada Madrina?- la voz de Mal cortó el silencio incómodo después de la presentación del hada madrina- ¿La de "babidi babidi bu"?
_"Babidi babidi bu", tú lo dijiste.
_Sí, sentía curiosidad que habrá pensado Cenicienta cuando apareciste como si nada con esa varita brillante y una sonrisa y esa varita brillante- Mal realmente quería ser descubierta, ser discreta no era lo suyo.
_Eso fue mucho tiempo atrás, es lo que suelo decir: concéntrate en el pasado y te perderás en el futuro.- Explicó el Hada madrina.
_Es un gusto al fin conocerlos, soy Ben.
_Príncipe Benjamín, será nuestro rey- Exclamó la chica a la cual Jay intentó coquetear anteriormente.
_Adoro a los príncipes, mi mamá es una reina y eso me convierte en princesa.- Habló Evie mientras hacía una reverencia ante el príncipe Ben.
_La Reina Malvada no tiene ningún título aquí, igual que tú- Mencionó nuevamente la chica al lado del hada madrina.
_Ella es Audrey- Habló Ben tratando de cortar con la incomodidad.
_Princesa Audrey, su novia, ¿Cierto, Bennyboo?- Mencionó Audrey mientras tomaba la mano de Ben.
_Bien, ¡nunca se cierran las puertas de la sabiduría! pero la biblioteca abre de ocho a once y, como saben, soy exigente con respecto al horario- Habló finalmente el hada madrina antes de marcharse, y detrás de ella la banda musical la siguió.
_Es todo un gusto conocerlos finalmente, chicos. Esta es una memorable ocasión. Espero que quede en la historia el día en que nuestros pueblos se unieron.- El discurso del príncipe estaba bien estudiado y era algo que se notaba, lo que también Audrey llegó a notar fue como Ben quedó paralizado al saludar a Ophelia.
Y Ophelia no se quedó atrás para ella, su rostro, sus ojos, su sonrisa. Era él. El chico con el que soñaba constantemente.
_O el día en que les dijiste dónde estaban los baños- Exclamó una voz nueva para los chicos, haciendo que Ben se sobresaltara.
_¿Demasiado formal? Creo que arruiné la primera impresión- Habló Ben finalmente mientras Audrey rodeaba su brazo tratando de marcar territorio.
_Chicos, ella es mi hermana menor, Lottie.
_Soy la menor por unos minutos, Bennie, para ustedes soy Charlotte, aunque ante cualquier duda que tengan, pueden recurrir a mí, y si fuiste muy formal, tonto.- Mencionó Charlotte con algo de superioridad.
_Supongo que el discurso estuvo bien- Habló Ophelia, esta acción hizo que Ben sonriera, algo que ella no notó.
_¿Hija de la reina Narissa?- Preguntó la menor de los Beaumont con una sonrisa falsa.
Todo rastro de comportarse como es debido en la castaña se borró, algo que Ben pudo notar, conocía a su hermana como a nadie más, y Ophelia se dignó a asentir con seriedad.
_¿Cómo está tu madre? De seguro debe ser horrible vivir a la sombra de la gran villana Maléfica.- La sonrisa de Charlotte era una mezcla de cinismo y arrogancia.
Ophelia se tensó ante esto, su mirada suave se convirtió en molestia, Charlotte y Audrey sonrieron complacidas ante eso.
_¿Y la suya, princesa?- Preguntó Ophelia recalcando aquel apodo con odio en su voz.
_Supongo que la habrán criado bestias, creo, por su mala educación.- Ophelia sonrió triunfante mientras la sonrisa de Charlotte se borraba.
Ben se puso en el medio de las tres, por la mirada que tenía Charlotte, creía que en cualquier momento atacaría a Ophelia.
_¡Bien!-Aplaudió el príncipe llamando la atención de todos.
_¿Por qué no un recorrido?- Exclamó finalmente disminuyendo la tensión y avanzando de la mano de Audrey hasta la entrada de las instalaciones.
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