Suzuka pov:
¿Quién habría sabido que lo de hoy ocurriría? Creo que nadie, ni en sus más locos sueños pensaría eso.
-¿Me estás escuchando Su?- Moa movió la mano frente a mi cara.
-¿Qué?- sacudí la cabeza y la miré, se estaba terminando de vestir y me miraba confundida -¿Qué pasa?- ladeé la cabeza.
-Te estaba diciendo de bajar a desayunar y ni te inmutaste- se acercó a mí y se sentó en mis piernas -¿Qué te pasa? No te pones así hace años- acarició mi nuca.
-Estaba pensando en Yuki y en lo que podría ocurrir- sonreí apenada y besé su frente -Lamento haberme perdido así-
-Veremos que pasa y que hacer cuando venga, debes consentrarte en el aquí y ahora, no puedes comerte la cabeza así cariño- me dio un beso y se levantó, me tendió la mano.
Tenía razón, no podía estar pensando tanto en algo que todavía no ocurría ni se presentaba. Tomé su mano y bajamos al comedor, una montaña de comida parecía haberse formado.
-¿Por qué tanta comida, nos quieren engordar y comer a nosotros?- agarré un muffin con burla.
-Venía yo hermanita, obviamente debe haber suficiente desayuno para todos- Kenzo sonrió y me dio un abrazo de oso, levantando apenas mis pies del piso.
-¡¡Desayuno, desayuno, desayuno!!- los niños bajaban con la tarantela, en filita y todavía en pijama.
-Ya vinieron los monstruos come galletas- Moa sonrió divertida.
-¡¡Wow, cuanta comida!!- Kenji sonrió e iba a la carrera hasta la mesa, pero logré agarrarlo y quedó colgando como muñeco -Mami no, desayuno-
-Primero se saluda campeón, no puedes desayunar como cerdito sin darle a todos los buenos días- sonreí y besé su cabeza, aún tenía ese aroma a cachorro, a chocolate, tal y como Moa durante el embarazo -Mamá y yo te hemos enseñado buenos modales, debes ser un caballero-
Lo bajé y saludó a todos con su vocecita algo frustrada, sabía que le molestaba que no lo dejaran comer tranquilo, si me habré divertido de hacerle cosquillas en los piecitos cuando amamantaba y chillaba irritado.
-¿Ahora si puedo mami?- cruzó los brazos y levantó la ceja.
-No, todavía no- reí y le un golpecito en la frente -Esperas a que nos sentemos todos-
-Ya déjalo en paz- Moa rió y me golpeó el brazo con ternura.
-¿Te acuerdas cuando era bebé?- miré a mi novia y sonreí -No podías ni acariciarle el pelo que se enfurruñaba como un gato-
-Querría verte a ti con las encías de un bebé alrededor de tu seno, terminaba mordiendo y lo sabías- me señaló y yo solté la carcajada.
-Sino tienen dientes, ¿como te duele el pezón?- pregunté cerca de su oreja, ya eran temas más íntimos.
-Pues embarázame otra vez y probamos, ahí verás como unas simples encías de bebé pueden doler- me miró retadora.
-Conmigo no te quejas, yo soy cuidadosa- sonreí pícara -Y eso que soy un bebé grande- le hice ojitos.
-Ya cállate- me pellizcó el hombro y se sirvió café, volví a reír.
-No lo negaste, por lo que tengo razón- mordí el muffin divertida.
Todos empezamos a desayunar, entre risas, conversaciones varias y alguna que otra pelea por galletas o pan.
-No me vas a ganar princesa- intentaba aplastar el pulgar de Mayu.
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Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)
Dla nastolatkówCinco años de paz terminarán cuando el resto de la familia Nakamoto decide poner fin a la felicidad cosechada empezando por atentar contra todo lo que construyeron, lo más amado de sus vidas. ¿Serán fuertes para enfrentarse a ellos o será ganadora l...