15_ Me perteneces

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Freddy

Volver a Los Santos no era la idea más reconfortante en mi cabeza. Esa ciudad representaba caos y problemas.

Me sentía extraño últimamente, parecía que me irritaba con facilidad. Era algo incontrolable.

Había aprovechado la salida de Tabo con Kylie y la niña para tener esa conversación con los Holiday. Creía que me debían una explicación por su actuar durante tantos años.
Me senté frente a ellos en silencio para darles la posibilidad de explicarse.

Ninguno dijo una palabra, nisiquiera podían mirarme a la cara.

- Podríamos hablar del por qué de las mentiras?- rompí el silencio al ver que no habría avances de sus parte.
- Freddy lo lamento mucho. Se que no fueron años fáciles para ti pero quiero que te pongas en nuestra posición. Gustabo me pidió explicitamente que no quería que tu supieras que él seguía con vida. Tu que hubieras hecho?- Clara Castro, una mujer intachable, una madre ejemplar, la esposa perfecta. Una ex agente de la CIA, casi tan letal como yo. Me hablaba con ese tono de voz que usaba con sus hijos como si me fuera a intimidar, como si tuviera que sentirme algún tipo de respeto.

A medida que decía una palabra sentía más asco de esa mujer, sus acciones no habían sido por amor a Gustabo. Sus actos era puramente mezquinos. Ella quería a su hijo solo para ella y después tuvo a mi hijo para formar su familia perfecta.
Mamá, papá y los hijos, Tabano pelirrojo como ella, Nick castaño como su esposo, quien tendría dudas de que eran una familia real?

Lala había llevado a Nick a la ciudad por órdenes de Tabo, debía comprarle todo lo que le pida.
Al pelirrojo le gustaba consentir al niño, lo había escuchado decir que lo hacía porque recordaba que el de niño quería cosas que nunca pudo tener.

- No creo tus mentiras Clara. Tu me viste sufrir y me engañaste. Por qué no te pones tu en mis zapatos?
Me hiciste creer que murió, que se sacrifico por todos nosotros. No sólo cargue con la maldita muerte de la persona que amaba sino que tenía una culpa que no me dejaba vivir. - golpee la mesa y me puse de pie intentando calmarme.
Mis manos temblaban y me faltaba el aire. Cerré los ojos por pocos segundos, la habitación parecía girar.
- Tu me cagaste la puta vida. Cuando él perdió memoria era el momento perfecto para decirme la verdad. Y fue tu decisión seguir ocultándome la verdad.- camine hasta quedar cerca de ella y la mire directo a los ojos.- También se lo ocultarte a él, porque fuiste tú quien le prohibió por mucho tiempo que lea los diarios, verdad? Tenías miedo que me busque. Sabías que tenía un vacío dentro que no sabía por qué y aún así seguiste callando.

Me aleje de ella, quería matarla. La podía tomar del cuello y en cuestión de segundos dejaría de respirar. Cargarme a Holiday no sería un problema tampoco. Me libraría de esos traidores.

Tenía que calmarme, debía hacerlo por Nick, debía hacerlo por Tabano. Me era tan difícil.

Mi cuerpo temblaba, no sabía cuánto más podría contenerme con esa mujer enfrente.

- Si vuelves a intentar meterte en nuestra vida, si siquiera intentas hablar de esto con alguno de ellos o si intentas ponerlos en contra, te matare, a ambos. - los miré varios segundos fijo en silencio.- No es una puta amenaza. Es una promesa!

Salí de la casa, camine por las cercanías para calmarme. Estaba tan alterado que no había notado que había roto varias cosas en la discusión.

Solo eran unas horas más. Mañana estaríamos lejos de este maldito lugar.

Llegamos temprano por la mañana a la isla de Los Santos, caminamos hasta el garaje más cercano donde estaba guardado el auto de Lala.
Esta vez conducía Cristian, estaban todos muy cansados y parecía ser el único que se encontraba despierto en su totalidad.

Los Santos del infierno.   Torna al mio fiancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora